Capítulo 68

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Al llegar a su casa Mayte y la nana se dedicaron a familiarizarse con todo nuevamente, ella había vivido ahí desde su nacimiento y Nora desde hace muchísimos años, pero en ese momento no se sentían como en casa, era un sentimiento muy extraño porque habían pasado mucho tiempo viviendo solas, tal vez después de todo un hogar no era solo vivir bajo un techo sino todo lo que representaban las personas que vivían debajo de el.

Nora: Es raro, no? -La miró.

Mayte: Si, es diferente -Suspiró. No sé porque me siento así si esta es mi casa nana -Dijo confundida.

Nora: Lo sé mi niña, pero ya no es tu hogar -Le dijo mientras la abrazaba.

Mayte: Me da miedo sentirme así, aquí está toda mi vida -Dijo con un nudo en la garganta.

Nora: No pasa nada, ahora tienes una nueva vida -Le recordó. Tal vez si Manuel estuviera a tu lado ahora todo se sentiría diferente -Dijo mientras acariciaba su cabello.

Mayte: Mi hogar es cualquier lugar en el que esté él -Dijo en voz alta.

Nora: Así es -Asintió.

Mayte: Pero aún no puedo volver a la casa, no ahora -Negó. Necesito que Manuel me vea firme en mis decisiones -Dijo seriamente. Le he pasado muchas nana y necesito que aprenda -La miró.

Nora: Lo sé mi niña, pero tampoco tardes tanto en volver, creo que ninguno de los dos va a soportar tanto tiempo sin el otro -Dijo sinceramente.

Siguieron platicando de todo un poco mientras trataban de acostumbrarse de nuevo a la casa, un rato después la nana ayudó a Mayte a acomodar sus cosas en su habitación y después Nora se fue a acomodar las suyas, la casa vacía les parecía tan grande, era muy extraño todo, pero tendrían que acostumbrarse porque iban a pasar varios días ahí, por otro lado Manuel se encontraba metido en el trabajo, estaba tratando de llenarse la cabeza de cosas para evitar pensar en sus problemas, Emmanuel al darse cuenta de que no estaba bien decidió darle ánimos, pero para él nada de eso servía en esos momentos.

Manuel: No Emmanuel, no puedo tener paciencia -Negó. Estoy cargando con todo, estoy harto, pero tengo que ser fuerte porque solo estoy pagando el precio de mi maldito error -Dijo con un nudo en la garganta.

Emmanuel: Te vas a volver loco si sigues así Manuel, tienes que terminar con todo esto de una buena vez -Suspiró. Estoy harto de verte así, me duele mucho, eres mi hermano y después de tanto solo quiero que seas feliz -Dijo sinceramente.

Manuel: Yo también quiero que seas muy feliz, por eso te pido que ya no te involucres más en esto, desde el inicio debí mantenerte lejos -Dijo seriamente.

Emmanuel: No te voy a dejar solo con todo esto encima -Negó. Somos amigos y los amigos se apoyan en las buenas y en las malas -Lo miró directamente a los ojos.

Manuel: No me perdonaría si por alguna razón Fernanda se entera de todo esto y su relación se pone en riesgo -Suspiró.

Emmanuel: Lo he pensado miles de veces, yo amo a Fernanda con todo mi corazón y sé que me va a odiar si eso pasa, pero también te amo a ti y no te voy a dejar -Dijo con un nudo en la garganta. Estamos juntos hasta el final -Le aseguró.

Manuel: Ay hermano! Yo no sé que haría sin ti, gracias, te prometo que nuestra amistad siempre será recíproca -Dijo mientras se acercaba a abrazarlo.

Con ese abrazo Manuel logró sentir un poco de paz, era lo que más necesitaba en esos momentos de incertidumbre, después de eso volvió al trabajo pero ahora de una manera más tranquila, por otro lado se encontraban Gerardo y Paula llegando a la empresa Lascurain, esa mañana como cualquier otra él iba a dejar a su esposa al trabajo y ambos estaban muy sorprendidos y confundidos después de saber que Mayte se había ido de la casa, ninguno de los dos había podido despedirse pues cuando bajaron al comedor ella ya no estaba y tenían un montón de dudas en la mente.

Solo tú Where stories live. Discover now