Capítulo 5

352 34 94
                                    

A las 8:00am en punto Manuel y Mayte se reunieron en su oficina, él le ofreció un poco de café en lo que esperaban que Emmanuel llegara pero ella le pidió mejor un té, por alguna extraña razón el se repitió un par de veces como le gustaba el té porque quería recordarlo, si iba a ser su esposa tenía que saber hasta las cosas más simples de ella, mientras esperaban estuvieron hablando un poco de sus vidas, nada muy profundo pues aún no había tanta confianza como para llegar a esos temas.

Manuel: Y ya está todo bajo control? -Le preguntó.

Mayte: Si -Suspiró. De cierta manera logramos solucionarlo -Asintió.

Manuel: Me da gusto -La miró. Yo le prometo que la vamos a levantar -Tomó su mano.

Mayte: Ya le dije que le creo -Dijo mientras lo veía y dejaba que tomara su mano. Pero lo estuve pensando y creo que necesito tomarme un pequeño descanso, tal vez Damián se pueda encargar de todo por ahora, no tiene mucho caso que esté yendo a la empresa y la verdad es que me hace mal -Suspiró.

Manuel: Damián? -Preguntó.

Mayte: Es mi amigo y ha trabajado conmigo desde el principio -Respondió.

Manuel: Solo amigo? -Preguntó con curiosidad.

Mayte: Si -Asintió.

Manuel: Yo creo que si le da paz alejarse por un tiempo está bien -Asintió. Pero no se deje apagar por el dolor que siente, créame que vivir así no es vivir -La miró

En ese momento entró Emmanuel a la oficina, al verlo se soltaron la mano y se separaron un poco, ambos se acomodaron en sus lugares y él cerró la puerta para después sentarse frente a ellos.

Manuel: Ella es Mayte, mi futura esposa -La presentó. Él es Emmanuel, mi mejor amigo -La miró.

Emmanuel: Vaya, así que eres tú -La miró con sorpresa. El mundo es un pañuelo -Sonrió.

Mayte: Hola -Sonrió.

Manuel: Se conocen? -Preguntó un poco confundido.

Emmanuel: No, pero ayer la ayudé a entrar a la fiesta y ya entiendo un par de cosas -Dijo mientras sacaba un folder de su maletín.

Mayte: Era importante para mí, así que gracias -Dijo amablemente.

Manuel: Gracias a ti que ahora no estás ayudando -La miró.

Mayte: Yo solo quiero darle a ese imbécil dónde más le duele así como él lo hizo conmigo -Alzó los hombros.

Emmanuel: Bueno, hice el acuerdo matrimonial -Dijo mientras sacaba un par de hojas.

Mayte: Para que un acuerdo? -Miró a Manuel.

Manuel: Porque tenemos que dejar claras las condiciones -Le dijo. Si quiere antes de firmarlo puede llevárselo y revisarlo con alguien de confianza -Dijo para hacerla sentir segura.

Mayte: Bien, yo confío en usted -Respondió.

Emmanuel: Antes de empezar les voy a pedir de favor que empiecen a tutearse, si se van a casar no pueden estarse hablando de usted -Los miró. Y también necesito que se conozcan más, tienen que parecer dos enamorados, no un par de adultos nerviosos ante el más mínimo contacto -Les cerró un ojo.

Manuel: Empieza a leer, por favor -Dijo mientras lo mataba con la mirada.

Emmanuel: Bueno, en las condiciones del matrimonio estará estipulado que la unión debe durar por lo menos dos años y después del tiempo cumplido los dos podrán hacer de su vida lo que les venga en gana, otra condición es que ambos deben guardar fidelidad al otro y la condición más importante es que nadie sepa de su trato -Los miró.

Solo tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora