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Harry.
Abro la ventana apenas despierto.
Nieve.
Manchester era blanco y yo corrí a levantar a mi novia que dormía plácidamente en nuestra cama.
—¡Cariño! ¡Está nevando! —poco a poco, abre los ojos.
—¿Qué? —Ava se remueve somnolienta.
—¡Te lo dije! Ven, mira —parezco un pequeño niño entusiasmado.
Mi corazón se emociona y sonrío cuando la veo pararse a mi lado en la ventana de nuestra habitación.
—Es precioso —sus dos almendras miran nuestro patio cubierto de nieve.
Ella me da un beso y sale caminando hacia el baño.
—Alexa, coloca villancicos —oigo su risita desde el baño.
Y antes de que pudiera salir, comienzo a bailar al ritmo de Rodolfo el reno. Navidad era mi época favorita del año y me emocionaba mucho saber que este año sería tan familiar e íntimo, que quería que todo saliera perfecto.
—Amor ¿Me acompañaras al centro comercial? —Ava sale del baño ya cambiada. —Tenemos mucho por hacer, tu madre me mandó un mensaje, llegan a las seis.
Ella recorre toda la habitación mientras va colocandose una cafarena encima de su calentador.
Se ve preciosa.
—Hey —se detiene delante mío con las manos en la cintura. —Te estoy hablando, Styles.
Ella es muy bonita.
—Claro que te acompañaré, corazón —me levanto de la cama y rodeo su cintura con mis manos.
—Bien, te prepararé algo de desayunar mientras te cambias —se quiere apartar de mi, pero no se lo permito. —¿Qué? —ríe bajito.
—Hoy te ves muy guapa —veo como alza su mirada para poder verme completamente.
—Muchas gracias, cariño —y la siento colocarse de puntitas para darme un beso.
—Te amo —le susurro una vez nos separamos.
—Te amo tambien —me da un pico cortito. —De acuerdo, a cambiarse.
Y cuando se aleja de mí, le doy una palmada en el trasero que la hace saltar.
—¡Harry! —me burlo de ella mientras tomo mi toalla para bañarme.
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—¿Por qué siempre nos pasa lo mismo? —frunzo el ceño y toco la bocina.
