¿Dónde están?

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Antes de que mi hermano pudiese decir nada, Samuel se acercó y respondió con facilidad: —Termínalo con ambos —resolvió Samuel. —Lo tuyo con Max no es sano y si dejaste a un hombre con el que estabas comprometida, con todos esos planes de boda que tenías es por algo.

Un punto que yo misma he analizado pero es que a veces no ven todo lo bueno, perfectos encantador y dulce que es Max conmigo y yo estoy casi segura de que si él cambiase de director de campaña nuestras vidas serían un poco más vida y no trabajo al 10000%.

¿Es tan complicado separar la vida amorosa del trabajo Max?

Por triste que suene, para Max no es solo complicado; ¡es imposible!

—No sé si mi opinión cuente —dijo Bash. —Después de Jasper que ha sido toda mi vida sexual y de pareja, lo mejor que pude haber hecho fue estar soltero. En serio solo, nada de follamigos, amantes, citas o nos vemos, solo. Tengo toda la vida para estar con alguien, pero si no me doy la oportunidad cuando voy a estar conmigo.

Le acaricié el pelo a mi primito porque su ruptura no había sido escandalosa, dolorosa o explosiva como todos pensamos que sería su separación, sino que fue muy paulatina y simplemente llegó un momento en el que los dos se dieron cuenta de que estaban fuera de una relación. La parte dolorosa tras la ruptura fue que Jas pasó de años de amor e intimidad exclusiva con Bash a follador del pueblo. Es simplemente triste pero él ha sido muy maduro al respecto.

—¡Estás sabor, papacito!—le dijo Sergio y todos reímos. —No, en serio, nunca has estado mejor Bash.

—Gracias—respondió Bash y yo asentí.

Volviendo a mí, yo nunca he estado 100 % soltera, siempre tengo a alguien a quien cantarle la oreja o alguien que me caliente la cama y creo que el problema está en el sexo ¿por qué siempre tengo que tener sexo con estos hombres que me vuelven loca?

¿Por qué diablos sigo con ellos tres?

—Yo creo que estás forzando las cosas con los dos. Disfruta un poco de la vida, de tu dinero, de tus logros. Mily, tu felicidad definitivamente no está en Max y el mismo Drake te demostró que puedes vivir sin él.

—Gracias, chicos, por meterse en mi conversación privada.

—¡En esta familia no hay privacidad! —gritó Samuel y me tiró un poco de arena.

Así iniciamos una guerra fuertísima de arena en la cual Franco y Priscila terminaron casi ahogados en el mar. Yo me ensucié el vestido por lo que decidí caminar hacia casa en mi divino traje de baño y con el sombrero más grande de la historia todos se burlaron de mí mientras los desdoblaba del bolso, pero me voy guapísima.

—Sergei, tómame una foto para mis seguidores.

Después de varias tomas solas y en grupo finalmente seguimos caminando hasta llegar a casa. Vimos a Drake y Maximiliano discutiendo, ambos discutiendo a los gritos y bastante listos para pasar a los golpes. Franco y Samuel evitaron que se dieran de golpes y yo los saludé a ambos, pero no pude evitar preguntar:

—¿Qué haces aquí, Max?

—Quería sorprenderte—reconoció Max y suspiré. —Por él no me invitaste.

—Max, no estamos saliendo, estamos tonteando, para ser honesta estoy saliendo libremente con los dos, los periódicos lo han dejado muy claro y lo segundo tú tienes esa cena, así que no creo que quieras estar aquí.

—Estoy demostrándote que puedo cambiar.

—Sí, porque es un sacrificio lo que estás haciendo —intervino Drake.

—Por lo menos yo nunca le he agredido físicamente.

—Yo tampoco.

—Es mucho pedir que seamos amigos todos—pregunté y los dos se me quedaron mirando incrédulos. Busqué la mirada de mis primos y amigas, pero, todos me veían de la misma manera. —A los dos los quiero mucho y qué bonito sería que fuéramos amigos, o sea, te imaginas tú con una diputada guapísima, Drake y una groupie y yo y un hombre guapísimo con la polla grande. —ninguna rio ante la broma y suspiré cansada. —¿Podemos ser amigos? ¿Podemos intentar? ¿Por mí y por este bikini?

Los dos me miraron incrédulos.—Bueno planeo quedarme con alguno de ellos dos y ser amiga del otro, solo no sé cuál ahora y gana puntos el que diga sí Mily.

—Duermo contigo porque me invitaste —Advirtió Drake y me robó un beso. Levantó su maletín y con el impulso golpeó Max en los huevos, me quedé afuera con Max, el cual estaba serio y un poco decepcionado le di un par de golpes en el hombro y fui hacia el interior.

Actualidad a unos días del nacimiento de Love.

Abrí los ojos.

¡Lo logré!

No hay dolor, no me siento mal. Veo en la habitación a Drake y Max. Están observando con atención a Love mientras Max la carga. Él se gira hacia Drake y sonríe.

—Yo creo que es mi hija.

—Yo sé que es mi hija—replicó Drake.—¿tuviste sexo con Mily todo el mes antes?

—Puede, pero soy un caballero y no voy a decirte nada —Drake se rió.

—Eres una pesadilla.

—Yo pienso que es tu hija—reconoció Max.— ¿Podemos compartirla?

—No sé...

—Yo compartiría a mis hijos contigo.

—Tus hijos me van a querer más que a ti.

Los dos se miraron y rieron como viejos amigos. ¿Desde cuándo se llevan bien? ¿Qué está pasando? Espero no estar muerta, porque esté es un sueño rarísimo.

—Hola, ¿me pueden dar agua y dejar las pavadas?—pregunté y los dos se giraron.

Max sonrió y mantuvo a Love cerca de su pecho. Leopoldo entró en la habitación me miró y sonrió.

—Dios mío, creí que ibas a morirte.

—Lo sé —respondí y mi amigo corrió para acostarse a mi lado.

Drake me acercó el vaso de agua con la pajilla y Max se acercó con Love, sonreí porque ya no estaba secuestrado. Leopoldo volvió a salir para llamar a la enfermera y avisar a mi familia, poco a poco la habitación se llenó de gente.

—¿Y los bebés? ¿Qué pasó con mis gemelos? —todos se quedaron en silencio. —¿Dónde están mis bebés?

Los monitores comenzaron a sonar y mi papá se acercó a mí, me tomó de la mano y pidió:

—Mily necesitas calmarte, por favor.

El bebé del millonarioWhere stories live. Discover now