No es el momento

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La siguiente entrevista fue la de Drake. La jueza le preguntó por los videos y las acusaciones públicas de violencia en mi contra. Drake se mostró avergonzado y con arrepentimiento reconoció que era cierto, que había sido duro conmigo, injusto e incluso soporté desplantes que no me merecía. Recordé que cuando regresó del hospital me obsesioné en hacerle todo más fácil y que la casa fuese más segura, así que conseguí que instalaran esos tubos ortopédicos para que pudiese sostenerse en unos meses y acondicioné el baño. Conseguí un enfermero para que nos ayudara y su mamá tomó acciones en la excavación en la que estaba trabajando para acompañarnos. Su madre me enseñó a hacer la sopa de tomate favorita de Drake. Las dos trabajamos en que fuese la mejor versión que hubiese probado hasta ahora, yo prepararé arroz para acompañarlo y unos plátanos al horno que le encantaban con canela y el helado casero para acompañar. El enfermero era fan de Drake, así que intentó consentirle también y llevarle a la mesa, pero, él no quiso mucha ayuda y mientras tras se colocaba en el espacio que le dejamos en la mesa su tenedor se cayó al suelo, Drake intentó recogerlo, se golpeó, se molestó fue horrible. Nos echó de casa a su madre y a mí y tiró del mantel y por ende la comida al suelo. —Fui muy grosero con Mily y la alejé, en el proceso le hice daño a la única mujer que me ha amado, no quiero sonar como la víctima; pero las mujeres me quieren por el dinero, el físico o el deporte, no porque les encante ver en repetición Greys Anatomy en el sofá o cocine dos pollos enteros para que me coma uno y medio. —La jueza sonrió de medio lado. —¿Qué opina de la señorita Pieth como mamá? Dadas sus circunstancias. —Mily ama con todo su corazón. No hay nada que no vaya a hacer por quienes ama y no estoy hablando solo de su capacidad de matar por esos niños. Mily es caritativa y siempre prioriza a otros; soportar cenas con Octavio y Vanessa; para que sean felices o criarlos en una caravana de campaña para que vean a Max o partidos y entrenos para que pasen más tiempo conmigo. —¿Qué tipo de papá quiere ser, señor Zollinger?—He querido ser papá toda mi vida—Reconoció. —Lo fui a los diecinueve por primera vez —Se quedó en silencio en par de segundos y cambió de postura, un poco incómodo. — Mi novia quedó embarazada. Era una obvia metida de patas y enteré el hockey y los estudios no me venía bien. Mis papás me dijeron que siguiera con los estudios y nos consintieron, nos mantenían a los dos, nos pagaban el médico, mi familia y yo esperamos con tantas ansias. No fui a ningún ultrasonido y mi relación comenzó a ponerse tensa, el bebé nació antes de tiempo, a la semana treinta y cuatro, y acefálico. Carolina falló en decir que tenía una adicción a las drogas. Mi bebé vivió solo cinco horas yo le sostuve en cada momento y mi familia pagó un centro de rehabilitación para mi novia, creí que era el amor de mi vida... Carolina se dosificó con morfina que robó del hospital en el que estaba internada. La jueza le miró a los ojos y le dijo que lamentaba su pérdida y le acercó una botella con agua. Drake tomó un par de sorbos. Yo lo sentía por él. Drake nunca me había explicado qué pasó con el bebé o con la mamá. Yo solo sabía que le había ido mal en el amor y había perdido un hijo y no podía imaginar el dolor y la tristeza que guardaba dentro, lo último que yo querría es que le pase nada a ninguno de estos tres. —¿Usted ha usado drogas?