Capítulo 23

692 45 164
                                    

Cuando la noche refrescó ambos se metieron de nuevo a la habitación, Manuel dejó la botella vacía y las copas de vino en el mueble de madera que estaba dentro de la habitación, vieron por la ventana que algunos de los invitados ya se estaban yendo de la fiesta, pero habían muchos todavía bailando así que seguro iban para largo, ellos lo único que querían era estar a solas y disfrutar de su compañía, habían pasado un buen día a pesar de los momentos incómodos que se habían presentado y la noche terminaría muchísimo mejor.

Manuel: Ha sido un día agradable -Sonrió mientras cerraba el ventanal.

Mayte: Si -Asintió. La pasé muy bien contigo -Sonrió. Siempre logras hacerme feliz -Dijo sinceramente.

Manuel: Tú también a mí -Dijo de igual manera. Fuiste la más bonita de la fiesta -Susurró mientras la abrazaba por la espalda. Ese vestido te queda espectacular -Dijo mientras besaba su cuello.

Mayte: Que dices -Sonrió mientras se mordía el labio. Ese traje te hace ver tan irresistible y guapo -Dijo sinceramente.

Manuel: No me digas esas cosas -Suspiró. No tienes ni la menor idea de lo que provocan en mi -Dijo mientras le daba la vuelta para que quedara frente a él.

Mayte: Me hago una idea -Dijo mientras lo veía directamente a los ojos.

Manuel: Eres tan hermosa, especial, inteligente y maravillosa -Susurró mientras acariciaba su rostro.

Lentamente Manuel se acercó a sus labios y se unieron en un beso lento, comenzaron a andar por la habitación hasta que las piernas de Mayte chocaron con la cama, sonrieron sobre sus labios ante la interrupción tan de golpe y ella tomó la iniciativa de quitarle el saco a su esposo, después se quitó los tacones y se quitó los broches que tenía en el cabello, Manuel se sentó en la orilla de la cama y ella se sentó a horcajadas sobre su regazo, él acarició toda su espalda y sintió como Mayte se estremecía entre sus brazos.

Manuel: Creo que es hora de dormir -Dijo mientras la veía. Sería muy peligroso que siguieramos practicando -Dijo sinceramente pues ya no podía más con el deseo.

Mayte: Manuel, no tengo sueño -Negó. Ya no quiero ser solo tu esposa, también quiero ser tu mujer -Susurró sobre sus labios.

Manuel: May -Susurró mientras acariciaba sus costados. Estás segura de lo que me estás diciendo? -Le preguntó. Puede esperarte todo el tiempo que necesites -Le hizo saber.

Mayte: Si, estoy muy segura -Asintió mientras acariciaba sus mejillas. Estoy lista, es el momento -Sonrió mientras lo veía.

Manuel: Me hubiera gustado que todo esto fuera más especial -Sonrió mientras besaba sus labios.

Mayte: Si es contigo ya es especial -Le aseguró.

Manuel volvió a unir sus labios con los de su esposa en un beso lleno de pasión, se deseaban desde hace mucho y por fin iban a poder darle rienda suelta a todo eso que sentían, se levantó con ella en brazos y la depositó suavemente en la cama, se recostó al lado de ella y con sus dedos comenzó un camino de caricias desde sus labios hasta su escote.

Manuel: En el momento que quieras nos podemos detener -Le dijo mientras la veía directamente a los ojos.

Mayte: Está bien -Asintió mientras se humedecía los labios. Pero no hay nada que desee más en este momento que estar entre tus brazos -Dijo sinceramente.

Manuel: Y te aseguro que yo también Mayte -Susurró mientras se acercaba a besar su cuello. Nunca había deseado tanto a una mujer como te deseo a ti -Le confesó mientras acariciaba su cintura.

Mayte: Yo tampoco había deseado tanto a otro hombre -Jadeó al sentir sus besos húmedos por su cuello y después por su escote. Solo quiero sentir tus caricias -Susurró.

Solo tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora