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Max salió e hizo algunas llamadas para comprobar que se pudiese pedir la orden y pidió algunos favores. Drake se despidió con un beso en mis labios antes de ir a entrenar y mis hermanas me dejaron para ir a comprar cosas con el abuelo/tío Sebas.

Estaba por dormirme cuando a la habitación entraron Odessa y Onix, junto con mi mamá la cual parecía un sargento. Las dos mujeres traían unos regalitos para los bebés, les di las gracias y ella me felicitaron lo que pocos habían hecho.

—¿Escucharon la noticia? —pregunté y mis amigas asintieron. —Dos niños y una niña.

—Tu papá se lo ha contado hasta los guardas.

—Sí, todo el hospital y tooodas nuestras familias lo saben —contestó mi mamá. —Estoy feliz de tener una nieta, no saben lo que la voy a consentir.

—Una nieta y dos nietos.

—Tus hermanos van a ser tus peores enemigos.

—Esas tres creen que van a ser las tías, niñeras, amigos de los tres bebés. Creen que voy a parir tres muñecos.

Las tres se quedaron riendo y comentando los cambios ligeros de la maternidad y parecía que había entrado a una nueva dimensión y lo jugué bien pero estaba preocupada.

Las dos mujeres se despidieron y en su lugar entraron mis mejores amigas.

—Hello.

—Aquí las orgullosas tías de Esme.

—No.

—¿Sofí?

—Puede ser, como mi abuela —Dije con una sonrisa.

—A mí me encantaría Izzie.

—Aww, cuando tengas tu propia hija —las dos sonreímos y mi amiga se acostó a mi lado para darme besos. ¿Nos extrañaste?—preguntó Isa.

—Sí.

—Tenemos excelentes noticias. Renuncié.

—Yo le dije a Samuel que la empresa es de los dos y que puede hacer lo que quiera—Las dos nos miramos porque esos dos pasan peleando por ser la cabeza de la empresa de su familia. —No se lo dije así, pero le recordé que yo soy su proveedora de sexo y él es el que vuela desesperado por un polvo.

—Yo no haría nada de eso —replicó Isa. —ese hombre al que se la chupas, es malo. —Las tres reímos ante el recuerdo de nuestras vacaciones pasadas y samuel ganándonos al monopolio, tuvimos que mandar a traer a Sergio para que le diera un golpe en el cerebro con sus habilidades para ganar al monopolio.

—Le di mi plaza temporalmente a mi papá.

—Tu papá cuando necesitas.

—Déjame —Las tres reímos.

—Wow, me encanta que estén tan libres.

—Durante los próximos cuatro meses somos tuyas, vamos a la playa y descansamos si te aburres a la montaña y cuado estemos aburridas contratamos un stripper.

—Isabela, así no te críe—Dijo Cash el cual entraba con mi mamá y mis hermanos.

—Pagamos un ultrasonido —dijo Milo y nos señaló. —Y el tío Cash se coló.

—¿A ustedes les cobran aquí?

—Lo creas o no guapa, esto no es un hotel —me recordó Priscila.

—¿Cuánto les cobraron?—pregunté.

—Nuestras mesadas del mes.

—¡Ay, ya ya! Yo se los reintegro, pinches —gritó mi mamá y mis hermanos chocaron sus manos.

La tía Mía regresó con sin sus tres asistentes y todos reímos cuando vio la sala. La mujer pequeña vio a Cash y después a mí y a mis amigas en la cama, a mis tres hermanos y mi mamá que estaba cruzada de brazos.

A la habitación entraron corriendo y empujándose Logan y Alice.

—Yo llegué primero.

—Yo soborné con mi dinero y mis dulces a la estación de enfermería de este piso Alicia.

—Alice, cabrón del culo y me empujaste tres veces.

— Los dos pueden quedarse—Dijo Milo mientras ayudaba a Alice a ponerse en pie.

Mi tía sonrió y se acomodó la gabacha. Mía vio a su esposo seria y todos tuvimos que reír.

—La empujaste tres veces.

—Alice me hizo una zancadilla y cerró el elevador.

—Mita así va a ser tu vida, con niños chiquitos peleando todo el día a tu alrededor.

—Ellos son adultos.

—No y te falta Arturo.

—Somos trillizos —dijo Alice y Logan le abrazó y su esposa rio antes de volver a poner el gel y esta vez se ahorró la explicación del procedimiento. Mis hermanos estaban encantados, la sala estaba llena de ruido e Isabela me tomó de la mano y reconoció que entendía por qué no quería dejar ir a ninguno de los bebés. Vi a Olivia concentrada agarrada del brazo de Cash el cual le dijo algo que el hijo reír.

—Yo le apuesto a la pequeña.

—Yo le apuesto a este del medio a que sale primero.

—Mi amor, el día del parto no podremos saber cuál de esos dos es.

—Ok. Yo apuesto a que sale el niño.

—¿Ustedes creen que yo voy a parir a esos tres?—pregunté y me reí, mis amigas se rieron contigo y Mía y Logan rieron.

—Solo por la preeclampsia vamos a valorar cesárea, pero no tienes contraindicaciones, que seas muy fértil y tengas un bebé en el útero no es nada.

—Yo parí a tus hermanos de pie, tranquilita, dos minutos de diferencia y no es que lo disfruté, pero las mamás hacen esas casas desde tiempos inimaginables.

—No le hagas caso, he parido las dos veces con ella. Aprieta la mano y parece como que está cagado.

—Carrick —Le dijo mi tía con la cara seria.

—Ella cree que no, pero todos sabemos que sí.

—No tengan hijos porque ustedes dos tiene a Carrick y Alonso en sus vidas y eso es un trabajo sin sueldo.

Mi mamá se llevó a mis hermanos a hacer la tarea que casualmente recordaron esta mañana y mis amigas consiguieron que el tío Cash las llevara a comer. Mis tíos fueron a trabajar y por el bien de sus pacientes espero que no haya más empujones decidí dormirme.

—Llego tarde—dijo Leopoldo. —Tenemos que hablar.

—Sí, dónde estabas esta mañana Leooo.

—Estaba haciendo exámenes y atendiéndome

—¿Qué te hiciste un facial? —Mi amigo se sentó al pie de la cama.—Me entregó una cajita con joyería para mí y para los bebés eran esas pulseras de rojas para la protección con una mariposa de oro con números 1, 2 y 3 los dos sonreímos.

—Es que al principio será difícil reconocerles.

—Los números son la solución.

—Es como follar a escondidas de papá y mamá. Me incliné para darle un beso en la mejilla.

—Mily—Dijo y tomó una bocanada de aire grande. —Mily, no puedo ser el papá de los bebés.

—¿No quieres ser papá si son tuyos?—pregunté sorprendida.

—No, no pueden ser míos.

—Tuvimos sexo, una cosa es que no quieras y otra es...

—No puedo ser papá porque el cáncer que tuve fue en el testículo.

—¿Tienes conteo bajo?

—Tuve cáncer de testículo a los 13 años en el derecho y regresó a los 16 años; en el izquierdo. Me dieron quimio, radiación y ahora está en la próstata y vejiga tomé de la mano mientras le observaba sorprendida.

—¿Qué dicen los doctores?

El bebé del millonarioWhere stories live. Discover now