Capítulo 63

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Al llegar al restaurante Manuel saludó a Mayte con el abrazo habitual y cuando iba a darle un beso ella corrió el rostro, su enojo había crecido muchísimo más durante el camino, no sabía si era porque quién le había mandado el anónimo no le había dado la cara o porque estaba pensando en que su esposo le estaba ocultando algo grave, Manuel se le quedó mirando con cara de confusión y trató de entender que le pasaba, ella nunca lo evitaba, la rubia tenía el rostro muy serio y enseguida su esposo trató de saber que había pasado.

Manuel: Que pasó mi amor? -Le preguntó seriamente.

Mayte: Que me has estado ocultando durante meses, Manuel? -Le preguntó mientras se cruzaba de brazos.

Manuel: Que? -Le preguntó muy nervioso.

Mayte: Así me quedé yo cuando recibí esto -Le dijo mientras le mostraba el anónimo.

Manuel: Pero, quién pudo haber mandado esto? -Bufó. Es algo muy bajo -Dijo molesto.

Mayte: No sé, pero parece que sabe cosas que yo no -Dijo mientras lo veía.

Manuel: Amor, primero cálmate, le puede hacer daño a nuestro bebé -Dijo mientras acariciaba sus brazos. Ven, siéntate -Suspiró mientras le abría la silla.

Mayte: Solo quiero que me digas que es lo que me estás ocultando, Manuel -Dijo con un nudo en la garganta. Quién me mandó eso, tienes alguna idea? -Suspiró.

Manuel: Nada cielo, te lo prometo -Mintió. No pasa nada -Suspiró. Estoy seguro que quién sea que mandó este anónimo solo busca que tú y yo nos separemos -Dijo mientras acariciaba su mejilla. Ni siquiera tuvo el valor de dártelo en la cara y tampoco sé quién pudo ser -Dijo mientras la veía a los ojos.

Mayte: De verdad no me estás ocultando nada? -Le preguntó mientras comenzaba a llorar.

Manuel: De verdad que no -Dijo mientras la abrazaba.

Mayte: No sabes lo horrible que sentí al recibir eso, pensé que me estabas engañando -Sollozó mientras se aferraba a sus brazos. Te juro que no iba a poder soportarlo -Dijo mientras escondía su rostro en su cuello.

Manuel: Está todo bien, mi amor -Le dijo mientras acariciaba su espalda. No pasa nada, preciosa -Suspiró. Perdóname, no deberías estar pasando por esto -Dijo sintiéndose miserable. Ya no llores, mi vida -Le pidió.

Mayte: Crees que sea la loca de Renata la que está detrás de todo esto? -Le preguntó mientras se separaba de él.

Manuel: Es que no sé -Dijo tratando de ocultar sus nervios. Pero sea quién sea que está haciendo esto no se va a salir con la suya -Le aseguró. No voy a dejar que nos separen ni que te hagan daño -Le prometió. Yo los voy a cuidar con mi vida si es necesario, como te lo prometí -Dijo mientras la miraba a los ojos.

Enseguida Manuel secó sus lágrimas y con sus palabras logró que se tranquilizara, se sentía fatal por seguir mintiéndole, ahora iba una mentira tras otra, pero sentía que no le quedaba opción, su mayor miedo en la vida era perderla y no estar cerca de su bebé, cuando Mayte estuvo tranquila le ordenaron al mesero y se quedaron esperando la comida, él estaba muy preocupado pensando en porque Renata había roto su trato si siempre había cumplido con su chantaje.

Una vez que les trajeron la comida a la mesa Mayte y Manuel decidieron olvidar el mal momento y se pusieron a hablar sobre otras cosas, estaban muy entusiasmados por su próxima visita al ginecólogo, siempre les daba mucha emoción ver a su bebé moverse como un gusanito en cada ecografía, hasta ese momento seguían firmes con la decisión de no saber el sexo hasta que naciera y aunque a veces les daba curiosidad preferían dejarse sorprender.

Manuel: Como se está portando nuestro bebé hoy? -Le preguntó mientras acariciaba su vientre.

Mayte: Muy bien -Sonrió. Se ha estado moviendo con cuidado, hoy no ha estado tan brusco -Le contó.

Solo tú Where stories live. Discover now