Dos bolsas

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Logan, Mía y papá estaban esperándome, me llevaron a la oficina y me pidieron que me cambiara en una bata. Después tomé asiento y mi papá me tomó la presión arterial en cada brazo. Finalmente, me acosté ene la camilla y me acomodé. Mi papá tomó mi mano y Mía me explicó el procedimiento, primero introduciría el ultrasonido trasvaginal, con el fin de intentar escuchar el corazón del bebé. 

—¿Qué está pasando?—pregunté. 

—Creemos que es un embarazo múltiple o un tumor Mily, dado que tu tía y tu mamá son mujeres con antecedente de embarazo múltiple. 

 —Así como tu familia paterna.

 —Tengo dos bebés—Pregunté. 

—Tienes tres—dijo Mía y giró la pantalla, ese es bebé uno en una bolsa distinta, y esos son bebé dos y tres en una bolsa compartido, lo más probable tengas mellizos y un hermanito al que malcriar por ser el menor.

—Puede que sea el mayor—Comentó Arturo. 

—Todos son del mismo papá o... pueden ser de diferente. 

—Pueden ser de dos diferentes papás, pero eso querrá decir que ovulaste dos veces, los cuales poco probable. Yo creo que son del mismo papá. 

—¿Es imposible? 

—En tu caso todo es posible, hijita—Dijo Arturo y todos le miramos, tenía los ojos llenos de lágrimas, le pregunté qué le pasaba y no pudo responder, simplemente se limpió la cara y continuo sosteniendo mi mano y yo la suya. Me explicaron que un embarazo múltiple no es sinónimo de embarazo de alto riesgo, sin embargo no harían la amniocentesis y tampoco estaba sobre la mesa seguir con algunas de mis rutinas de ejercicios como habíamos hablado con anterioridad. Me aconsejaron no volar de un país a otro o siquiera por la ciudad, mantenerme en tierra y con actividades simples como la costura o el diseño, preferiblemente desde casa. Me volví a vestir y mi papá estaba discutiendo los exámenes con mis tíos. Tomé asiento junto a mi tía Mía y ella sonrió. 

—No tienes que estar preocupada. Logan y yo nos encargamos de preocuparnos y resolver, tú te encargas de venir cada dos semanas, ver a tus bebés y comprar cosas. 

—¿Qué cosas tengo que comprar?

—Ya sabes, pintura y telas no sé si vas a coser para ellos. 

—No podemos saber ya qué es... 

—¿Podemos hacer el examen de sangre y ver ...? 

—No. No voy a aguantarme hagamos el examen, nadie lo lee, solo ahí por si acaso. Arturo se puso en pie y vino a abrazarme. Le llenó de besos y me preguntó si ya había almorzado, negué con la cabeza y reconocí que me robé las papas de una de mis hermanas. Mi papá y yo nos despedimos de Logan y Mía se despidieron. 

Él me dio un papel con una fecha. 

16 de octubre.

 —Es para que tengas una meta—Sonreí y volvía a abrazarle antes de salir de la oficina con mi papá. Los dos caminamos hacia la salida del hospital y en el parque nos encontramos con un montón de rosas, globos y flores. Estaban mis mamás y mis papás, mis hermanos y algunos de mis tíos y mi hermano mayor se acercó. 

—Tú nunca estarás sola, básicamente porque tienes más familia que las personas promedio normal y lo más importante es que tienes hermanos y hermanas muy intensos. Fuimos a casa de Olivia y Sebas, había un banquete de platillos realizados por mi madrastra la cual reconoció que no había cocinado para mí, pero nos venía bien. Les di la noticia a todos. Tres bebés requieren de un ejército y yo lo tengo. Olivia reconoció que pensaba que eran gemelos, pero trillizos era demasiado. Todos reímos. Mi teléfono volvió a sonar, finalmente tomé la llamada de Max.

 —Hola, señorita Pieth. El senador ha estado intentando contactarla. Sale del país pasado mañana y quiere cenar con usted si está disponible. 

