CAPÍTULO 2

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SER IGNORADUS TOTALUS Y NO PRECISAMENTE POR HERMIONE

 

 

—¿Pero qué necesidad hay de ser tan violenta?—Gruñó Rhysand acariciándose la zona adolorida.

¿En serio acabas de preguntar eso, somonguista? ¡¡Le has arruinado la boda a mi hermana!! ¡Nadie se mete con la familia! ¡Aprende de Toretto, wey! ¡No seas marica!—lo fulminó con la mirada después de dejar el ramo sobre una mesita ya que temía estropearlo a la hora de hacer señas.

—Ah, cómo extrañé esa mirada en tu cara—Sonrió como un depredador cuando se recuperó del dolor. Se acercó a ella con movimientos felinos, peligrosamente elegantes y agraciados—De nada, ya lo sabes—Sostuvo su mano y le sacó el guante para revelar el tatuaje feérico.

Faye se zafó de su agarre con brusquedad y gesticuló:

«¿Por haberme raptado de la boda de la única hermana que puede que llegue a ver por última vez en toda mi vida de inmortal? ¿Por haberle arruinado la boda a Feyre? Sí, claro, wey. ¿Cómo no?»

—Siempre tan agradecida...

«Siempre tan mamón...» Contraatacó ella.

—Creía que no querías que toda la Corte Primavera tuviera la desgracia de verte soltar el desayuno por el orificio incorrecto.

«¿Y eso te da derecho para secuestrarme en medio de la fiesta?»

—Yo puedo cobrar el trato en cualquier momento. Te he dado suficiente tiempo para que te revolcaras con tu querido emisario y pudieras estar junto a tu hermana. Fíjate qué generoso soy. Deberías darme las gracias, querida—Sonrió ampliamente mostrando sus dientes mientras adoptaba una postura bastante arrogante.

Dios, dame paciencia, que si me das fuerza lo mato—se sostuvo el tabique de la nariz con el pulgar y el dedo índice tratando de calmarse—Bueno, lo hecho, hecho está.

«¿Y ahora qué? ¿Qué quieres de mí? Vamos, escúpelo»

—Primero que me des las gracias como es debido. Después, que te quites la ropa y me demuestres qué es lo que hacías con tu querido prometido en tu habitación.

El rostro de Faye se sonrojó de golpe. ¿Cómo era que él sabía eso? Solo le habían dicho a Ianthe sobre el "compromiso", y a Feyre y a Tamlin sobre la falsedad del mismo. ¿Y cómo sabía que solo follaba con Lucien en su habitación?

Oh, por supuesto que lo sabía. Estaban vinculados. El ojo de su tatuaje debía de ser más que un mísero adorno. El rubor de Faye aumentó, pero no por la vergüenza sino por la rabia que recorría todo su ser.

Este men está muerto. Solo que aún no se ha enterado—entrecerró sus ojos en dirección de su persona menos favorita de toda Prythian.

—En cuanto a qué otra cosa quiero de ti...—Hizo un gesto hacia el interior de la casa donde se encontraban—Te lo digo mañana en el desayuno. Por ahora, lávate. Descansa. Las escaleras a la derecha, un nivel hacia abajo. Tu dormitorio es la primera puerta.

¿Dormitorio o celda?—se preguntó recelosa.

—No eres mi prisionera, Faye—Siguió hablando él y esas palabras nunca le provocaron tanto alivio—Hicimos un trato, y yo me estoy cobrando. Vas a ser mi invitada, con los mismos privilegios que un miembro de mi corte. Ninguno de mis súbditos va a tocarte, lastimarte, ni siquiera pensar mal de ti.

A COURT OF SILENT AND STARS (UNA CORTE DE SILENCIO Y ESTRELLAS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora