Capítulo 47

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Antes de salir del centro médico, Jimin se aseó y se cambió al conjunto limpio que le trajo su Alfa. Lo de comer tuvo que esperar, hasta que se encontrarán con Namjoon.

Grande fue la sorpresa del ex terrícola, cuando al ver el exterior, se dio cuenta que el gran astro apenas se estaba retirando, por lo que esa extraña sensación que tuvo adentro, de que fuera de noche, debió ser solo un efecto de estar cerca de Laurenel.

-Sabes- Llamó la atención de Yoongi, enrollando de forma juguetona su cola contra la del Alfa. Aquello se sentía más especial que ir de las manos.

-Mmh- Fue reconocido con una simple sílaba, pero por alguna razón cursi, sonaba cómoda, casi como si el cazador le hubiera ronroneado.

-Es solo que este mundo no deja de parecerme extraño, aunque me esfuerzo es difícil sentirme conectado a esto. Creo que solo me siento como despierto, cuando estoy restregándome contra alguno de ustedes- Confesó lo último con una risa acalorada, desviando la mirada por apenas los retazos que le quedaban de decoro.

Yoongi le dedicó una larga mirada, sonriéndole de esa forma suave y linda, que le oprimía el pecho en vertiginosa necesidad.

-Me siento igual, aunque he vivido toda mi vida acá, todos estos años me he sentido como un simple peón en una misión. Hasta que entraste en la cocina, tan aturdido, mirando todo con esa expresión patética- El Omega se quejó desde lo profundo de su pecho.

-Todavía no ha pasado tanto tiempo para que te perdone- Jimin recordó el agravio que sufrió su madre Alien.

-Entiendo- Jimin lo dudaba, pues el cazador seguia riéndose de su recuerdo. -Cuando volvamos al Clan le daré a tus padres un gran mumuru- Yoongi apretó el agarre entre sus colitas, y todo fue olvidado.

-Si como mi pareja debes ayudarme a cuidar a mis padres, bueno al menos así era la costumbre en mi país- El Alfa no se comprometió mucho al respecto, porque los cambia-formas no envejecían y necesitaban un trato especial, como lo hacían los terrícolas.

Llegaron bastante rápido a donde estaba Namjoon, pues ninguno de sus dos Alfas había querido estar muy lejos de él. Excepto Jungkook, de quien entendía que tenía una buena razón para comportarse de esa forma, aunque eso no calmaba su angustia cada vez que lo recordaba.

Al lado del diplomático, se encontraba la figura relajada de un Leopardo de las nieves, rodeado de un suave resplandor azul.

-¡Nam!- Actuando desenfrenado, se dejó guiar por sus instintos, corriendo hacia su Alfa, para rodearlo en un necesario abrazo.

-Mi querido Jimin, gracias a la Dama, me alegra verte de nuevo despierto- La voz de terciopelo lo mimo hasta el fondo de su ser. Luego las suaves manos del diplomático le sostuvieron el rostro, engatusándolo con suaves caricias para que se separara.  

Feliz de ser obediente, el Omega se dejo guiar, siendo examinado de manera superficial por el Alfa, aunque el poder cargado en la mirada ajena, le dijo a Jimin que aquel chequeo fue mucho más minucioso. 

-Eres realmente valiente querido, lo hiciste más allá de lo increíble salvando a Jungkook. Como Líder Omega eres tan fuerte, perdónanos por haberte relegado de esa forma, si te hubiéramos incluido desde el principio, no te habrías encontrado en una situación tan mala con Vi. Te juro que no volverá a ocurrir, mi necedad no va a ponernos en conflicto de nuevo- Cada palabra fue minuciosa, cargada de una seriedad que dejo temblando al ex terrícola. 

-No hay nada que perdonar Nam, enserio- Jimin pensó que tendría que ser quien pidiera disculpas, ya sabes, por ser imprudente, pero aquella línea se sentía inapropiada, contra el sincero arrepentimiento del Alfa. 

Me convertí en un cambia-forma Omega al ir a otro mundo /Jimin/Y.GxN.JxJ.KWhere stories live. Discover now