Capítulo 43

713 206 67
                                    

Jimin miro hacia el suelo, hecho una mezcla de emociones, y una muy definida, tres cucharas de anticipación, un gran bote de "dolor menstrual" que no es menstrual, como con tajadas de pesadez, esencia de sueño y parece que también tiene hambre, de algo dulce preferiblemente.

Pero no había nada en su ser de "espíritu de lucha" ni siquiera había estado en una pequeña pelea en la Tierra. Lo mas cercano a la violencia siempre fue el entretenimiento de acción, pero que le había enseñado rápidos y furiosos ¿A saltar de autos en movimiento? No se acordaba de nada más concreto, por la Dama, todas esas películas de kung fu para nada, no podia recordar ni una sola postura para pelear.

-No es que no quiera ayudar pero...- Miro de reojo a los dos Leopardos, con Hoseok atento con lindas orejitas en su dirección, mientras su grosero guía lo miraba como si no le pagaran lo suficiente para escucharlo hablar, lo cual era muy hiriente. -Para ser un gran gatote peludo haces caras feas.

-Se lo que estas pensando, quieres darte la vuelta- Tenía razón, y aún así por algo existe el dicho de "mucho ayuda el que poco estorba"

-Mira ¿Te puedo llamar Aisi?- El animal farfullo pero asintió. -Mira, no estoy en mi mejor momento para esta actividad. Quiero apoyar a mis Alfas, no obstante, no sé que hacer. No quiero quedarme estático en medio del campo de batalla. Desentonaría.

-Jimin no debes preocuparte, harás tu parte muy bien, perteneces a los Leopardos, jamás desentonaras entre los nuestros.

-Aaawww eso sonó tan tierno, pero no era exactamente su preocupación, aunque era muy valida, si hubiera sido su dilema, seguro que habría funcionado- Hoseok se carcajeo con ganas unos segundos, antes de ponerse de nuevo serio.

-Si eso es lo que dices pequeño, sin embargo me permito ser atrevido y pedirte que mires en tu interior, de donde vienen todos las reacciones que has tenido a lo largo de tu aventura en este planeta- El ex terrícola se quedo sin palabras, eso lo había tomado con la guardia baja.

-Bueno, eso me llevara un tiempo- Murmuro solo para zanjarse del asunto, cuando por fin algo a lo lejos del follaje llamo su atención, en especifico una persona, una muy enojada, lo bueno es que no era un enemigo, lo malo es que era Yoongi.

-¿Nos escondemos?- Hoseok realmente salió de su camino para ir hacia matorrales espesos.

-Dudo que en este estado aprecie una broma- Su guía parecía un gatito regañado, sentándose con las orejitas agachadas.

Yoongi obviamente no era adivino, por lo que ver a dos gatotes que irradiaban luz azul, pareció desconcertarlo enormemente.

-Perdón Alfa- Por un momento, Jimin dejó de sentirse en pánico por la ira del cazador, y pasó a estar sorprendido por la sumisión de su guía, quien se encontraba mostrando su pancita suave.

-Conmigo no se comporta tan lindo- Acusó mientras trataba de ir a sobarle el buche al animal, solo para que esté lo manoteara todo feo.

Yoongo tuvo la audacia de rodarle los ojos, que cínico. -Esta rindiéndose ante mi, porque sabe que estoy preocupado y se está disculpando.

Como si la situación fuera obvia, Yoongi mimo al Leopardo y luego lo miró mal a él. -Auch, yo también apreciaría que me desordenaras el cabello.

-¿Que haces aquí?- Frío y contundente, como dolía esa reacción, aunque fuera racional.

-Quiero ayudar- Aquella salió muy lamentable, sabía que parecía que estaba haciendo pucheros, pero estaba enfurruñado ahora.

-Esta bien- Y con eso, el Alfa relajó totalmente la postura.

-¿Qué? ¿Para que fue todo ese show?- Indignado al menos quería una compensación por el susto.

-Los líderes Omega siempre están en batalla e ibas por buen camino, sigue a tu Leopardo, yo me llevaré al otro. Hay algo más adelante que necesita más fuerza de combate- Demasiado serio, de verdad no había espacio para bromas.

Aún consternado simplemente asintió, y así se hizo, Hoseok se fue con el cazador y él siguió a su guía.

Pasaron un rato caminando, con Jimin aún digiriendo el encuentro. -Tú...sabes, ¿de verdad sabes a donde estamos yendo?

-Si, prepárate, llevaremos a cabo el ritual casi obligatorio de cada líder felinae Omega- El ex terrícola solo hizo una serie de ruidos confusos.

-Es casi imposible no pasar por esto, tranquilo, lo haremos juntos- Bien, Jimin estaba entrando en pánico de nuevo.

-Gracias, pero me gustaría saber antes de ir a ello- Su guía se atrevió a negarse y se sumergió de nuevo en su consciencia, simplemente perfecto.

Jimin levantó la mirada para encontrarse de repente con una cabaña en medio de la nada, todo muy a película de terror. Y eso no era todo, realmente sentía una mala vibra de ese lugar, pero sin dejar de despertar su curiosidad.

Lentamente percibió el aroma de Jungkook, pero no de la forma usual, sino desordenado, como si no reconociera nada, simplemente obligado a salir.

Ah eso no tenía sentido, sin embargo lo angustiaba, lo hizo correr hacia su Alfa. Su sangre parecía quemar bajo su piel, bombeando adrenalina pura a su cerebro. Era una sensación vertiginosa.

Era agobiante, como si todo pasara a cámara lenta en una contradicción cósmica porque aún así, no era capaz de determinar nada, como si atravesara una espesa neblina mental.

Se sintió a sí mismo como en un sueño, se vio abriendo la puerta de la cabaña y encontrando a Jungkook.

No iba a endulzar la escena, el orgulloso guerrero se veía pálido encima de un lecho improvisado en el suelo. Pero su aspecto ceniciento contrastaba con las respiraciones rápidas y superficiales.

No estaba en buen estado, y a Jimin le angustio sentirse tan pesado, que no era capaz de auxiliar a su Alfa. Podía oler más que ver, la abundante sangre apestando el lugar, pero sin poder determinar el origen ni al dueño.

No obstante en un momento, todo su cuerpo se animó cuando deslumbró a Vi, agazapado en una esquina, retorciéndose mientras trataba de presionarse un lado del cuello.

Tanto en Jungkook como en Vi, había un rastro del otro, como si se hubieran tocado por un tiempo, pero Jimin no podía identificar ningún aroma sexual. Si estuviera en plena forma, podría deducir algo, sin embargo parecía totalmente drogado por sus instintos.

Estaba molesto, sentía un total desprecio por el Omega que tenía en frente, como si tuviera un insecto fastidiando su espacio. Sin contemplación, ni una pizca de duda, invocó su daga.

El Perro como buen soldado, se percató a tiempo y evitó su ataque, levantándose en el proceso. Jimin lo vio tambalearse, pero también vio que la herida en el cuello ajeno, no era una marca de unión, solo un desgarro furioso, que ya estaba sanando.

Ví logró estabilizarse y lanzar un ataque, y Jimin contra todo su perfil de personaje, se vio capaz de parar el golpe dirigido a él. Sino estuviera viviéndolo, no se lo creía, pero lo hizo, lanzó a su oponente sin dificultad.

Wah, las emociones de incredulidad apenas lo distraían de la ira. Algo en su interior debía eliminar a ese Omega, por lo que sin miramientos empuñó su daga y como si la metiera en un duro pedazo de mantequilla, se lo clavó en el corazón al otro cambiaforma.

El ex terrícola nunca pensó que mataría a alguien, nunca se lo preguntó, y no era de los que veía material sobre ese tema. Nada lo preparo para sentir y ver a otro ser humano, perder la vida en frente suyo, la forma en que se estremeció contra su propio cuerpo, como perdía el calor, la nitidez...simplemente la forma en que se convertía en un gran saco de hueso, que cayó presa de la gravedad, totalmente inmóvil.

Lo mató, de verdad lo hizo. Jimin siguió sintiéndose mareado, tuvo que vomitar al lado de su crimen, y ni eso bajo su malestar.

Sintiendo que iba a desvanecerse en cualquier momento, solo atinó a irse junto a Jungkook y desmayarse a su lado.

Ni siquiera se sentía como un salvador...más como un héroe patético.

Jimin en estos momento, solo quería dejar de sentir, porque esto lo había superado.

CONTINUARÁ

Me convertí en un cambia-forma Omega al ir a otro mundo /Jimin/Y.GxN.JxJ.KМесто, где живут истории. Откройте их для себя