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Naya.
Mi corazón quiere salir de mi pecho cuando lo oigo pronunciar esas palabras.
—Y por eso quería saber si querías ser mi novia, Naya —abro mis ojos y lo veo sonreír delante mío.
—Yo.. eh... Nicholas —el hombre me mira esperando una respuesta y solo quiero salir corriendo de ahí.
—No puedo, lo siento —lo dije.
—Naya, yo... no entiendo...
—Lo siento mucho, Nick, en serio —tomo mis cosa bolso y me coloco de pie.
El hombre delante mío imita mis movimientos torpemente intentando detenerme pero salgo corriendo del lugar sintiendo que si me quedaba un momento más, iba a asfixiarme.
—¡Naya! ¡Naya!
Sus gritos solo me hacen correr más rápido. No me detengo y a pesar de ver los pasillos repletos comienzo a empujar a las personas que se atraviesan en mi camino. Mis pulmones me piden detenerme y lo hago cuando veo el baño de mujeres del primer piso del pabellón K.
Frente al espejo finalmente logro detenerme. Mis manos van instintivamente hacia el lavamanos para abrir el grifo y llenar mis brazos y rostro de agua. Lo hago por varios segundos buscando alivio, o quizás despertarme de este sueño. Luego de unos minutos, me veo.
Mi rostro cansado y con ojeras se refleja haciendo que yo misma me sorprenda. No pensaba que tantas noches de amanecida me pasarán factura, al fin y al cabo, apenas estaba entrando a mis veintiuno.
Tontamente me apoyo contra la pared de al costado y analizo lo que acababa de suceder. Nicholas Stand acababa de pedirme ser su novia, él mismo hombre que me tuvo enamorada desde que entré al primer año de la facultad. Había sido mi sueño, definitivamente era lo que más quería.
¿Por qué huía?
Porque Nicholas no es él.
La voz de mi mente me hace quedar estática. Pero era imposible, yo no podía estar enamorada de él, éramos amigos desde hace mucho tiempo y en definitiva, enamorarnos era nuestra última opción.
Conocí a Harry Styles cuando accidentalmente golpee su rostro con la pelota de fútbol americano. Recuerdo pensar que era extremadamente guapo, sin embargo, entre tanta risa y charla descubrimos que nuestra conexión era de otro planeta, tanto así, que nos convertimos en los inseparables mejores amigos.
Harry se había encargado de hacerme saber que estaría para mí cada que lo necesitara, y realmente lo estuvo. Desde que me quebré el tobillo y tuve que estar en silla de ruedas o cuando no podía más con los exámenes y él me ayudaba a repasar, las veces que me preparaba el desayuno porque yo no tenía tiempo de hacerme uno y, el más importante, estar a mi lado cuando aprendí a conducir.
¿Acababa de rechazar a mi crush por mi mejor amigo?
Un dolorcito en el estómago me hace dudar.
Cierro los ojos y él viene a mi mente. Él sonriendo, él jodiendo, él bailando, él mirándome, él jugando fútbol, él conduciendo.
Él.
Él.
Él.
Mi estómago se movía como loco y caí en la cuenta de que no había otro motivo.
Tal vez sea la manera que dice mi nombre o tal vez sea la manera que me mira cada vez que me sonríe y puedo ver la eternidad en sus ojos. Siempre estuve segura de que nunca había conocido ni conoceré a nadie como él.
Entonces, todas las veces en las que mi madre me contaba esos cuentos de amor verdadero empezaban a cobrar sentido, yo había oído hablar de un amor que viene una vez en la vida y mirando su foto en mi fondo de bloqueo, estoy bastante segura de que es él.
Cuando mi celular se desbloquea, su fotografía soplando un diente de león aparece en este.
—Cierra los ojos y pide un deseo, Naya.
Su voz se reproduce en mi mente y lo hago, inconscientemente pido que pueda ser mío.
Porque Dios sabe que es lo único que le pido.
Y me doy cuenta que todo este tiempo he estado enamorada de Harry, que todo este tiempo he estado enamorada de mi mejor amigo.
Me miro al espejo y sonrio como tonta cuando pienso en lo feliz que él me hace. Sé que no necesito más cuando mis pies ya están corriendo hacia su encuentro. Corro por los pasillos y abro la gran puerta de vidrio hacia el campo de fútbol.
Y ahí está él.
Lo veo reír con Zayn y Louis.
Se ve tan guapo.
Mis pies siguen corriendo y no me detengo. Su figura voltea, sus ojos verdes se achican gracias a la luz y coloca una mano encima de sus ojos, cubriendolos.
—¿Naya? —su gesto confundido no me hace detener. —¿Ocurrió algo? —grita para que lo oiga.
Al ver que no respondo, trota hacia mí.
Ya casi, ya casi.
Y cuando menos lo espero, me lanzo sobre él y lo beso.
Veo como me sostiene sorprendido y aunque se demorara en reaccionar, siento como sonríe y sostiene mi cuello para que no me alejara.
Cierro mis ojos y nos imagino besándonos en medio de un campo de dientes de león, solos él y yo. Sus labios me derriten completamente pero su fuerte agarre me mantiene firme.
Nuestra burbuja de amor se rompe gracias a los silbidos escandalosos de nuestros amigos.
—¡Buenas, Harry! —gritan algunos.
—Pero... que... Naya... —sus esmeraldas buscan con desesperación mis ojos y no lo torturo más.
Lo miro fijamente y sé que él sabe lo que significa.
—Siempre supe que eras tú —me susurra.
Y mi corazón se sale de mi pecho y llega hasta mi boca para besarlo nuevamente.
—Naya, eres todo lo que siempre he querido. Desde que te conocí, desde que me mirabas y no podía respirar, preciosa.
—No puedo creerlo —le dije.
—Yo siempre quise creerlo —me dice.
—Harry, yo...
—Sé mi novia, Naya, hazme el hombre más feliz del mundo y acepta ser mi novia.
Esta vez no tengo la necesidad de correr porque mi corazón se siente en casa. Asiento sin dudarlo, él grita un gran "¡Yes!" haciendo que me ría, así nos perdemos en besos que siento que me pintan el alma.
Nunca me había sentido tan viva y libre. Nunca me había sentido tan feliz como ahora, en brazos de mi mejor amigo, en brazos de mi gran amor.
🌻🌻🌻
Hola bestieees!
Espero esten pasando una buenas mini vacaciones, yo estoy llena de tareas de la u pero ahi vamos sobreviviendo :(
Realmente quiero escribir subway boy pero no sé con que tiempo, de todas formas ese proyecto se concretará!
Muchas gracias por todo su apoyo siempre, significa mucho para mi ♡
