Juegos Mentales [Libro #1] ✓

Prologo

—¡No puedes matarme!

—¿Y quién dice que no podre?— le sujeta el cuello con un solo brazo.

Me siento la herida intentando respirar ya que este dolor que siento es la peor mierda que e sentido en mi vida.

—¡No eres nada!

—Tal vez no, pero aún así podré.

Clava su mano en el pecho y le saca el corazón de un solo tirón, deja caer el corazón en el piso y todos los guerreros que venían por ella se quedan fríos al ver que su rey cayó de rodillas.

—¡Matenla!— grita alguien que oigo demasiado lejos.

Abro los ojos cuando me doy cuenta que los cerré y miro a mi alrededor.

—¡A por ella!

—Tu herida...— me dice la chica que tengo al lado y al girarme veo como señala la herida de mi abdomen y está totalmente curada.

Me giro hacia la chica a unos metros de mi, ella me mira hasta tenerme cara a cara y oigo como las pisadas de los guerreros siguen y vuelvo a mirar a la mujer que pelea como una maldita experta.

Veo en cámara lenta como levanta la mano y en un solo movimiento de su mano todos los guerreros se vuelven polvo. Todos los seres que quedaron vivos que son varios la miran con una cara de terror.

—El caos, la destrucción encarnada— susurran— han cometido un error.

Todos los seres bajan las armas y posan la primera rodilla en el piso haciendo una reverencia y así es con todos los seres que la están mirando. Desde los niños a los más adultos.

—¿Porque lo dices?— le pregunto a Antonella.

—Porque no solo tiene el poder de la destrucción...

—Si no también el del caos y el poder fénix— dice la diosa de ojos diferentes al llegar a mi.

—¡Eso es imposible!— grita Antonella.

—Tres de los dioses más poderosos del universo me han otorgado su poder— menea la cabeza con una sonrisita burlona— si yo fuera tu también tuviera miedo.

—Eres....

—Soy la diosa más poderosa del universo, y no solo eso— ladea la cabeza— no soy un angel, soy una diosa del inframundo.

—Han cometido un error al implantar tanto poder en alguien como tu— da un paso atrás— tú puedes volver polvo medio universo si así lo deseas.

—Por eso es que tú hermano me a cuidado tanto— se aserca a mi con una sonrisita y cuando la tengo alfrente la sujeto de la cintura pegandola a mi— rezale a dios por qué tú hermano pueda controlarme.

—Samael....— mi prima me mira con terror.

—Ella está en buenas manos— miro a la diosa frente a mi y sonrio.

El caos, la destrucción y el poder fenix encarnado en algo, en alguien, en ella en la chica que es mi novia, mi chica, mi mujer.

Es hora de que vean de que se trata el juego más grande del mundo creado por ella, por un mounstro, una ninfa.

Una diosa.