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S A T E L L I T E 

S A T E L L I T E 

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Harry.

La vida de Nia se estaba derrumbando por completo.

Y yo solo estaba mirando como pasaba.

Drogas, alcohol, sexo, diversión y libertinaje son un coctel que puede matarte si no sabes tomarlo en dosis controladas.

Y Nia no supo hacerlo.

La nueva vida que emprendió cuando nos separamos iba cuesta arriba. La ascendieron y cumplía el sueño de convertirse en la nueva jefa de la editorial más grande de Los Ángeles. Se compró un nuevo auto y un nuevo departamento en una de las zonas más costosas de la ciudad. Cambió de amigos y círculos sociales, porque ya no eran lo suficientemente buenos para ella. 

Pero todo lo que sube, baja, y la caída le costó todo lo que leyeron arriba. 

Estaba descontrolada al no poder tener nada de lo que ya había probado tener.

Y ahora la tengo frente a mí, en el mismo bar a veinte metros, viendo como pide su cuarto whisky puro, tambaleándose en la silla.

—Styles, me estás dejando beber sola —un enojo fingido sale de los labios de la mujer que me acompaña.

Dejo de mirar a Nia y mis ojos enfocan a la rubia delante mío.

—Lo lamento —sonrío incómodo. —Continúa contándome sobre tu viaje, por favor.

Y ella vuelve a decirme lo maravilloso que fue hacer compras en París sin parar por una semana.

Pero mi mente solo podía pensar en Nia, y en todo el daño que se estaba haciendo.

—Y entonces ¡Encontré el bolso Louis Vuitton que no había por ningún lado!

Pero un hombre se acercó a Nia y mis sentidos se alertaron al cien por ciento.

—¿Eres fan de algún diseñador, Harry?

La mano del tipo bajaba por su espalda mientras ella se reía de lo que él decía.

—Si...

—¿De quién? —pero mi mirada se congeló en ellos cuando su mano llegó al trasero de mi ex novia.

Deje con la palabra en la boca a la pobre mujer que ya estaba hablando sola y salí disparado hacia ellos. Ni siquiera pensé y cuando tuve tiempo de darme cuenta que había hecho, ya estaba con la mirada de Nia sobre mí.

—¿Harry? —sus ojos desorbitados y confundidos me miraron.

—Hey ¿Lo conoces?

El hombre se alejó de ella cuando negó.

—Retírate de aquí antes que llame a la policía, imbécil —le susurre lo suficientemente bajo para que nadie escuchara.

—Uy, se fue mi nuevo amigo ¡Lo espantaste! —un puchero aparece en sus labios.

Mundo Harry (One Shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora