Última vez

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Nunca sabemos cuándo es la última vez que abrazamos a un ser querido. Yo no supe cuándo sería mi último abrazo con mi mamá, jamás me lo hubiese imaginado, pero lo recuerdo, era de noche y me contó una historia, me pidió venir con ella y le pedí que me abrazara. Niza me insistió en la mañana que fuera con ella y me abrazó, yo cerré los ojos con fuerza mientras le abrazaba y le recordaba que mi tía O es lo más especial de vida. Mi mamá se fue y no la abracé por casi diez años.

Con el tío Sebas fue similar, en la mañana me dio un beso. Me preguntó si me gustaban los anillos de boda que habían elegido le critiqué el oro a las bandas y el tamaño de la suya con respecto a la de mi tía O y él rio antes de llenarme de besos. Me pidió que le explicara cómo se lanzaban los pétalos de rosa y yo le mostré mientras practicaba con mis primitas y él las abrazó a ellas. Le di un abrazo y preguntó: ¿cuál es tu nuevo nombre?

Mily Caine Smith.

Volvimos a abrazarnos con fuerza porque los dos estábamos celebrando que teníamos la familia que tanto habíamos añorado. Mi nuevo papá me dio un beso enorme en la mejilla mientras me abrazaba, no volvimos a vernos tampoco en un largo tiempo.

Yo no abracé a Max.

—¿Mily?—preguntó el papá de Maximiliano.

—¡Mily!

—Vamos a proceder a una prueba de sangre—comentó el forense.—No tenía cicatrices en el cuerpo, Señora Caine, nos ayuda con una firma.

—Crees que puedes hacértela Darío, Damien estuvo vomitando y es de emergencia. Voy a pagar por la prueba rápida, si me dejas llamo al Pieth para que la adelanten —su papá asintió y me explicaron que pare realizarla fuera de la estación tenía que firmar unos documentos. —Quiero que paguen una búsqueda por gente, no creo que ese fuera Max.

—Mily, él iba piloteando a Trix, sabes que no deja que nadie toque esa cosa.

—Bueno, puede ser Roberto o el piloto que tanto le gustan los dos son altos y fornidos.

Kent, el hermano mayor de Max y mi ex amigo se acercó al grupo.

—¿No se te pareció?—preguntó sin saludarme.

—No puedo decir nada por qué a esa persona le faltaban partes del cuerpo.

—Le faltaba qué Mily, el pene o la cabeza.

—Las dos, no tenía la parte de atrás del cráneo, la piel la tiene quemada y es como si estuviese muerto antes de entrar ahí—dije mientras lloraba.

—Lo siento, pero Maxi no puede morir así—sollocé y Kent me abrazó y acarició mi espalda.

—Mi hermano tiene, mi hermano tiene una cicatriz en la línea del

Fui con la recepcionista a revisar los papeles para la extracción de sangre de uno de sus órganos, cuando un hombre se posó a mi lado dando desesperado y nervioso.

Dicen que mi esposo, perdón. Dicen que mi esposo podría estar aquí o desaparecido.

—Cuál es el nombre, por favor tranquilícese.

—¡Tranquilícese!—histérica repetí. —Estos han sido los minutos más crueles de mi vida y probablemente de la de este señor. ¡Tranquilícese! No define lo que estamos sintiendo—grité y mi papá se acercó para intentar tranquilizarme.

Me recordó que nada en esa situación es buena para los bebés y me dijo que Cash y Alonso estaban organizando equipos de búsqueda y Arturo estaba de camino para entregar la prueba a los laboratorios él mismo, asentí.

El bebé del millonarioWo Geschichten leben. Entdecke jetzt