Capítulo 39

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Antes de que alguien apareciera por el lugar Ágata tomó la mano de Renata y la llevó hasta su habitación, tomó todas sus cosas y con sumo cuidado bajaron por las escaleras para salir de la casa, en cuanto estuvieron frente al auto de Ágata ella rápidamente metió toda a la cajuela, le ordenó a Renata que se subiera al auto y lo hizo sin decir una sola palabra, cuándo ambas estuvieron listas condujo rumbo a cualquier lugar para huir de ahí antes de que encontraran a Nora y pudieran quedar como sospechosas de lo sucedido.

Ágata: Lo hicimos -Se rió mientras conducía.

Renata: La matamos -Dijo mientras comenzaba a llorar. Ágata, que hicimos? -La miró. Tenemos que volver, hay que llamar a la ambulancia y... -Trató de decir desesperadamente.

Ágata: Y nada -Le gritó. Acaso eres idiota? -Le preguntó mientras se estacionaba en una esquina.

Renata: Pero que va a pasar con ella? -Le preguntó. Por qué la lanzaste? -Dijo mientras sollozaba. Pude ver en sus ojos el terror -Dijo entrando en pánico.

Ágata: Seguramente se va a morir -Dijo muy tranquila. Y la lanzamos, querida -La corrigió.

Renata: Todos van a saber lo que hicimos -Comenzó a gritar. La matamos, yo no quería que pasara esto -Sollozó.

Ágata: Ya basta -Dijo mientras le daba una cachetada. Cálmate, por favor -Le gritó.

Renata: Está bien, está bien -Asintió mientras secaba rápidamente sus lágrimas.

Ágata: Ahora vamos a ir a buscarte un hotel y aquí no ha pasado nada -Dijo mientras ponía el auto nuevamente en marcha.

Mientras Ágata conducía rumbo a un buen hotel Renata seguía sin procesar muy bien lo que había pasado, se quitó los zapatos y subió sus piernas al asiento, se abrazó a si misma mientras veía por la ventana y lloraba por lo sucedido, no podía entender en que momento la situación había llegado hasta ese punto y le daba muchísimo miedo ser descubierta, no podía creer que Ágata estuviera tan tranquila como si nada hubiera pasado.

Por otro lado Gerardo iba llegando a la casa después de ir a jugar un rato a aquel casino clandestino al que siempre iba, se extrañó al ver que Juana no había llegado del súper y decidió subir a su habitación para ver si Paula estaba bien o necesitaba algo, en cuanto vio a Nora tendida en el suelo corrió hacia ella para auxiliarla.

Gerardo: Nora -Dijo corriendo hacia ella. Dios mío, que pasó aquí? -Se preguntó al ver la escena. Paula, amor -Comenzó a gritar. Mamá, alguien -Siguió gritando con fuerza.

Al ver que no obtenía respuesta alguna decidió actuar y llamó a la ambulancia, les dió la poca información que tenía y la señorita que lo atendió le aseguró que estarían ahí lo más pronto posible, unos segundos después Paula apareció al filo de la escalera y tuvo que sostenerse para no desmayarse al ver a la nana en esas condiciones.

Paula: Que pasó? -Preguntó mientras comenzaba a llorar.

Gerardo: No lo sé -Negó mientras suspiraba. Cuándo llegué la encontré aquí, parece que no hay nadie -La miró.

Paula: Hasta hace unos minutos ella estaba bien -Le dijo mientras bajaba las escaleras con cuidado. Estuvimos platicando y me acompañó hasta mi habitación -Dijo mientras se hincaba al lado de Gerardo.

Gerardo: No escuchaste nada extraño? -Le preguntó seriamente.

Paula: No -Negó. Yo me dormí enseguida que me tomé las medicinas -Dijo mientras lo abrazaba. Está muerta? -Le preguntó con miedo.

Gerardo: No lo sé -Negó. No puedo tocarla hasta que llegue la atención -Dijo mientras la abrazaba también.

Paula: Tenemos que llamar a Mayte -Dijo rápidamente.

Solo tú Where stories live. Discover now