Capítulo 42

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Después de medio día cada uno se fue a atender sus asuntos de trabajo, dejaron a Hanna e Isabel visitando a la nana y quedaron de volver por la tarde para quedarse ahí, desde hace semanas que la clínica se había vuelto su lugar de dormir, aunque Mayte le había insistido a Manuel que podía dejarla sola en ningún momento él lo había hecho, casi siempre las chicas peinaban a la nana y se encargaban de que se viera perfecta, sabían que todas las mañanas ella solía esmerarse en su arreglo e iban a ayudarla para que aún dormida se siguiera viendo linda.

Isabel: Se ve bastante mejor, verdad? -Sonrió mientras acariciaba la mejilla de la nana.

Hanna: Si -Asintió. Tiene un color diferente y no es el rubor -Dijo mientras la veía.

Isabel: Ojalá pronto podamos tenerla de vuelta, la extraño todas las mañanas en el comedor -Suspiró.

Hanna: Yo también -Asintió. La nana le daba una vibra muy bonita a la casa -Sonrió.

Isabel: Por lo menos todo está más tranquilo desde que Renata se fue -Comentó.

Hanna: Si -Asintió. Creo que fue lo mejor porque estaba dispuesta a metersele hasta por los ojos a Manuel -Bufó.

Isabel: No creo que mi hermano hubiera sido tan tonto como para caer en sus garras, pero si estaba causando muchos problemas en su matrimonio con Mayte -Dijo seriamente.

Hanna: Lo bueno es que ya está muy lejos de ellos -Sonrió. Pásame el peine -Le pidió.

Siguieron platicando mientras se encargaban de peinarle el cabello a la nana y asegurarse de que todo estuviera bien con ella, por otro lado Mayte se encontraba revisando unas cosas de trabajo con Damián, después de aquel mareo ya no había tenido otro así que lo había pasado por alto una vez más y no había hecho la cita, desde hace un rato el hombre había notado que su amiga tenía cara de desagrado y no entendía muy bien que era lo que pasaba hasta que le preguntó.

Mayte: Muy bien -Asintió tratando de disimular lo que le estaba pasando.

Damián: Estás bien, Mayte? -Le preguntó.

Mayte: Si -Suspiró no muy convencida.

Damián: Segura? -La miró.

Mayte: Mjm -Asintió mientras sonreía falsamente.

Damián: Tu cara no dice lo mismo -Se rió. Segura que estás bien? -Le preguntó.

Mayte: No -Negó. La verdad es que no quiero ser grosera, pero tu perfume huele muchísimo -Dijo con cara de desagrado. Cuánto te pusiste? -Lo miró.

Damián: Me puse lo normal, nunca antes te habías quejado de mi perfume -Dijo seriamente.

Mayte: Perdón, de verdad lo siento -Bufó.

Damián: No te preocupes, creo que es cosa tuya -Se rió.

Mayte: Ya se me pasará -Dijo mientras volvía a concentrarse en el trabajo.

Damián: Necesito una nueva secretaria -Le hizo saber.

Mayte: Que pasó con Elisa? -Le preguntó.

Damián: Renunció, dijo que había encontrado un lugar en el que le pagaban el doble -Alzó los hombros.

Mayte: Pero eso es una locura -Dijo un poco confundida.

Damián: Una enorme locura, pero tal vez se fue por otras razones y esa fue su excusa -Dijo seriamente.

Mayte: Entonces hay que buscar a alguien -Le dijo.

Damián: Cuanto antes porque sino me voy a volver loco con tantas cosas que hacer -Asintió.

Solo tú Where stories live. Discover now