Juegos Mentales [Libro #1] ✓

extra III

Presente:

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—Asi que cuando eras niño eras todo un niño asustado y malcriado— se burla Taylor mirando al colombiano y este lo fulmina con la mirada.

—Solo era un niño.

—Que casi deja que lo maten por capricho— dice alisson.

—Deje que casi me mataran porque no podía dar la ubicación de mis padres, no se quejen.

—Asi que el rey de Latinoamérica antes de serlo era todo un niño caprichoso— se burla aiden y este sonrie burlón.

—Todos pasamos por eso, hasta Taylor y hasta emilio.

—A mi no me metas en tu combo de niños pendejos maikol— pide el hombre de ojos azules.

—Bueno...— dice Vivian divertida — ¿Y como conociste a la madre del joven aquí?— señala al rubio.

—Eso ni lo cuentes scarlett— pide el mirándome con seriedad.

—¿Porque? ¿Porque te utilice como chantaje para llegar hasta ella?

—No eso no.

—Ah si— habla Owen— que te entrenamos y sufrías de tanto cansancio en los entrenamientos que te desmayabas.

—¿Eso es cierto?— pregunta will— yo no sabía eso.

—Es porque nadie lo sabe— farfulla maikol.

—Ni yo sabía eso— se burla alisson— ¿Enserio? ¿Y porque te desmayabas? ¿Tus estándares de belleza no llegaban a tantos extremos de entrenamientos?

Todos soltamos la risotada y maikol sonríe sacudiendo la cabeza.

—Es que eran demasiados fuertes, era algo jamás visto los entrenamientos de Scarlett.

—Eso te volvieron el mejor sicario de Latinoamérica imbécil, no te quejes— le digo.

—Pero tienes que admitir Scarlett que eran muy pesados para un niño de 15 años, tú tenías 13 pero tenías poderes y yo no.

—Si eso lo sé pero gracias a eso te volvieron lo que eres y te volviste mi mejor amigo, no puedes reclamarme nada.

—Y agradezco eso pero no quieras venir a decir que ustedes eran compasivos— nos señala a Owen y a mi— porque no lo eran.

—No, no lo éramos, ahí que aceptarlo— dice owen con una sonrisa.

—Sigan con la historia— pide aiden.

—Pero si esa ya la sabes entera y de pies a cabeza— le dice maikol con una ceja enarcada.

—Es que siempre hemos visto la perspectiva de Owen pero no la de Scarlett— yo sonrió ante lo que dice la rubia.

—Es cierto— coincide astrid— queremos oírte, o bueno verte Scarlett.

—Venga— pide Taylor.

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El pasado:

Llegamos al hotel evitando a las mujeres de limpieza y a la recepcionista. Cuando llegamos a habitación abro la puerta y mi hermano mayor se levanta de golpe al ver a mi acompañante.

Saca su arma y le apunta directo a la cabeza sin dudar un segundo.

—¿Quien es este?— pregunta aún apuntandolo.

—Es el que gritaba.

—¿Y que hace aquí?

—Lo ayudaremos a llegar a su país mañana— le hago saber y este intenta no demostrar su desconcierto.