—Y no tenía tiempo para hacer la llamada y seguir... Paty, muchas gracias. Ahh, por eso terminé con tu jefe para que no tengas que estar con estos mensajes y llamada y estupideces. Dile que cuando él quiera hablarme o verme tiene mi número y podemos coordinar. 

—Sí, señorita. 

—Gracias, feliz día. 

Mi papá puso música y Milo fue el primero en invitarme a bailar. Le acaricié el cabello rubio como el de su papá y su hermano y le miré mientras bailábamos. 

—¿En qué momento te hiciste tan mayor?—preguntó su hermano. 

—No sé. —respondió divertido.

 —¿Tú? —Para mí no es un piropo. 

—Lo sé, pero cuándo te hiciste consciente—reí. —No sé, soy muy consiente de muchas cosas. —repliqué. —pero no sé si es tonta para muchas otras. —Noo eres tonta Mily solo te gusta tener opciones y eso te mete en problemas. 

—Escuchaste a mamá y papá pelear. 

—No estaban peleando, estaban preocupados. 

—Sabes, cuando hablan de ti, siempre dicen Milo va a hacer cosas grandes—Dije y le di un beso en la frente. —Cuando hablan de Sergio, básicamente dicen que es perfecto o Bass, es... impresionante, listo y dulce. Cuando hablan de mí siempre están preocupados. Mi hermano me abrazó y me prometió que iban a seguir preocupados toda la vida, sin embargo, amándome con locura, con todo el corazón. 

—Gracias. —Nos preocupamos porque eres fantástica, pero no te das cuenta y haces cosas como romper tu compromiso con Max a semanas de la boda o dejar a Drake sin dar explicación alguna.  Es tu vida Mily, pero eres parte de nuestras vidas y tus actos nos afectan y tu dolor no duele y tu tristeza por estar embarazada de trillizos es dolorosa para todos. 

—¿Estabas fingiendo en el restaurante?—Mis hermanos no sabían. Ninguno preguntó. Las chicas creen que van a tener muñecos humanizados y Sergio está entre preocupado, en shock...—Hizo una pausa. —La que me preocupa eres tú —Replicó y dio una sonrisa a medias.

— Te amo mucho. 

Me quedé en un rincón del jardín viendo a mi familia, conversar, reír, ser ellos. Cuando recibí otra llamada por parte de Leopoldo. 

—Guapa, puedes no trabajar, puedes enojarte, sentirte triste e ignorar al mundo entero. Somos amigos,  te amo. No importa si es mío, del carnicero caliente o del casi presidente, incluso el pelirrojo loco. Voy a estar ahí así que si me lo permites seré quien te acompañe a las próximas citas 

—Leopoldo... 

—¿Qué si es mi bebé?—reí. 

—Leo.

 —Si no lo son, yo estaré bien con que sean mis sobrinos—Los dos reímos. 

—Bien. —dije—¿Cómo va el trabajo? Conversamos brevemente y le prometí tener aunque fuese un par de diseños para la nueva colección, luego me acerqué a mi mamá y ele pregunté cómo iba nuestra línea en conjunto. Niza me dio un abrazo y me dio un beso en la frente.

—Tengo todo resuelto. 

—Mamá, como sabes tendré que tomar una licencia tras otra y pensé... que tal vez... quieras... quedar al mando en mi lugar. 

—Eso sería un honor enorme. 

—Gracias, mamá estará conmigo todo el tiempo y tú en el negocio.

—Ada me miró y a mi madre. Vi a Emilio tomar la mano de mamá y le pregunté si estaba bien. 

—Cla.a...ro—respondió y su voz se quebró. A Niza se le escapó una lágrima y supe que no todo estaba bien. Le di una servilleta para que se limpiara y ella tragó duro mientras se cubría los ojos con la servilleta. 

—No sé... qué hice mal, qué dije—reconocí.

El bebé del millonarioWhere stories live. Discover now