Juegos Mentales [Libro #1] ✓

CAPITULO 35

—Sacales las verdades si no quieren decirte las.

-Vivian Jhonson.

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Narrado por: Dalila de Banner.

Madre de Richard Banner- tercer cientifico.

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Lo más importante para nosotros es la familia, puede pasar lo que sea pero nuestra familia es primero. Yo e dado todo por la mía, de mis hijos hasta a mis nietos desde que están en el vientre.

Tengo y quiero cuidar mi legado y que nuestro apellido sea grande en el mundo, grande en el país de dónde venimos. Mis tres hijos han echo las cosas bien, han cuidado nuestro legado y sus acciones ante el mundo.

Tenemos enemigos y familias que nos están respirando en la nuca pero seguimos adelante con armas en alto para las guerras que puedan empezar. Me terminó de arreglar mi cabello marrón con varias canas.

—Esta todo listo señora.

Me pongo mi collar de diamantes y bajo junto a la sirvienta que no me mira. Reviso cada decoración de mi casa y está todo perfecto para la reunión que haré con varias personas de mi familia y varios de mis socios.

—¿A qué hora llegara Richard?— pregunto al hombre que entra.

—Dijo que llegaría en dos o tres horas.

—Perfecto. Terminen todo rápido— ordenó y me dirijo a la cocina.

Me tienden una taza de café y me dirijo al balcón que me muera todo el campo que tiene esta casa.

Tengo años viviendo aquí gracias a las malas cosas que han echo los idiotas de mis hijos y tengo que esconderme. Nadie en el mundo sabe que yo vivo aquí, mis sirvientas y hombres me hacen todo y si salgo me tengo que hacer un cambio de look para no verme como verdaderamente soy.

Estoy hasta la coronilla de todo esto y por eso el día de hoy exigire que me saquen de aquí, almenos que me cambien de casa por un tiempo para no aburrirme como lo hago aquí. Son unos imbéciles porque gracias a las cagadas de ellos yo pago las consecuencias.

Todos terminan la comida y llegan la mitad de mis invitados «conocidos de la familia» y mi hijo mayor.

—Natalia acaba de avisar que llegara un poco tarde, señora— avisa mi hombre de confianza.

—Les agradezco el que estén aquí el día de hoy— les digo con una sonrisa a mis viejos amigos.

—A sido un placer, amiga— mi mejor amiga me da dos besos en las mejillas.

Me siento en la cabeza de la mesa y todo hacen lo mismo en la larga mesa. Está mi mejor amiga con su esposo, mis dos socios con sus esposas y sus dos hijos, mi hijo mayor, su amante y cuatro personas más, amigos de la familia. Dejo la otra punta de la mesa para que mi hijo preferido se siente allí.

Nos sirven la comida y brindo por esta deliciosa comida.

—¡Salud!— chocamos nuestras copas y nos volvemos a sentar.

Estoy muy feliz de poder pasar estos momentos junto a mi familia, o parte de ella claro.

Empiezo a comer sin ningún problema sintiendo el sabor del pollo asado junto a los vegetales y las papas. Se me hace agua la boca de lo exquisito que está la comida.

Un escolta en cada esquina del comedor donde nos cuidan de manera de que no nos pase nada.

—Huele divino...— oigo una vos lejana y me quedo quieta al ver que no es conocida.