Solo tú

Capítulo 48

Después de un largo y silencioso camino Emmanuel se estacionó frente al departamento en el que vivía Fernanda, en todo el camino habían mantenido una divertida conversación y la morena ya se había olvidado del momento tan incómodo que habían pasado hace unas cuantas horas en la mesa, por su parte el hombre seguía pensando en como hacer para acercarse más a ella y saber si estaba sintiendo lo mismo, lo que no sabía era que no tenía que hacer ni el más mínimo esfuerzo pues el universo ya tenía todo escrito y muy pronto sus dudas se iban a responder solitas.

Emmanuel: Listo, te traje completamente segura a casa -Sonrió mientras le abría la puerta del auto.

Fernanda: Gracias -Sonrió amablemente mientras se bajaba. Quieres subir a tomar un café o algo? -Le preguntó mientras lo veía.

Emmanuel: No te molesto o interrumpo? -Le preguntó con curiosidad.

Fernanda: Para nada -Negó.

Emmanuel: Entonces te acepto una copa de vino -Asintió.

Fernanda: Vamos -Dijo mientras lo tomaba del brazo y lo llevaba hacia el edificio.

Mientras hablaban de lo contentos que estaban porque la nana ya había salido del hospital subieron al departamento de Fernanda y ella lo invitó a ponerse cómodo para después perderse en la cocina en busca de un par de copas de vino, unos minutos después volvió a dónde se encontraba Emmanuel admirando la vista de la ciudad y enseguida ella se sentó a su lado.

Fernanda: Aquí tienes -Dijo mientras le extendía una copa. Buena vista, verdad? -Le preguntó mientras admiraba la inmensidad de la ciudad.

Emmanuel: Preciosa -Sonrió mientras la veía. Me da mucho gusto que al fin puedes inaugurar tu tienda -Dijo sinceramente.

Fernanda: A mí también -Dijo con emoción y volteó a verlo.

Emmanuel: Va a ser todo un éxito -Le aseguró.

Fernanda: Espero que si -Asintió. Oye, te quería hacer una pregunta -Le dijo seriamente.

Emmanuel: Dime -La animó pues tenía mucha curiosidad de saber qué quería preguntarle.

Fernanda: Quieres ser mi acompañante el día de la inauguración? -Le preguntó sin rodeos.

Emmanuel: Por supuesto -Asintió rápidamente. Será un honor acompañarte en esa noche tan importante -Dijo mientras sonreía.

Fernanda: Gracias -Dijo mientras le sonreía.

Mientras disfrutaban de su copa de vino siguieron platicando y no fueron conscientes del tiempo, por otro lado Mayte y Manuel se encontraban recostados en la cama, él estaba frente a su vientre pues estaba acariciándolo y hablándole a su bebé.

Mayte: Estoy segura que a nuestro bebé le encanta saber lo amado que es -Sonrió mientras acariciaba su mejilla.

Manuel: Y por eso yo me voy a encargar de decírselo siempre -Sonrió mientras besaba su vientre.

Mayte: Eres el mejor papá y esposo del mundo -Dijo sinceramente.

Manuel: No -Negó. Solamente quiero ser todo lo que ustedes se merecen -Dijo mientras se acercaba a besar sus labios.

Mayte: Te amo tanto -Susurró sobre sus labios mientras acariciaba su cabello.

Manuel: Y yo a ti -Le aseguró. Te amo de una manera que a veces me asusta -Le confesó.

Mayte: Por qué lo dices de esa manera? -Le preguntó.

Manuel: Porque me da miedo pensar en la posibilidad de perderte -Suspiró.