—No, soy fiestero natural. —Eso dice mucho de Mily. —Ella también. ¿Sabe? Son mis dos arrepentimientos Mily y Brisa—Respondió y ella asintió. —Cómo planea atender su carrera y a sus tres probables hijos, según el médico usted y Max tienen más probabilidad de ser los padres porque tuvieron sexo el día de su ovulación. —Voy a retirarme. Si Mily decide que quiere compartir su maternidad conmigo o si son mis hijos, voy a retirarme del hockey, tal vez entrenar ligas infantiles por hobby o una universidad eso tiene su truco, es muy divertido —aseguró. —No voy a preguntarte qué opinas de Mily como mamá porque estás enamorado Drake, según la psicóloga, claro. Se quedó en silencio y la jueza dio por terminada la entrevista. Llegó el turno de Octavio la mujer le dijo que nos acabamos de ahorrar los cargos por sexo con menores, sin embargo seguías quedando en duda el origen de todo este teatro, le leyó la descripción que dio la psiquiatra, narcisita, con conductas impulsivas y egoístas. —Pueden decir lo que quieran Amo a Millena. Sí, había más de un reto de por medio, pero le quiero, me importa que no acabe con Drake o que no esté dándole su vida al completo a Max y si somos honestos la quiero conmigo, la única persona que me hace no pensar obsesivamente en mí es Mily. —Entonces hay un patrón obsesivo que no notó la psicóloga—dijo la juez—Quiero lo mejor para ella. Para nuestros hijos—La jueza le vio en silencio y le dio las gracias antes de acompañarle hacia la puerta. ¿Por qué me compliqué tanto si la respuesta es tan obvia? Octavio es un hombre que no sabe lo que quiere, Max convencido de que el mundo gira a su alrededor. Drake será el Dios de Hockey, pero es un hombre enorme que puede lastimarla con un solo dedo. —Octavio—La alarma contra incendios comenzó a sonar y nos pidieron que evacuáramos. Uno de los guardas se acercó a la jueza y le advirtió que teníamos que salir pronto del edificio por una alerta de incendios. —Las sesiones por hoy están acabadas. —Dijo la jueza. —Continuamos mañana. Me subí a una de seis camionetas. Estrechó la mano de todos e incluso la mía. Mi servicio de seguridad nos rodeó a mí a mi familia, para que saliéramos por una de las puertas de emergencia laterales. Max iba escoltado frente a nosotros. Se despidió con un gesto de la mano y asentí, Drake me lanzó un beso y dijo que había parqueado fuera del juzgado, le di un abrazo aunque mis papás me regañaran y él sonrió. Las alarmas estaban desesperándome mientras atravesábamos los pasillos. Emilio estaba bromeando con que un reo estaba suelto y venía por nosotros. Vi un túnel y me agarré de mi papá. —¿Por qué vamos por aquí?—pregunté. —Desde las cámaras no detectaron ningún incendio—advirtió Xavier. —además la señora Vanesa les ha amenazado de muerte en dos ocasiones en el programa de hoy y nunca has sido santa de su devoción. Lo mejor es que no te acerques a Octavio, Mily. Me abracé a mi papá y caminé hacia el auto con él, quería que me tomaran la presión y regresar a casa a descansar, un baño y no ver a nadie más el resto del día y la noche, demasiadas emociones, demasiada información e incertidumbre. Me iba a despedir de mi mamá cuando se subió al auto. Todos le vimos y supe de inmediato que se debía a mi conversación con Octavio. —¿Mamá estás molesta por lo que dije?—Olivia bajó del auto y respondió: —No estoy molesta contigo ni con tus acciones—negó, pero su tono de voz decía lo contrario. — Simplemente estoy cansada, pero siempre logro tener la culpa de todo lo que te pasa, a Sergio y a Sebastian, tal vez Niza y Arturo quieran unirse. —Olivia, no es el momento—intervino su esposo y ella le vio indignada. —No eres perfecta mamá—Respondí. —Entiendo tus razones, pero no dejan de dolerme o no significa que me afectaran menos. —Perfecto, siento mucho haber intentado protegerte. —¿De qué?—pregunté. —De tener un papá en mi vida. —Milena, tienes un buen papá, pero el 90 % de las personas no, así que perdóname por creer que Arturo no estaría en el 10 % después de que nunca se responsabilizara por ti. —¡No lo sabía!—gritamos Niza, Arturo y yo. —A mí me dejaron un bebé y lo cuidé lo mejor que pude. Retumbó el sonido de varios balazos en distintos puntos del edificio y todos nos tiramos en el suelo.

El bebé del millonarioTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang