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Lisa.
Agradezco al policía que me abre la puerta y escucho como se cierra detrás mío. La rutina ya la conozco y camino hasta la mesa en medio de la habitación para colocar encima de esta mi grabadora.
Le pongo play y a la par, veo como el hombre delante mío sube su cuerpo recostado sobre la mesa.
Sus ojos y los míos chocan, siento que las chispas salen sin control. Su mirada me reta y su sonrisa socarrona me aturde un poco al hacer que me olvide que tengo al asesino serial más buscado de Europa delante mío.
—Doctora Lisa —saluda el primero.
—Styles —digo cuando aparto la mirada.
—¡Bienvenida al show final! Se ve exquisita el día de hoy —mi ceño se frunce al pensar que estaba por ruborizarme ante el coqueteo de un criminal.
—No empecemos nuevamente.
Y es que en cada interrogatorio, el hombre se encargó de hacerme pasar momentos bochornosos gracias a sus comentarios sin pudor y sonrisas coquetas que me lanzaba todo el momento.
Harry Styles, un asesino serial de hombres había sido finalmente atrapado en Noruega, justo antes de asesinar a su próxima víctima. El hombre de veinticinco años, era realmente un enigma. La Interpol y FBI habían colaborado extraordinariamente para dar con este muchacho, que parecía escurrirse de las manos de los policías cada vez que estaba por ser atrapado.
Mi vida cambió completamente al ser asignada a este caso, y es que después de meses de interrogatorio sobre cada víctima, hoy finalmente era el juicio final. Harry se enfrentaba a una cadena perpetua si no colaboraba conmigo, cosa que había hecho a la perfección al no soltar muchos detalles de cada hombre que asesinó.
—¿Qué se siente saber que hoy será nuestro último encuentro? —sus manos se apoyaron en la mesa gracias a que las esposas le impedían moverse mucho.
—Felicidad —admito con una sonrisa sarcástica. —Harry, es tu última oportunidad de decirme algo que valga la pena, he conversado contigo por meses y siempre me has desviado el tema.
Su sonrisa desaparece y su ceño se frunce.
—Te he dicho lo que querías escuchar.
—Nunca quise escuchar tus coqueteos, necesito más información, todo lo que mencionaste ya lo sabe la policía, no tengo nada nuevo —la frustración empieza a crecer en mi.
—Es la última vez que me vas a ver y ¿Así me tratas? —este hombre era imposible.
—Bien ¿De qué quieres hablar, entonces?
Decido buscar otro camino.
—¿Sabes que estoy enamorado de ti? —sus palabras me hacen mirarlo y presiono el botón para apagar la grabadora ante su confesión.
