Capitulo 58

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Advertencia: capítulos finales

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Narrador: Roxana Vázquez.


Año tras año desde que murió Nicolás todo se me a salido de las manos.

Yo crei que al matar al mejor científico del mundo todo se me iba a poner fácil ya que ese hombre tenía la mente de un genio pero también la de un psicópata. Nicolás era un hombre muy astuto, perspicaz, calculador, todo lo que hacía lo tenía controlado y calculado para que saliera perfecto y así le salía todo, perfecto como el lo planeaba.

Yo lo conocí siendo solo una chica de 20 años trabajando en una de las empresas científicas más grandes del mundo, secretas de Reino unido. Yo era una secretaria de unos de los encargados de esa gran y misteriosa empresa donde hacían experimentos de todo tipo junto con la ayuda de otros países.

Desde la primera vez que lo ví quedé fascinada por el, era un hombre muy guapo, su cabello rojizo y esos ojos azules como el hielo que fueron los que me hicieron caer rendida a sus pies. Yo me enamore de el como una adolescente hormonal y el me correspondió.

Empezamos a tener una relación y me di cuenta todo lo que había detrás de el y ese porte de hombre empresario, lo maquiavélico, calculador, frío y cruel pero donde bajaba la guardia cuando me tenía a su alrededor, parece que yo, una simple secretaria logro descongelar ese corazon de hielo que tenía en su pecho.

Dos años después nos casamos al tener una buena y estable relación, yo un año después sali embarazada y el estaba encantado de que vayamos a tener un hijo. Me cuido y protegió al igual que a su hijo. Mientras tanto compartía con nosotros, criaba a su hijo y nos amaba, años después cuando mi pequeño Erick tenía tres años, me enteré que tenía a un bebé en mi vientre otra vez, Nicolás al enterarse estuvo muy feliz y más cuando se entero que sería una niña. Fue el día más feliz de nuestra vida.

Éramos una familia feliz y así nació Aradia, una niña hermosa, una pequeña pelirroja con ojos de diferentes colores y eso fue algo que no entendimos nunca pero que al parecer no era malo, solo es genética.

Años pasaron y todos éramos una familia feliz. Mi pequeño Erick tenía seis años y Aradia sus tres añitos.

Nicolás un año después empezó con su nuevo proyecto.

El crear a personas con poderes.

Eso fue algo que él empezó a crear junto con tres amigos científicos de el; mientras ellos experimentaban y hacian sus pruebas para hacer ese experimento y si saldría como ellos querían sería todo un gran golpe porque serían los primeros cientificos que podrían crear mutantes— así les llamaban ellos— y gracias a la inteligencia que tenía mi marido les servía de mucho.

Años pasaron cuando Nicolás logro en primer suero, luego de que muchas personas hallan muerto como experimento de prueba ellos siguieron sin importarles nada y ahí fue donde me dió miedo lo que hacía Nicolás.

No le importo la vida de esas personas, solo con seguir el suero y fue algo que me aterro porque ví el ser frío y oscuro que se escondía detrás de ese hombre. Consiguieron el suero después de tanto y cuando lo obtuvieron Nicolás en lugar de hacerlo con sus amigos, los hombres con los que había trabajado, no les dijo a quien le inyectó el suero. Lo hizo a escondidas y se lo implementó en alguien que nadie sabía, nisiquiera yo siendo su mujer.

Juegos Mentales [Libro #1] ✓ Where stories live. Discover now