Capítulo 59

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Cuando todos terminaron sus pendientes de trabajo se fueron a sus respectivos hogares para arreglarse y estar listos a la hora en la que habían quedado de verse en el restaurante, Mayte estaba muy entusiasmada por conocer el lugar del que Emmanuel le había hablado maravillas, no iba a poder catar los vinos porque el pequeño ser que habitaba en su vientre no se lo permitía, pero aún así estaba segura de que iba a disfrutar del delicioso menú que se ofrecía, en la casa Mijares el matrimonio ya estaba casi listo para irse, Manuel estaba saliendo del baño ya completamente listo y al ver a su esposa casi terminando con su maquillaje no pudo evitar decirle lo bien que se veía.

Manuel: Que guapa está mi esposa, voy a ser la envidia de todos esta noche -Dijo mientras la veía por el espejo y la abrazaba por la espalda. No te pongas el labial todavía -Le pidió.

Mayte: Por? -Preguntó sabiendo la respuesta mientras dejaba el labial a un lado.

Manuel: Porque te quiero besar -Dijo mientras le daba la vuelta para que quedara frente a él.

Que ella sonría y sin perder más tiempo Manuel rompió el espacio que había entre ellos uniendo sus labios en un beso lleno de amor, Mayte rodeó su cuello y lo pegó más a ella para profundizar el beso, se estuvieron besando hasta que el aire les hizo falta y se separaron apenas unos centímetros dejando sus frentes unidas.

Mayte: Me encantan tus besos -Dijo mientras sonreía.

Manuel: Y a mí los tuyos -Dijo mientras la veía. Esa pancita cada vez se luce más, estás preciosa mi amor -Dijo mientras acariciaba su vientre.

Mayte: Gracias por hacerme sentir linda y segura en todo momento -Dijo mientras se separaba de él.

Manuel: Yo solo digo lo que veo -Le cerró un ojo.

Mayte: Deja me pongo el labial y ya nos vamos -Dijo acercándose nuevamente al espejo y tomando su labial.

La rubia se puso su labial favorito, un poco de perfume y tomó su bolso, cuando ya estaban por salir de la habitación la nana tocó la puerta y ellos le dijeron que pasara, la mujer mayor sonrío al ver lo guapos que estaban y les dijo que nada más quería darle las buenas noches porque seguramente cuando volvieron de la cena ya la encontrarían dormida.

Nora: Los quiero mucho, diviértanse por favor -Dijo mientras se despedía.

Mayte: Gracias nana, y no te preocupes que no vamos a llegar muy tarde -Dijo mientras le daba un beso en la mejilla.

Manuel: De todos modos ya sabe que yo se la cuido mucho -Sonrió mientras abrazaba a su esposa.

Nora: Eso espero -Sonrió. Tú y yo tenemos que comernos un pollito después -Dijo mientras se cruzaba de brazos.

Manuel: Ya me imagino porque -La miró.

Nora: Sabes muy bien, pero por ahora los dejo ir tranquilos y que disfruten su noche -Dijo mientras les daba la bendición.

Mayte: Seguro que la vamos a disfrutar, hace tiempo que no salíamos con nuestros amigos, vamos a ir a un restaurante que van a inaugurar hoy y me muero por probar la comida -Sonrió.

Manuel: Si, suena muy interesante pero tiene un nombre raro, se llama algo así como... -Dijo pensando.

Una vez que Manuel recordó el nombre del lugar se lo comentó a la nana, pero desafortunadamente en ese momento detrás de la puerta se encontraba Ágata escuchando todo y lista para pasarle la información a Renata, no se iba a cansar de hacerle la vida imposible a Mayte hasta verla hundida así que esa noche era otra perfecta oportunidad para que la morena hiciera su aparición.

Sin perder más tiempo Ágata salió corriendo a su habitación para hablar con Renata mientras los tres salían de la habitación en la que estaban platicando, una para irse a descansar y dos para ir a disfrutar de una bonita velada, una velada que se veía un poco amenazada por la maldad de dos mujeres y aunque no iban a conseguir mucho al final Renata si iba a cumplir su objetivo.

Solo tú Where stories live. Discover now