Solo tú

Capítulo 58

Se estuvieron observando por varios minutos sin decir nada, ella solamente sonreía al notar que él estaba muy nervioso, Manuel no sabía ni por dónde empezar así que una vez que tomó valor se decidió a hablar, la miró directamente a los ojos, tomó sus manos y le pidió el perdón más sincero, estaba muy arrepentido por haberse ido así de casa y haberla dejado pasando un mal momento, sobre todo se sentía fatal de haberla acusado de algo que él había terminado haciendo, todo por un estúpido error que jamás se iba a perdonar.

Manuel: Perdóname, mi amor -Susurró mientras acariciaba su mejilla. Fui un imbécil y nunca quise hacerte sentir mal -Dijo con un nudo en la garganta. Me dejé llevar por los celos y me porté como un verdadero idiota -Dijo muy arrepentido. No sabes cuanto me arrepiento de haberme ido así de la casa -Suspiró.

Mayte: Manuel, necesito explicarte las cosas -Dijo seriamente. Lo que viste en el despacho no es nada de lo que te imaginas -Suspiró. Y por favor te pido que no te vuelvas a ir así, me tuviste con el alma en un hilo -Lo miró. Pasé una noche pésima pensando en que podría pasarte algo -Le confesó.

Manuel: Perdóname, no quería hacerte pasar toda esa angustia -Le volvió a decir. Nuestro bebé está bien? No te has sentido mal? -Le preguntó mientras acariciaba su vientre.

Mayte: Si, está excelente -Asintió. No te preocupes que no he sentido ninguna molestia, todo está en orden -Dijo para calmar sus miedos.

Manuel: Mi amor, yo no necesito que me expliques nada -Negó. Creo en ti y confío en tu amor -Dijo sinceramente.

Mayte: Aún así quiero contarte como estuvieron las cosas -Dijo mientras tomaba su mano y lo guiaba hacia el sillón que estaba en su oficina. No voy a estar completamente tranquila hasta que me escuches -Suspiró.

Manuel: Está bien -Dijo mientras se sentaba a su lado.

Mayte: Mira, ayer que bajé por mi vaso de agua escuché que alguien estaba llorando en el despacho, cuando me asomé me di cuenta de que era Gerardo y la verdad me sorprendió mucho -Dijo sinceramente. Entré para preguntarle que pasaba y me contó que no la está pasando nada bien con Paula, siente que ella se está portando extraña con él y que lo hace a un lado -Le contó. La verdad es que a mí me dió mucha pena y me quedé hablando un buen rato con él para que se desahogara, cuando nos viste abrazados simplemente fue porque me pidió perdón por todo lo que me hizo en el pasado y estábamos haciendo las pases -Lo miró. Nada más que no me dejaste explicarte nada, enseguida confundiste todo y te pusiste como loco -Finalizó.

Manuel: Soy un idiota, un imbécil, un estúpido -Suspiró. La que debería estar molesta ahora eres tú, de verdad que no merezco ni tus explicaciones ni tu perdón -Dijo mientras tomaba sus manos.

Mayte: Solo quiero que no vuelva a pasar algo como lo de anoche -Dijo mientras lo veía directamente a los ojos. No quiero que desconfíes de mí y mucho menos que salgas corriendo a la hora de los problemas -Dijo seriamente.

Manuel: No volverá a suceder -Le aseguró. Ya entendí muy bien que no debo actuar por impulso -Dijo mientras acariciaba su mejilla. Me perdonas? -Le preguntó mientras se acercaba a besar sus labios.

Mayte: Si -Asintió mientras sonreía. Gracias por las flores, están muy bonitas -Sonrió.

Manuel: Más bonitas que tú no -Sonrió.

Mayte: Ayer me hiciste mucha falta para dormir -Le confesó.

Manuel: Ay mi amor! A mí también -Suspiró mientras la abrazaba. Nunca más voy a dormir sin ti en mis brazos -Dijo mientras dejaba pequeños besitos en su cuello.

Mayte: Por cierto, dónde pasaste la noche? -Le preguntó mientras se separaba de él.

Manuel: Yo, la pasé en... -Pensó que decir.