CAPÍTULO 33

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Mi cabeza daba vueltas y mis oídos daban zumbidos una y otra vez.
Escuchaba gritos, golpes, jadeos e incluso gemidos de dolor. Por suerte, pude entender que se trataba que estaban peleando entre ellos.

Cuando mi fuerte dolor de cabeza pasó, me levanté con las pocas fuerzas que tenía y pude verlos a ellos.

Noah con sus... alas negras y puntiagudas en la parte de arriba, por primera vez...

Parecía irreal...

Vi a un completamente Noah diferente. Uno furioso, irreconocible.
Todo tenso y pude ver sus grandes ojos sin piedad ni arrepentimiento, más negros que nunca antes pude ver. Completamente...

Luchaba contra ellos tres. Golpeandolos con mucha facilidad y usando sus grandes habilidades de demonio, y más aún... los que heredó de su padre.

- ¡CORRE ISABELLA! - Escuché a lo lejos la voz gritar de Noah.

No lo dudé, y corrí sin rumbo. En ese entonces, era sobrevivir o morir. No quería irme al infierno... No quería ser esclava de ellos o ser un simple objeto solo para destruír el mundo o no lo sé, lo que ellos querían.

Necesitaba aire, mi pecho se cerraba otra vez. Quería un descanso, ahora.

•••

Me desaparecí entre las gigantescas hierbas altas del campo, oscuro. Me perdí en un momento, dónde no sabía a dónde ir ni dónde era la salida. Apenas podía ver y además eran más altas que yo. Era imposible poder ver algo, aunque quisiera.

Pasé unos treinta minutos allí, buscando cada rincón para salir. Sinceramente, no entendía cómo había llegado hasta aquí, cuando solo estaba en una plaza. ¿Tal vez, ellos me lo hicieron creer?

Una mano fría en mi cintura y la otra en mi brazo, hizo que helara mi sangre, cuando sentí que mis pies ya no... tocaban la tierra.

De un momento, me sentí segura y protegida. Pero la verdad, no sabía quién era.

•••

El rostro de Noah con sus grandes alas negras, me hizo darme cuenta que me había defendido de aquellos demonios. Pero todavía no podía perdonarlo por lo que me hizo...

- Lo siento, Drey. - Su voz era algo agitada, y parecía sumamente apenado.

- ¿POR QUÉ ME DEJASTE NOAH? - Grité desesperadamente, derramando cada lágrima que había contenido. Golpeandolo en su pecho con todas mis fuerzas.

Con sus manos, me impidió seguir, sintiendo un cálido y posesivo abrazo protector. Pensé en no responderle, pero algo en mí, hizo que corresponda de su abrazo. Perdiendome en el olvido, solo éramos él y yo. Nadie más...

- Lo siento, lo siento. - Volvió a disculparse mientras acariciaba dulcemente mi cabello. Podía sentir su riquísimo olor a vainilla en su ropa y hasta en su piel, algo que me hacía quedarme más tiempo envuelta sus brazos.

Noah me soltó, pero sus manos ahora estaban en mis mejillas. Mirandome a los ojos fijamente. Podía ver su tristeza en su interior.

- No quería perderte. - Su voz tranquila, me hacía calmarme y relajar mi cuerpo tenso y tembloroso. - Lo siento por cómo te traté.

En un instante, sentí pena. Realmente estaba siento totalmente honesto con sus palabras y hasta podía verlo en sus ojos.

Pude darme cuenta que nuestros rostros y cuerpos estaban a centímetros de ambos. Y me puse aún más nerviosa, pero quería... besarlo.

- Te... te am... - Me interrumpió.

- Lo sé. - Me mostró una linda y tierna sonrisa abierta.

Finalmente, mi corazón estaba latiendo más de normal y mi cuerpo tan frío, ahora estaba bien cálido. Sus ojos al igual que los míos, miraban con deseo nuestras bocas. A lo que los juntamos, formando un lento y apasionado beso.

Sus grandes manos y protectoras, tocaron delicadamente mi cintura, mientras yo enredaba su cuello con mis brazos, jalandolo levemente para profundizar el beso. Algo que jamás en mi vida había sentido...

Me volvía débil a cada toque que hacía, lo que luego nos separamos por falta de aire.


¿Tendrán algo más...?

HOUNDTERSWhere stories live. Discover now