19. Cambio

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Narra Francia.

Aquella noche me quedé despierta. Me había dado cuenta de que toda mi vida estaba cambiando muy drásticamente.

Estaba soltera con una nueva solicitud de empleo y con un amigo invaluable.
Todo lo que estaba pasando, era gracias a Dim, ni siquiera podía imaginar cómo sería mi vida sin él.

Al paso de los días, me di cuenta de que probablemente era momento de cambiar mi manera de vivir, digo, UK ya estaba con alguien más, Dim me ayudó a entender eso y aunque no me sentía de todo lista para dejarlo ir, entendí que quizá era lo mejor.

Cuando me di cuenta, ya habían pasado tres semanas desde que firmé el divorcio.

Había mejorado bastante, ya no me costaba dormir, comenzaba a acostumbrarme a la soledad de la cama.
Ya no sentía extraño al desayunar sóla y aunque un vacío seguía dentro de mí, sentía que podía seguir, salir a delante.

Estaba en mi casa cuando alguien llamó a la puerta, sabía que era Dim, siendo honesta, él era la única persona que me buscaba.

Me apresuré a abrir la puerta y una vez que lo tuve de frente me percaté de que traía un ramo de rosas con él.

—Hola Fran —él fue el primero en saludar—, traje esto para ti —dijo luego de extender sus brazos.

—Gracias —contesté luego de tomarlas, hacía mucho tiempo que nadie me regalaba flores—. Son muy bonitas ¿Quieres pasar mientras las pongo en agua?

No le tomé mucha importancia, di un par de pasos hacia atrás y el entró a la casa, yo simplemente me dirigí a la cocina y busqué un florero para las rosas.

—Oye Fran —me llamó la atención, yo le di la mirada en cambio.

Se acercó a mi y me ayudó a detener el florero en la mesa mientras ponía el ramo dentro del mismo.

—Me preguntaba si querías salir conmigo —dijo con seriedad.

—Oh, claro Dim —respondí sin pensar, nunca me negaría a una salida con él.

—No, bueno sí —sorpresivamente continuó hablando. Alcé la mirada y me crucé con la suya, parecía estar nervioso—. Lo que quiero decir es —apartó la mirada— sí quiero que salgas conmigo, pero no de la misma forma que antes… —dijo lo último casi en un susurro.

Al principio no entendí, se veía nervioso y actuaba con un poco de cautela, además de que comenzó a tartamudear.
—¿De la misma forma?… —cuestioné en intento de que continuara.

—Sí… —afirmó—. No quiero salir más como amigos, me gustaría que de ahora en adelante me vieras como un pretendiente, como una posible pareja… —hizo una pausa, ambos callamos durante pocos instantes. Luego me miró a los ojos y continuó—. Quiero tener una cita contigo, quiero que te des cuenta de que ya no busco ser solo un amigo…

Me quedé en shock, no tenía palabras que decir. Entendía que me estaba proponiendo, sabía que trataba de explicar que quería expresarme sus sentimientos, pero yo estaba en duda, todo había sido tan repentino, además de que yo seguía guardado un espacio para mí exesposo.

Estaba a punto de hablar, pero él me ganó a tomar la palabra.
—No tienes que decir nada, aún… —sus mejillas seguían igual de rojas—. No digo que de un día para otro ya seamos pareja, solo quiero la oportunidad de intentarlo ¿De acuerdo? —hizo una pequeña pausa—. Quiero que me des una oportunidad a mí, de conocerme y de demostrar que puedo ser un hombre merecedor de ti.

Me quedé sin palabras, ¿qué se supone que debía decir?
Guardé silencio y agaché la mirada, realmente ni siquiera pensaba en algo que decir. Todo era cierto, Dim ha sido un excelente amigo, es un hombre bueno y no me quejo de nada respecto a él. Pero la verdad era que no me sentía del todo cómoda para dejar de verlo como a un amigo, ni siquiera estaba segura de si necesitaba una pareja.

Inhalé hondo, sabía que probablemente lo mejor para mí era cambiar la rutina, quería respirar nuevos aires y experimentar cosas nuevas, quería liberarme de todo, quería olvidar lo pasado.

—Me encantaría tener una cita contigo —finalmente dejé salir aquella frase. No sabía si era lo correcto, pero de una u otra forma salir con Dim no me comprometía para nada así que no me sentiría atada.

—¿De verdad? —me miró incrédulo, yo sólo asentí con la cabeza.

Su mano se desplazó hacia mi con cierta cautela, me tomó de la mejilla y me acarició suavemente mientras me miraba a los ojos.

—Haré que esto valga la pena… —dijo casi susurrando.

Se acercó en un movimiento rápido y me besó la frente, parecía estar ansioso pues me besó varias veces, sin embargo, guardó respeto y ninguna fue en los labios.

—Dim… —interrumpí el momento, no deseaba incomodarlo ni nada, realmente quería cambiar de tema.

Él fijó toda su atención en mi y me miró a los ojos con ternura.
—Dime —respondió.

Aparté la mirada, quizá iba a tomar una decisión apresurada.
—Es respecto a lo de la otra vez… —continué en voz baja—. Sobre el empleo, me preguntaba si aún seguía disponible la propuesta.

—Por supuesto —respondió de inmediato—. La compañía parece estar muy interesada en ti, seguro que te contratarán sin pensar. Me comunicaré con ellos de inmediato.

Lo miré de frente y sonreí.
—¿Quieres trabajar conmigo? —le pregunté—. Según recuerdo, tú quedaste como mi representante, así que el trabajo sería para los dos, ¿no?

—Claro que me gustaría trabajar contigo.

Y sin más que decir, se acercó y me envolvió entre sus brazos, me acogió entre su regazo y me permitió poner mi cabeza en su pecho.

—Me alegro de que quieras hacer un cambio —me dijo al oído, parecía haber leído mi mente.

Sus palabras llegaron a mi pecho, un nudo se hizo en mi garganta y una fría sensación recorrió mi espalda.
La sensación no era buena, pero tampoco mala. Se sentía reconfortante.

—No sé si un cambio sea realmente bueno… —me desahogué—. Tengo miedo Dim, tengo miedo de no poder superar esto, de que esto salga mal o de que vaya a fallar, realmente no sé que hacer.

—Tranquila —respondió—, estoy contigo, todo estará bien. Verás que todo mejorará y que en un abrir y cerrar de ojos, el pasado solo será un mal sueño.

Me aferré a su espalda, sus palabras eran justo lo que necesitaba, un confort, un hombro donde llorar, un abrazo que me permitiera desahogarme…

—Te quiero… —susurré con lágrimas en los ojos—. Gracias por estar aquí, por no dejarme sóla…

—Siempre estaré aquí… seré el cambio que necesitas.

Otra oportunidad (Countryhumans • Francia • UK)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant