Capítulo 40

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Namjoon conocía varios de los trucos de Hana, que eran útiles tanto en el espionaje como en la caza, y este en particular, lo usaba mucho cuando seguía a un Demon escurridizo, y debía dejar un rastro para sus camaradas. Por lo que no le tomo mucho tiempo en ponerse al día con la formación de Ginetas.

Transformado en ardilla, ocultando su olor con el don de los Erizos, salto entre las frondosas ramas de los árboles, observando en todo momento a la hembra Alfa. La situación no pintaba bien, pues su amiga caminaba de forma rígida, y no una actuada, para nada, ella era la viva imagen de alguien controlado por la maldición de las Ginetas.

Aquello era malo, pues no estaban ocultándola, además estaba seguro de que no estaban llevándola a una guarida, por lo que no sabía si estaba antes una trampa o una ejecución. Se podría decir que perdió mucho tiempo dando vueltas por el bosque, hasta que dejaron a Hana sola, y esta lo llamo.

-Deja de perder el tiempo aquí- La hembra no lo había localizado, por lo que hablo en general hacia el amplio espacio. –Hemos caído en su trampa, perdón- La tristeza en su voz no era ninguna orden, porque una terrible característica de las feromonas de las Ginetas, es que siempre se ésta consiente de lo que se hace, solo que sientes que eso es lo que debes hacer.

Namjoon mantuvo la calma, y cuando decidió dejar de esconderse, mostrándose en su forma humana a Hana, sabía que encontraría resistencia, pero no pudo evitar sorprenderse cuando ella se convirtió en una Leopardo.

Lamentablemente, el diplomático y la cazadora se enzarzaron en una feroz batalla. El mil pieles trasmuto en el gran oso grizzli, para lanzarse con todo su peso contra Hana, que lo recibió con sus garras desenfundadas, siendo totalmente ignorada por el poderoso placaje, que la hizo rodar en el suelo.

Aunque superada en fuerza y tamaño, la hembra no tardo nada en recuperarse, y con facilidad esquivo los próximos ataques de Namjoon, contraatacando pocas e infructuosas veces con sus garras o colmillos. La lucha era intensa pues ambos tenían un nivel de combate similar, por lo que, aunque se encontraban heridos y con parches de sangre oscureciendo su pelaje, no podían recurrir a otra estrategia, que no fuera cansar a su adversario.

Hana trato varias veces de usar la agilidad de su forma más compacta, buscando atacar a Namjoon por sorpresa; no obstante, el mil pieles estaba preparado y esquivó sus ataques con habilidad. Por lo que los dos terminaron lanzándose el uno contra el otro, ya consumidos por la adrenalina de sus propias feromonas violentas, con sus garras y dientes brillando bajo la luz del sol.

Finalmente, Namjoon logró derribar a Hana y sujetarla en el suelo, con sus garras aplastándola contra la tierra. La hembra gruñó de dolor y frustración, pero no pudo hacer nada más que rendirse ante la superioridad del mil pieles, trasmutando de nuevo a su forma humana, demasiado agotada para seguir manteniendo a su Leopardo en el exterior.

A diferencia del resto del clan, el diplomático si podía hablar en su forma animal. -¿Cómo te sientes? - Hana respondió con un gruñó de dolor y se retorció un poco en el agarre contrario.

-Sinceramente, solo quiero morderle la yugular a una de esas Ginetas, pero de forma sexual...no sé, es raro, solo puedo pensar en Yen Yen, que la amo y quiero hacerla mía- Era extraño oír a la cazadora jurarle amor, a otra Omega aparte del eterno amor no correspondido, que ha mantenido por años por una Coneja del clan.

Namjoon la soltó y se apartó, manteniendo una distancia segura mientras la observaba. Decidió trasmutar, porque Hana ya no tenía la fuerza para atacar. Hana solo se quedó en silencio, con lágrimas acumulándose en los ojos.

-No puedo controlarme, fui descuidada y ahora les estoy haciendo daño...de nuevo- Namjoon frunció el ceño, sintiendo un escalofrío recorrer su espina dorsal.

Me convertí en un cambia-forma Omega al ir a otro mundo /Jimin/Y.GxN.JxJ.KWhere stories live. Discover now