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Gen.
La maestra termina por destruir mi trabajo entre los pocos aplausos de mis compañeros. Recojo mis materiales de su escritorio y corro a mi asiento para hacerme una bolita. Dios pensó que ya había tenido suficiente y se apiadó de mí al hacer sonar el timbre que daba por terminada la clase.
—¡Eso es todo, nos vemos mañana!
Corro saliendo del salón y cuando pongo un pie en el pasadizo, un jalón me hace abrazarme de una gran espalda. No necesito abrir los ojos para saber de quién se trata gracias a su rico aroma y busco hundir mi rostro en su cuello cuando las lágrimas empiezan a aparecer sin permiso. Me suelta solo un momento y me arrastra con el hacia dentro del salón, me resisto pero es tarde cuando tengo a la profesora Stamfild delante mío.
—Profesora, buenos días —habla mi novio. —Escuché y vi todo lo que ocurrió con Gen desde la ventana de la puerta, me encantaría decirle que me pareció lo menos ético que he visto en mi vida —me quedo fría al escucharlo hablar.
—Alumno, no va a cuestionar mi trabajo y...
—Debería cuestionarlo usted al tratar así a sus alumnos ¿Tiene idea de lo que hay detrás de cada muchacho que viene a sentarse a su aburrida clase? —la maestra y yo somos un silencio. —Exacto, no lo sabe y no se ha tomado la molestia de averiguarlo.
Presiono la mano de Harry al saber que quizá no sea la mejor idea esto.
—Espero sea la última vez que usted le habla así a mi novia, ella no merece este trato, ningún alumno realmente —Styles está enojado pero aun así mide sus palabras. —La mujer que tengo a mi costado es brillante y ninguna calificación de usted o de otro maestro va a ser una prueba para demostrarlo —su pecho sube y baja rápidamente. —No le pediré que se disculpe con ella delante mío, pero espero que Gen me cuente pronto que lo hizo.
Mi novio toma mi mano y tira de ella, dejando a la profesora con la palabra en la boca.
—Todo está bien, Gen, todo está bien —su voz suena como un detonador de tranquilidad en mi interior y siento como, conmigo en brazos, salimos de la universidad.
Harry no para hasta llegar a su residencia, escucho el ascensor y siento como estamos dentro de su hogar cuando el olor a él me termina de embriagar. En su cama, en mi lugar seguro, me suelta y me ve con preocupación.
—¿Gen, estas bien? —las palabras se atoran en mi garganta y él sabe que no puedo hablar por lo que acaricia mi espalda.
—La profesora Stamfild hizo mierda mi exposición, Harry —las lágrimas corren por mis mejillas y soy consciente del desastre que debo ser. —Delante de todos dijo que no... que no me encontraba preparada para graduarme, que era ridículo que estuviera por acabar la carrera si era tan mala, yo... me sentí tan.. humillada, se burló y —empiezo a hiperventilar y mi novio me detiene para abrazarme.
