CAPÍTULO 15

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Una mano sentí rozar mi cabello, logrando ver a Fiorella.

- Lo siento, estaba con unas amigas... - Me miró y se quedó en silencio por unos segundos, mirando de lado a lado, como si buscaba a alguien.

- ¿A quién buscas? - Estaba algo ebria, pero todavía podía controlar mis palabras y acciones.

- ¿Marcus no estaba contigo? - Me preguntó, frunciendo el seño.

- Estaba con sus amigos. - Sonreí.

Pasaron ya dos horas desde que estaba allí en aquella fiesta con Marcus y Fiorella. Me estaba divirtiendo demasiado. Bebía bastante y bailaba con adrenalina, como si fuera un club. Estaba loca.

Algo en mi estómago interrumpió mi loco baile con Fiorella...
Quería vomitar y si no alcanzaba al baño pronto, vomitaría en medio de todo el mundo. ¡Que asco!

- ¿Estás bien Isa? - Me preguntó Fiorella gritando para que me escuche por la fuerte música de fondo.

Negué con la cabeza a punto de vomitar.

- Bien, iremos al baño. - Asentí urgente.

Finalmente llegamos al baño, dando a un pasillo largo e interminable. Lujoso, pues, ahora no va a ser nada lujoso cuando largue toda ésta porquería de mi estómago.

Me arrodille al suelo sobre el inodoro, y vomité y vomité.

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Eran las 00am y seguí la fiesta, estaba demasiado cansada y quería llegar a casa, bañarme y acostarme a dormir.

Les avisé a Marcus y Fiorella que quería irme, pero nada. Estaba muy ebrios como para que me puedan escucharme o entenderme, lo que les estaba diciendo, ni ellos se entienden ahora.

Decidí irme sola entonces, tenía que llamar a un taxi, pero... ¿MI CELULAR? ¿DÓNDE ESTÁ?

Tocaba mis bolsillos de mis tejanos, la campera de cuero que tenía, y mi bols... MI BOLSO.

¡Ay, no! ¿Dónde lo habré dejado? Tenía que volver si o si ahí, para ir en busca de mi bolso. Necesitaba encontrarlo ahora.

Volví a entrar en aquella puerta, volviendo a ver a las misma personas, aún peor de lo que estaban.. todas ebrias.

Busqué por todos lados, cocina, baño, living, algunas habitaciones... pues, habían como cinco habitaciones y solo me faltaba el patio.
Pero yo no fui en ningún momento al patio, pero bueno. Si tengo que ir en busca de ello, lo haré.

Entré al patio, dejandome ver personas, música, luces de led jugando con cada color, por todo el jardín enorme que había y una piscina... grandísima.

Dirijí mi mirada hacia las mesas y sillas que estaban con bocadillos, dulces, salados y bebicas de dintinto tipo.

Y ahí estaba, mi cartera.

Me alegré al ver que estaba ahí, pero no recordaba estar aquí de igual modo. Capaz que fue Fiorella, loca.

Iba a tomar mi bolso, en cuanto alguien me ganó de mano.

Lo había tomado un compañero mío, y lo sabía. Porque ésta vez si lo había visto en una de mis clases, prro no saía su nombre.

- Dame mi cartera, por favor. - Soné algo enfadada, pero con una sonrisa súper falsa.

- ¿La quieres? - Se veía algo ebrio y algo mareado. - Entonces buscala. - Me sonrió malicioso.

De pronto, tiró a unos pocos centímetros de mi cartera hacia otra persona, otro amigo, supongo de él.

- Buscala si la quieres. - Seguía burlandenfadadaose de mí. Ahora si estaba . - Mike, agarralo. Le dijo el segunto tipo al tercero. ¿Me estaban molestando tres chicos y yo no hacía nada?

- Devuelvanme mi cartera o verán. - ¿Los había amenazado? Qué patética. No sabía pelear, no sabía nada.

- ¿O qué harás? - Su cara se volvió a una burlona, imitando llorar. Me hacía enfurecer más.

Se acercó más a mí, estabamos a centímetros. Retrocedí un paso hacia trás.

- ¿Tienes miedo? - Preguntó muy bajo, dando otro paso a mí. Y yo retrocedía, atrás y atrás.

- ¿Qué quierés? - Mi voz estaba temblorosa.

Finalmente caí al suelo, torpemente delante de varias personas. Me miraban y me sentía una completsmente estúpida. ¿Qué iba a hacer? ¿Enfrentarme con un chico más fuerte que yo y morirme en el intento?

Cuando estaba en frente de mí y yo como una estúpida tirada en el suelo, me sentía su presa.

Pero era mi momento de hacer algo, tenía mi oportunidad. Ahora o nunca.

Pateé su entrepierna con todas mis fuerzas, haciendolo gemir de dolor.

Algunas personas se miraban que estaban disfrutando de la pelea y otras estaban sorprendidas por mi acción.

El tipo tumbado en el suelo de dolor, se levantó furioso y dolido.

Pensaba que ya era mi fin.

- Perra. - Gritó con tanta furia, que tenía miedo. Miedo de qué podía hacerme. Jadeaba y mi corazón se aceleraba. Estaba en graves problemas y no veía a ninguna personas acercarse a pedir ayuda o ayudarme. Simplemente, lo disfrutaban y lo veían como un juego. ¡Un terrible juego!

Levantó su mano para golpearme cuando alguien le pegó un puñetazo en la cara, quedando tumbado en el suelo.

El chico que defendía de mí, lo golpeaba y golpeaba. Estaba asustada de lo que me iba a terminar de hacer, lo iba a matar.

- ¡Para, para! Lo vas a matar. - Gritaba para que me escuche.

El chico terminó de golpearlo, volteandome a ver. Marcus.

- Marcus. - Estaba sorprendida de lo que acaba de hacer.

- Nos tenemos que ir, ahora. Llegará la policia en estos momentos. - Dicho eso se escuchaban las patrullas y sirenas. ¡Carajo! - ¡Vamos! - Me tomó de la mano y me jaló.

HOUNDTERSWhere stories live. Discover now