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N O T R E D A M E

N O T R E D A M E

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Harry.

El sonido de la puerta me hace despertar. Mis ojos arden un poco pero busco la manera de levantarme rápido al darme cuenta que no tengo opción alguna de seguir durmiendo.

—Buenos días, señor —Harmon ingresa con un montón de personas detrás de él. —Lamento levantarlo de esta manera, tan abruptamente —dice abriendo la gran cortina frente a mi.

Instintivamente me cubro la cara con las manos, señalando mi fastidio.

—Debo recordarle que no tenemos tiempo y que debe alistarse para todos los compromisos el día de hoy.

Una fila de sirvientes se encuentran parados detrás de él. Algunos llevan varios implementos y otros simplemente están ahí.

Entonces recuerdo que día es y sonrío como si mi corazón pudiera reflejarse en mi rostro.

—No es cualquier compromiso, Harmon —me levanto de un salto y llego hasta su lado. —Hoy me caso.

Y dicho esto, mi amigo y mano derecha me regala una sonrisa paternal para después ordenarles a todos que se lancen encima mío para asearme.

En una tina, dejo que me enjuaguen mientras tengo los ojos cerrados. Me es imposible no pensar en ella y en cómo estará ¿Se habrá despertado ya? ¿La están alistando? ¿Se verá tan preciosa con su vestido como lo estoy imaginando? ¿Querrá huir por los nervios?

Y esta última imagen de ella corriendo de la iglesia me hace abrir los ojos, empiezo a ponerme nervioso, quizá necesite ir a buscarla. Sin importar que, estoy dispuesto a levantarme cuando una mano me detiene.

—¿A dónde va, joven príncipe? —mi madre me sonríe. —Sigan en lo suyo.

Ordena cuando ve que todos los sirvientes habían detenido sus actividades.

—Madre —a pesar de estar sentado, me levanto rápidamente y le hago una reverencia.

Dos me ayudan a secarme el cuerpo y me colocan rápidamente mi camisa y un pantalón de cuero.

—Harry —mi madre se acerca a mí, me acaricia la mejilla para luego sentarse en una silla de madera cerca a donde me encontraba. —¿A dónde pensabas huir antes de que te atrapara?

Sus ojos curiosos me hacen reír un poco, cuando le voy a responder ella le señala al peluquero que rizos cortarme.

—Quería ir a la habitación de Claude —su expresión de sorpresa me intranquiliza.

—Por supuesto que no, lo tienes prohibido hasta que la veas en el altar —sentencia. —Pero si esto te deja más tranquilo, acabo de visitarla, la estaban bañando como a ti, Catalina me dejó muy en claro que su primogénita iba a lucir radiante en el altar.

Sonrío al pensar que ella siempre se encuentra radiante.

—Harry —dejo de mirarme al espejo y la veo a ella, delante mío, tan imponente como la Reina de Inglaterra lo requiere pero tan maternal a la vez para todos sus hijos. —Hijo, quiero que sepas la responsabilidad que conlleva esta alianza.

Alianza.

Eso era para nuestros padres este matrimonio.

Una alianza que reafirma el apoyo entre Inglaterra y Francia, un pacto de que nos apoyaremos en caso existan guerras y se necesiten armas, tropas y buques.

Un pacto en donde no cabía la palabra amor.

Pero me encontraba tan feliz de poder decir que Claude y yo fuimos afortunados de encontrarlo en medio de todo este juego político.

La amaba.

La había conocido como mi futura esposa a los siete años. Cuando la vi hice una mueca de asco al saber que era una niña, tenía ondas que caían hasta su cintura, era flaca y le faltaban algunos dientes.

—Ellos harán de nuestras naciones una alianza invencible y temida por todos.

Dijo el Rey Enrique a mi padre mientras Claude se encontraba escondida detrás del enorme vestido de Catalina de Medici, su madre.

Todo cambió cuando nos reencontramos a los dieciséis. Era preciosa, su cabello pelirrojo era un desorden junto con mi corazón acelerado cada vez que la veía.

Hoy, después de tanto tiempo, va a convertirse en mi esposa.

—Iré a alistarme, por favor utiliza la corona que te van a traer, es un regalo de nosotros.

Y sin pensarlo, estaba parado bajo las preciosas pinturas del techo de Notredame. Los invitados llegaban a montones. Algunos se acercaban a saludarme y las reverencias ya me estaban volviendo impaciente al saludar a tantos príncipes y reyes.

Vi llegar al rey Enrique junto a Catalina. Ambos saludaron a mis padres y supe que con ese gesto sellaban su alianza desde hace veinte años, la alianza que empezó justo en el momento que supieron que Isabel y Phillips iban a tener al fin un hijo, un niño, un heredero.

De un momento a otro, las campanas comienzan a sonar, mi corazón se quiere salir del pecho y mis manos sudan. Todos se colocan de pie, y entra un desfile de personas, el aire huele a incienso y amor, o eso creo en mi mente. Entran muchos pajes, y cuando creo que la fila es interminable, el corazón se me detiene al ver al amor de mi vida entrando al altar.

Ni la belleza de Notredame podría opacar lo preciosa que se encuentra Claude. Su vestido es precioso y veo como cuatro mujeres llevan su larga cola. Hay príncipes, reyes, gobernadores y mucha gente importante aquí, pero ella ni siquiera lo nota, porque me esta mirando a mí.

Y soy el hombre más afortunado del mundo por eso.

Mi mano tiembla cuando tomo su fuerte y decidido agarre. Me sonríe y los ojos me brillan cuando le tengo tan cerca. Caminamos hacia el altar y el Papa se encarga de empezar la ceremonia que sella un pacto de amor importante entre dos corazones que se conocieron desde hace veinte años.

La beso como si se me fuera a escurrir cuando el Papa nos nombra oficialmente marido y mujer, príncipe y princesa de Inglaterra y Francia. Y porque sonreímos como esos niños traviesos que corrían por toda la corte francesa al recibir los aplausos de tantas personas.

Porque a pesar de la naciones y la política, yo escogí amar y serle fiel a la alianza que estoy firmando en este momento hacia mi esposa. Con tres mil personas, ella y Dios de testigo que no solo le ofrezco protección a Francia, sino que mi protección y lealtad van para ella.

Porque mi alianza con ella ha sido bendecida y ungida por Dios desde que la tomé de la mano la primera vez.


🌻🌻🌻

Quiero un príncipe como Harry :(

Nos leemos prontito. 

Recuerden que Ghostin ya está publicada en mi perfil.

Un abrazo.

- Clau.

Mundo Harry (One Shots)Where stories live. Discover now