Luego de morir producto del veneno de una medusa, Jimin dejo el mundo humano lleno de arrepentimientos y anhelos. Pero al parecer "reencarno" o algo así intuye él, cuando una mujer desconocida afirma ser su madre, y alguna especie de extraño chaman...
Algo raro estaba pasando, lo presentía. –Jimin no exageres, Lixue solo se alteró- Su guía no dejaba de minimizar la reacción de esa mujer, pero el ex terrícola tenía mucha experiencia en este campo, de tratar con persona hipócritas.
-No espero que todos hagan una fiesta a mi alrededor, solo que su primera reacción al verme parecía...practicada. ¡Aparte lo que me dijo! Por lo que he visto, que Aisi estuviera incapacitado era terrible, y ella solo me dijo que volviera a ese estado. No dejo de pensar en esto. ¡Aparte...!
-Bien llegamos a una luz anaranjada ¿Listo para ver el exterior de nuestra montaña?- El Omega estuvo tan metido en su discusión interna, que no se dio cuenta que fue literalmente arrastrado por el Alfa. No es que fuera algo muy difícil de hacer.
-Espera ¿saldremos por una parte alta?- Jimin alzo la mirada hacia Jungkook, que solo sonreía mirando al frente.
-Efectivamente, son los mejores atajos- Con el fuerte brazo del guerrero alrededor, el Omega aunque clavara los pies en el césped, igual era llevado como si nada, mientras el Alfa corría hacía la luz.
-¡Espera, espera, tengo acrofobia!- Era terrible sabiendo que ahora vivía en la jodida montaña más alta de este mundo.
Jungkook había agarrado impulso, por lo que no se detuvo, atravesaron la puerta mágica y lo primero que vio Jimin, fue lo lejos que estaba el piso desde su posición. Entonces naturalmente empezaron a caer, y el ex terrícola que nunca se había subido ni a una solo atracción de altura, experimento por primera vez el vacío en el estómago en una caída libre.
Primero abrió la boca, sin emitir sonido, totalmente en shock, luego grito con toda su fuerza pulmonar, clavando sus garras en el abdomen del estúpido Alfa a su lado. La caída eventualmente termino, con el guerrero cayendo con gracia en sus dos piernas, mientras el Omega todavía gritaba, aun cuando pudo poner sus propios pies en la nieve.
-¡AH! ¡ah! ¡Maldito! ¡Mil veces maldito! ¡Tú bruto!- Señalo a Jungkook, quien vio al pequeño Omega crisparse, mostrándole todos los colmillos y siseándole. –Siento que se me va a salir el corazón.
-Saltar estas distancias es común para nuestra especie, así nos movemos libremente por la montaña- A Jimin no le importaba, no quería pasar por esa experiencia nunca más. –Mmmm... deberías mirar donde estamos.
El ex terrícola lloriqueó mentalmente, porque aun en las peores situaciones sabía suprimir sus emociones. Había nieve de nuevo, pero no era un paraíso blanco como lo demás, por el contrario, parecía una trampa mortal, con piedras que se alzaban sobre él, junto a un suelo desnivelado del que sobresalían picos como dientes.
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Jimin se acercó al guerrero, con las rodillas temblándole. -¿Quieres matarme?- No quiso volver a gritar, recordando lo delicada que podía ser la nieve en ese sentido, pero eso no evito que tomara por los pliegues del hanfu a Jungkook, y lo jalara hacia abajo hasta enfrentarlo cara a cara. –Te dije que le tengo miedo a las alturas.
