Voy a ser mamá

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Dicen que la que es puta... vuelve.

A ver, yo solo no sé dejar ir y me gusta el sexo así que según la premisa y las estadísticas soy putísima. Esta revolución del internet no ha sido del todo mala, me ha dado una carrera, un negocio exitoso e independencia económica. El 98 % de mis ventas se hacen en línea, a través de mi cuenta de Instagram o las revistas del corazón que tienen esa obsesión por saber quién es el tóxico del mes. Pues nada, pueden tranquilizarse, es oficial que les he dejado a todos.

Hay cuatro hombres en mi vida, Octavio, Maximiliano, Drake y Leopoldo.

Octavio es el medio hermano de mi tía y es el amor prohibido de mi vida y entres sus características principales de toxicidad es que es mucho mayor que yo, está casado con otra mujer y ha encontrado dos mil formas diferentes de lastimarme, pero le quiero, es el primer hombre del que me enamoré y al que por alguna razón no estoy lista para dejar ir. Solo que oficial y extraoficialmente nuestra relación no es sostenible.

El segundo hombre en mi vida es Maximiliano. Max es un político inigualable, hijo de una familia rica en petróleo y oro, además es un empresario espectacular y el hombre más guapo de la vida. Con sus ojos verdes, su sonrisa de anuncio, el cabello rubio y el cuerpo bien trabajado. Es perfecto de muchas maneras y me enseñó que el amor puede ser mejor de lo que me imaginé. Que el amor incluye respeto, admiración compañerismo y mucho trabajo. Lo que pasa es que su carrera siempre va primero y eso no solo arruinó nuestro noviazgo, sino nuestro compromiso, casarme con él hubiese sido casarme con su carrera, por ende, con el pueblo de Mainvillage.

Drake es la persona que me hizo sentir que había encontrado al amor de mi vida, testarudo, romántico, divertido, despreocupado, se sentía como mi igual y mi porrista, pero también valora más al hockey que a ninguna cosa. Ser la novia de un deportista de alto rendimiento es agotador; hay partidos, prensa y si pierden tienes la culpa, pero son los golpes, las derrotas, las tristezas que marcan realmente a la persona con la que tienes una relación.

Finalmente, tenemos que hablar de Leopoldo, es mi mejor amigo, mi socio, mi compañero en crimen y el hombre con el cual de vez en cuando paso un buen rato nos solo comprando. Si no aliviándonos los males de amor, que el sexo se nos da bien y no perdemos la amistad, se fortalece, si a él no le gustara ser gay el 89 % del tiempo y no estuviese enamorado perdidamente de Philip, podríamos ser felices, la pareja del siglo. Porque, Leopoldo o tiene todo, físicamente con esas características filipinas, un poco morenos, ojos rasgados, alto, delgado y ama la moda ¿Qué más necesito?

Las cosas son como son, y yo no tengo que elegirlos porque sé una sola cosa, los amo, los amé, pero no son míos, ni lo fueron.

Mis amigas me han pegado el plantón de la vida, así que voy por una de esas copas de vino que son enormes y una botella del mismo tamaño, pido pizza a domicilio y me preparo una tina con todas las sales, aceites y velas. Después de unos minutos, recibo mi orden y me voy al agua, acomodo el teléfono en la tina y busco videos graciosos en YouTube y después de pasar unos cuarenta minutos riendo como loca y atragantándome con la pizza. Decido comenzar a meditar para ver qué voy a hacer con mi vida amores y mi vida en general, veo un video que dice: ¿Quieres saber si tus condones ecológicos son realmente buenos?

El joven inicia comentando que salvar a las ballenas y a las tortugas puede está aumentando la taza de embarazos en Mainvillage. Le escucho un par de segundos antes de salir de mi tina e ir a buscar mi caja de condones, encuentro la que está abierta en el gabinete del baño. Reviso la fecha de caducidad, que está prevista para adentro de seis meses, los abro lentamente y voy para la cocina medio desnuda y medio húmeda. Busco un huevo porque según el tipo del internet tiene una textura similar al semen y lo tiro lo amarro y lo fricciono u entonces aparece el sudor y me quedo en silencio observo como después de unos segundos se convierte en gotas de semen imaginario.

El bebé del millonarioWhere stories live. Discover now