CAPITULO 28

11 2 0
                                    

Aveces no es malo divertirse con el sufrimiento ajeno.

-Casandra Quintero.

*****

—¿Por esa mierda mandarín a sus hombres al matadero?— pregunta Scarlett divertida sirviéndose un trago.

—No lo sé Scarlett. Nosé porque pero dijeron no, que no harían negocios con ustedes los italianos y colombianos por el simple echo de que harán tratos con la mafia rusa.

—Los alemanes no me dirán a mi que hacer o no— aclara ella girandose hacia dayana— que tengan en cuenta que la cabeza del líder de la mafia alemana está en mis manos.

—Dijo que tú no podías hacer nada— suelta una risita.

—¡No puedes matar a ese líder así porque si!— le regaña mi tía marian.

—Mato al que a mí se me antoje— le contesta mi novia.

—¿Que pensas hacer?— pregunta maikol como si nada.

—Los alemanes no saben aún si nosotros estamos vivos o no— se sienta en el borde de la mesa— Está mañana mandaron a japoneses a revisar la zona y me encargue de ellos. Los alemanes recibiran un regalo de mi parte. Nadie entra a una de las mansiones dónde estoy y manda a matar a todo el mundo

—Tienes que pensar bien que haras
— le recuerdo y está asiente con una sonrisa.

—Y en eso estoy. Ya tengo todo listo y por eso está ves enviaré a otro a qué resuelva eso.

Después del combate que tuvo con Verónica nos vinimos a la sala de reuniones y estamos todos aquí.

—¿Que harás?

—¿Todavía tenés lo que me dijiste?— aiden asiente y le entrega una carpeta.

—¿Que es eso?— abre la carpeta.

—Su líder mando a su primogénita a España para que estudie allá y no lleve tanto riesgo como en su país natal— posa la foto de una chica rubia en la mesa— le cambio el nombre y todo. Estudiará en la misma universidad que nosotros.

—¿Cómo le entraras a alguien que lleva más de 50 hombres vigilandola?— pregunta mi abuelo curioso.

—Harias una matanza si llegarás a acercarte o secuestrarla— dice mi abuela.

—No le entrare desde afuera. Le entrare desde adentro— todos arrugan la cara— ella es una chica de 20 años. Por lo tanto me encargue de que quedase en las mismas clases que yo. Tengo rienda suelta, además no la mataré así tan fácil, jugaré con ella a mi antojo hasta que me vea como una amiga.

—¿Harás lo mismo de Corina?— enarca una ceja Owen.

—Nahh. Corina fue otra cosa, esa si era sanguinaria, esta chica no.

—¿Cómo jugaras con ella?— pregunta mi prima Mariana.

—Somos espertos en psicología, jugar con la mente de una chica no será difícil— dice mi chica como si nada.

—Dejaremos eso a tu cargo— dice mi madre y está asiente.

—Señor— me llama un hombre al entrar en la sala— disculpe que lo moleste pero es importante.

—Habla.

—Está mañana trajeron a un hombre, por lo que sabemos traicionó a los japoneses y lo trajeron a modo de ofrenda de paz.

—¿Cómo que ofrenda de paz?

—No lo sé, pero lo dejaron está mañana tirado en nuestra puerta junto a dos personas. Por los exámenes de ADN se llama Jhonatan Martínez Almeida. No tiene segundo nombre y proviene de Londres.

Juegos Mentales [Libro #1] ✓ Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora