CAPÍTULO 25

4 2 0
                                    


El silencio de la noche dentro de aquél coche, que estaba yo y Noah, me ponía aún más incómoda y asustada.

Necesitaba salir de allí.

- No te tengo miedo. - Temblaba y estaba realmente, enojada. Quería golpearlo ahora mismo. Pero no tenía el valor de hacerlo. En mí solo decía... no. ¡No lo hagas!

- ¿Entonces? - Me miraba.

La poca iluminación que había, era la luz de la luna y nada más. Estaba bañado en ella...

- Quiero ir a casa. - Desvié la mirada para dirigir mis ojos hacia la ventanilla.

No respondió por unos cuantos segundos. Pero luego, sin más, arrancó el coche y siguió el camino a casa.

•••

Saldría con Austin, Fiorella y tal vez, con Marcus. Noche de amigos, por así decir.

De ésto, no quería contarselo a Noah, no quería que se enterara. El hecho de tenerlo ahí. De seguro me amargaría el día.

De igual modo, ésta rara vez, no está en casa. Seguramente, está haciendo "cosas importantes" según él. Así que estaba algo tranquila.

Tenía la necesidad de festejarlo, ya que hace tres días anteriores, cumplí mis diesciocho. La edad que tanto esperaba...

Había pasado ya tres meses, desde lo sucedido en el coche. El día, en el que fue algo raro entre nosotros. Una situación intensa e incómoda. De más decir, que ambos estabamos nerviosos, al tenernos a centimetros.

En estos últimos meses, en los cuales está conmigo... Se ha comportado bastante extraño. Simplemente, cambia sus actitudes de un momento a otro. He pensado, que tal vez le soy una carga en cuanto tiene que protejerme de Lucas y demás demonios. O tal vez, otra cosa...

Honestamente, no lo sé.

Pero, tampoco era algo que le esté pidiendo. ¡No es obligado!

Hoy he tenido una pelea con él.

Estoy harta de que invada mi privacidad, pasando a otro nivel.
Había tomado mi teléfono a revisar todas mis conversaciones. Incluso, la de Marcus.

Tengo que decir, que está y ha sido, muy duro con él, por el hecho de que esté siempre a mi lado.

Pero, ¿Cómo no?

Es mi mejor amigo. Alguien de las pocas personas que confío.

La fiesta, sería en una discoteca. Al principio, no estaba segura. Pero, mi amiga Fiorella, siempre me termina convenciendo.

Me coloqué un vestido corto básico, color negro. Ajustado, mangas cortas y hasta la mitad de mis muslos. Tomé unos accesorios para darle un toque y por último, mis tacones.

Era el día Sábado, así que tenía que aprovechar éste día para poder seguir finalmente con mis últimos días de escuela.

Habíamos acordado estar a las 8pm en punto allí. Estaba nerviosa y por fin, sabría lo que es una discoteca.

Tocaron mi puerta con un tok tok.

Y ahí lo veía. Totalmente... distinto, pero, hermoso.

Austin.

Mi cara estaba en shook.

- ¿Me veo mal? - Su tono era afeminado y tierno a la vez. Algo que me causaba mucha risa.

Saqué una grandísima sonrisa impresionada. - ¡Guau! - Mis ojos estaban enfocados completamente en su vestuario tan producido y llamativo.

Un top negro con lentejuelas, unos jeans negros deshilachados y unos tacones altos negros y anchos.
Un labial puesto en sus labios, color rojo sangre oscuro, un poco de sombras en sus párpados y finalmente, un deliniado gato, como se dice.

- ¿Me veo bien? - Sonrío, acomodandose uno de sus aretes colgados de oreja. Se veía tan feliz.

- Te ves genial. Pero, no era tan... - Me interrumpió.

- ¡Ay, deja ya! Solo quiero ver a... - Su cara se tornó a una pícara.

Sabía a quién se refería. Dudo realmente que le ponga un ojo encima. No porque sea gay o algo por el estilo... sino, su forma tan amargada, fría y seria, de aquella persona.

Rodee mis ojos con una pequeña sonrisa. - Noah.

Asintió.

- No estará hoy con nosotros. Tenía que hacer unas cosas importantes me había dicho... - Su rostro parecía frustado y triste. Pero en unos cuantos segundos, su cara volvió a una alegre...

¿Por qué?

- Entonces, a Marcus. - Reímos a carcajadas a no parar.

- Vamonos. - Apladió feliz, al cuál no lo entendía, pero me daba demasiada risa. Mientras caminaba al coche y yo copiaba lo mismo.

El lugar era largo, así que platicamos bastante sobre nosotros. Contandonos chistes y sacando hermosas carcajadas ambos.

- ¿Tomado o prestado? - Sabía que él se dió cuenta a que refería esa pregunta tan curiosa. Conocía a Austin, y estoy segura que tomo sin permiso de su padre el coche. Y ni hablar de la fiesta. No había cumplido sus diesciocho todavía, así que su padre lo mataría si se llegara a enterar.

- Prestado. - Respondió orgulloso sin apartar la mirada del camino.

Sabía que mentía.

- Eres un mentiroso. - Le pego amistosamente un manotazo en su antebrazo.

- Está bien. - Suspiró rendido.

- Tu padre te matará. - Bufé.

- No es para tanto. - Lo miré fulminandolo con mi mirada. - Ok, sí.






HOUNDTERSWhere stories live. Discover now