CAPITULO 17

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SCARLETT

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—Quiero verte.

Suelta un largo suspiro y se separa de mi oído. Clava sus ojos de diferentes colores en mi y sonríe.

—Creo que me verás más pronto de los que yo pensaba— dice con picardía y yo sonrió sin poder evitarlo.

—Mas te vale.

El se ríe bajito hasta acercarse más a mi. Mi cuerpo se tensa cuando creo que va a besarme pero me da un beso en el puente de la nariz. Suelto un suspiro de placer cuando lo hace y el sonrie con ternura volviendo a pegar su frente a la mía y dejarla alli. Sonrió y puedo ver sus ojos que me ven como la cosa más adorable del mundo.

Mi corazón va a mil por hora.

Creo que se me saldrá el puto corazón si sigue tan serca de mi. Nos quedamos unos minutos así hasta que me da un beso en la mejilla y vuelve a hundir su cabeza en el hueco de mi cuello. Yo quitó las manos de su pecho y las paso por su cuello y entrelazó mis dedos en su cabello negro y la sedosidad del mismo.

El suspira profundamente disfrutando el momento al igual que yo. Pasamos minutos así hasta que nos separamos pero el no lo quita su mano de mi cintura.

—¿Dónde estamos?— pregunto viendo hacia los lados.

Todavía están los árboles y el hermoso paisaje.

—Es un sitio que yo e creado para que cuando tú decifraras ese hilo aparecieras aquí.

—¿Osea un lugar para que no pueda llegar a tu mente? Muy ingenioso. Idiota— mascullo de mala gana y el se ríe con ganas.

—Tengo todo fríamente calculado— se gira y me señala la mesa que aún seguía detras de el.

Puedo contemplar en la mesa todo tipo de comida y jarras llenas de jugos y gaseosas.

—¿Y cómo coño puedes tener comida aquí?— pregunto viendo las fresas con chocolates que ahí en la mesa.

—Pues es lo mismo que e echo conmigo mismo. Por eso puedes tocarme y sentirme. E echo una realidad— dice cogiéndome con un brazo de la cintura— hice este pequeño lugar entre mi mente y la tuya para que ambos pudiésemos estar aquí cómodos. Por eso ahí comida y todo, tu puedes comer cualquier cosa de la que ahí allí — señala la mesa con la barbilla — y tú cuerpo se llenara porque es como un pequeño mundo.

Abro la boca sorprendía y la cierro cuando me giro hacia el.

—Eres un genio— murmuró. Me pongo de puntillas y le planto un beso en la mejilla— ¿Porque nunca me habías dicho que has creado este lugar?

—No tiene mucho tiempo— dice con algo de vergüenza.

Me da un pequeño empujón para que coja algo de la mesa. Me aserco a ella y cojo un recipiente lleno de fresas cubiertas de chocolate.

—Eres un estúpido ¿Todavía sabes que me gustan las fresas con chocolate?

Me llevo una a boca y siento el sabor agrio de la fresa y el dulce del chocolate.

—Son tus favoritas— dice haciéndose el inocente.

—¿Cuánto tiempo tiene este lugar?

—Lo cree cuando empezaste a salir con el cabron de tu novio.

En la mesa ahi panqueques, huevos, fruta, panes rellenos con miles de cosas, gomitas, dulces, chocolates. Jugos y refrescos. Un paraíso.

—Que casualidad ehh— dejo el recipiente de fresas en su sitio—con que celoso ehh.

Juegos Mentales [Libro #1] ✓ Where stories live. Discover now