Capítulo 43

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Después de aquel encuentro ambos se quedaron disfrutando de la intimidad del momento compartido, un rato más tarde decidieron qué era hora de levantarse de la cama y se vistieron para bajar a cenar, entre besos Manuel le prometió que le debía un masaje y tomados de la mano bajaron al comedor, al llegar se encontraron con la familia reunida mientras compartían una agradable conversación y les extrañó mucho que Ágata no estuviera en la mesa esa noche.

Manuel: Y mi tía? -Preguntó mientras se sentaba.

Hanna: No lo sé, parece que salió -Le dijo.

Gerardo: Creo que fue a pasar la noche con Renata porque se siente sola y todas esas cosas que dice mi madre -Rodó los ojos.

Isabel: Son puros chantajes de ambas para que se te ablande el corazón y dejes que vuelva -Dijo seriamente.

Manuel: Pierden el tiempo -Dijo seriamente.

Paula: Yo nunca pensé que Renata fuera tan así -Dijo sinceramente.

Hanna: Es que al principio se mostró falsa y por eso la veías diferente -La miró.

Mayte: Desde el principio a mi me cayó muy mal -Dijo mientras rodaba los ojos.

Isabel: Eso fue porque tu instinto sabía perfectamente cuales eran sus intenciones -Dijo sinceramente.

Mayte: Si -Asintió. Llegó aquí con toda la intención de tirarse sobre Manuel -Bufó mientras se cruzaba de brazos.

Manuel: No te enojes, mi amor -Dijo mientras se acercaba para abrazarla.

Mayte: Es que de solo acordarme me da coraje -Suspiró.

Isabel: A mí también -Dijo con cara de desagrado.

Mayte: Ay perdón! Me estoy viendo como una loca celosa -Se rió mientras se tapaba el rostro.

Paula: No te preocupes, May -Se rió. Si yo estuviera en tu situación créeme que estaría igual -Dijo mientras veía a Gerardo.

Hanna: Es normal que estés celosa si amas a mi primo y notas que una mujer intenta meterse entre ustedes -Dijo sinceramente.

Manuel: Bueno ya, mejor vamos a hablar de cosas más agradables -Dijo para terminar con la conversación.

Mientras la familia estaba a la espera de la cena en la tranquilidad del comedor Ágata se encontraba tratando terminar de una buena vez lo que había empezado, por primera vez había logrado llegar a la habitación de Nora sin obstáculo alguno que se pusiera en su camino y arruinara su plan.

Ágata: Hola, mi querida Nora -Sonrió mientras la miraba de frente. Calladita te ves más bonita, vieja metiche -Dijo mientras se acercaba a ella. Si no te hubieras metido en dónde no debías no estaría pasando nada de esto, pero al fin esta noche dejarás de ser un estorbo para mí y te vas a ir derechito al cielo -Dijo mientras veía la máquina a la que estaba conectada. Todo va a parecer un simple accidente por parte de las enfermeras y no te va a doler mucho, así que no te preocupes -Se rió. Vas a dejar a tu niña en muy malas manos -Le dijo mientras recargaba su mano al lado de la de ella. Por cierto, que mal tienes las uñas, pero bueno, en el más allá eso no importa -Dijo mientras sujetaba su mano.

En ese instante Ágata sintió como Nora le apretaba la mano con fuerza y se asustó mucho pues no era algo que esperaba, sin perder más tiempo comenzó a mover la máquina a la que estaba conectada Nora, trató de apagarla pero justo en ese momento la puerta se abrió y se tuvo que alejar para no levantar sospechas, trató de soltarse del agarre de Nora, pero la estaba sujetando muy fuerte y le fue imposible, una vez más su plan había fallado y estaba histérica por dentro.

Solo tú Where stories live. Discover now