Solo tú

Capítulo 37

Una vez que estuvieron listos para salir a seguir explorando el lugar abandonaron la cabaña y subieron al auto, Manuel encendió la radio y tomó rumbo al pueblo que se encontraba a solo unos minutos de ahí, después de un corto camino llegaron y él se bajó del auto para abrirle la puerta a su esposa, cuando ambos estuvieron listos Manuel le puso el seguro al auto, tomó la mano de Mayte y juntos comenzaron a recorrer las calles del pueblito.

Mayte: Es un pueblo muy tranquilo -Dijo mientras caminaban por un kiosco.

Manuel: Así parece -Asintió mientras se separaba de ella y sacaba su celular.

Mayte: Que haces? -Le preguntó.

Manuel: Te voy a tomar una foto -Sonrió mientras ponía el celular en posición. Quédate ahí y modela para mí -Le pidió.

Mayte: Mi amor, yo no sé modelar -Dijo sintiendo como sus mejillas se sonrojaban de la vergüenza.

Manuel: Solo sonríe -Dijo mientras la veía. Así estás perfecta -Dijo al ver que hacía lo que le pedía.

Mayte: Ya? -Le preguntó.

Manuel: Ya -Asintió mientras guardaba su celular y tomaba su mano nuevamente.

Mayte: La gente se nos quedó viendo -Susurró.

Manuel: Seguramente están pensando en que tengo a la mujer más bonita del lugar -Le cerró un ojo.

Mayte: Ya que me haces sonrojar -Sonrió mientras lo abrazaba.

Manuel: Te amo -Sonrió mientras la abrazaba.

Sin soltarse del abrazo estuvieron exploran el lugar un buen rato hasta que se cansaron y decidieron parar un momento a tomar un helado, Mayte eligió uno de fresa pues se le antojaba mucho y Manuel uno de vainilla pues era su sabor favorito, después de agradecerle al viejito que se los había vendido decidieron sentarse en una banca y se les hizo muy extraño ver nuevamente a la mujer que había estado observandolos desde hace un rato, la señora tenía su mirada fija en ellos y a Mayte ya la estaba asustando.

Mayte: Crees que esa mujer nos esté siguiendo? -Le susurró.

Manuel: Parece que si, pero no entiendo que es lo que busca -Dijo seriamente.

Mayte: Tal vez solo le damos curiosidad -Dijo mientras alzaba los hombros.

Manuel: Pues nos mira muy extraño -Dijo mientras la veía.

Mayte: En algún momento se cansará y nos va a dejar en paz -Dijo mientras seguía disfrutando de su helado.

Decidieron dejar en segundo plano a la mujer y hablaron sobre lo lindo que se les había hecho pasear por el pueblo, apenas habían visitado unos puestos, el kiosco y ahora ese pequeño parque, pero era perfecto para ellos poder disfrutar de las pequeñas cosas de la vida.

Señora: Buenas -Los saludó amablemente.

Manuel: Hola -Habló primero.

Mayte: Por qué ha estado siguiéndonos? -Le preguntó sin rodeos.

Señora: No piense nada malo -Le pidió. Es que yo he visto algo -Suspiró.

Manuel: A que se refiere? -Le preguntó con curiosidad.

Mayte: Es incomodo que haga eso con las personas, deje de hacerlo y siga su camino -Dijo molesta.

Señora: Lo siento, yo no quería molestar -Se disculpó. Siempre me meto en problemas por mis cosas -Suspiró mientras se daba la vuelta.

Manuel: Señora, espere -La detuvo tomándola del hombro. De que está hablando? -Le preguntó con curiosidad.

Señora: Seguramente van a pensar que estoy loca -Dijo mientras lo veía directamente a los ojos.