CAPITULO 4

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TAYLOR

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Muevo el lápiz en mis dedos y veo a todos los adolescentes que están a mi alrededor. Pensar que tengo 20 años y todos los adolecentes aquí tienen 17 o 18, puros niños hormonales imbéciles.

—Buenos días jóvenes— levanto la mirada y veo a la mujer que entra y saluda a todos.

Me quedo pensando en lo que pasó ayer con Scarlett y suelto un resoplido. Esa mujer juega con las emociones y pensamientos de uno a cada dos por tres.

Hoy me trajeron mi auto y decidí mandarle un mensaje diciendo que vendría solo e imagino que lo leyó porque ni se inmuto en buscarme así que bien.

El lugar que está a mi lado está vacío ya que me e sentado en el último del salón para que nadie me joda, y así cada quien habla con sus amigos y yo ni los miro.

Oigo unos pasos y me giro hacia la puerta donde entra Scarlett con un jeans negros ajustado, un top celeste que hace resaltar sus tetas y lleva unos tacones negros con una sudadera negra que le queda grande y su mirada clavada en el móvil en sus manos.

El cabello negro le cae por la cara y la hace ver más  hermosa y maquiavelica con esos ojos de diferentes colores.

—Buenos días señorita Montero— la saluda la Profesora y ella le sonríe.

—Buenos días profesora.

Pasa de largo y se sienta a mi lado.

—Hola jefecito— me saluda con una sonrisita y yo ruedo los ojos.

—No me digas así.

—Lo seguiré haciendo— se encoge de hombros.

Miro sus luceros y todavía no me acostumbro a sus ojos de diferentes colores. Creo que nunca lo haré porque cada día son de diferentes colores, el izquierdo lo tiene en un celeste y el derecho en un negro profundo.

—¿Haces que tus ojos convienen con tu ropa o como?— pregunto con curiosidad.

—Mis ojos naturales son asi— señala sus ojos.

—¿No sé supone que uno debería de ser marrón.

—Pero el mío es negro, soy un caso especial— me dice en tono de burla.

Asiento una sola vez y la profesora empieza a hablar.

—¿Tu horario no dice que deberías de estar en otra clase?— le pregunto de la nada.

—Ah, es que esa es la de esta mañana y no fui, así que vengo a esta para recuperar y no perder notas.

—Interesante.

No dice nada y se queda viendo su móvil.

Mientras la clase sigue y ella teclea en su móvil y la veo bien y enserio que es hermosa, sus ojos son preciosos, todo de ella es precioso y único pero al mismo tiempo frío y calculador.

La imperfección más perfecta.

—Te ves hermosa— digo viendo su perfil, ella gira su cara y me ve con una sonrisita burlesca.

—Dime algo que no sepa— masculla con arrogancia y sonrió.

—No aceptas nisiquiera halagos. Que antipática.

—Soy un amor nene— me guiña un ojo.

—Un amor es una palabra muy grande para lo fría que eres.

—Un amor helado.

—No lo dudo.

Pasa un rato que la profesora habla que habla y me giro a Scarlett que aún chatea en su móvil.

Juegos Mentales [Libro #1] ✓ Where stories live. Discover now