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Harry.
La tormenta que cae California nunca había sido tan grande. Los truenos y relámpagos hacen brillar el cielo y parece que lo van a partir en pedazos.
Mi cama es un lío de enredos, entre fotos y papeles con letras escritas, hay botellas de whisky acompañadas de cajas de cigarro. Las almohadas sobran y mi mano se dirige a tomar lo único que me queda de ella.
Aspiro la bufanda con todo el aire de mis pulmones y aún así temo que no haya sido suficiente para impregnarmelo en la piel.
Suena otro relámpago y alumbra la habitación, que se encontraba completamente oscura y mis ojos verdes parecían linternas en busca de luz.
Porque Mariand se había ido, me había dejado.
Bebé, fuiste el amor de mi vida
Woah, tal vez no sabes lo que se pierde hasta que lo encuentres
Porque yo la había cagado y ella había huído a casa cuando supo que ya no aguantaría más.
La presión por terminar el disco y saber que tenía que ser un éxito me alejó del mundo exterior. Contratos y películas me llovieron, oportunidades que mi vida laboral no podía perder.
—Habrán sacrificios, H —dijo Jeff antes de firmar el contrato de publicidad para Don't Worry Darling.
Y no caí en cuenta que el sacrificio sería que el amor de mi vida me dejara.
Paseé el domingo por la tarde.
Siempre podemos encontrar algo para nosotros hacer.
El último domingo que estuvimos juntos la sentí ausente. Le dije que la amaba y ella solo me dio un beso en la mejilla. Su mirada se encontraba perdida y no había dicho nada sobre el viaje que debía hacer junto a Olivia a Italia, tampoco dijo nada cuando fui con ella a la boda de Jeff y menos se pronunció cuando tuve que hacer una aparición abrazándola en Coachella.
Todo eso mientras ella estaba aquí, encerrada en mi mansión de Los Ángeles, esperando que llegara, aunque muchas veces no lo hacía.
Realmente no nos gusta lo que hay en las noticias, pero está todo el tiempo.
Aunque las personas no se comieran mi nueva relación pública, debía seguir al pie de la letra el contrato que firmé, y Mariand lo entendía, siempre me apoyó, nunca se opuso.
Pero supongo que el que otra mujer haya tomado su lugar en viajes y giras terminó de cansarla por completo.
