CAPÍTULO 8

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LA ENTREVISTA DE TRABAJO

 

 
 

Cassian estalló en carcajadas. Azriel tenía el rostro ligeramente oculto por las sombras, pero se podía vislumbrar el fantasma de una sonrisa en sus labios. Rhys la miraba indignado con las manos sobre sus pobres pompis. Y Faye bien fresca y atrevía lo miraba con una sonrisa "inocente".

—Sigan riéndose. El que ríe de último ríe mejor—Rhys volvió a adoptar su actitud desenfadada con una sonrisa filosa que prometía una buena venganza por esa broma pesada.

—Pero a nosotros no nos duele el culo ni lo tenemos gordo, hermano—Le respondió Cassian y Faye chocó los cinco con él.

Tenía el ligero presentimiento de que Cassian se convertiría en su nuevo compañero del crimen. Su lenguaje corporal daba a entender que era un macho seguro de sí mismo, bastante simpático y algo tosco. Algo así como un Thor, pero de greñas negras.

Miró al otro ilyrio. Si el hermano moreno de Chris Eimsworth era Cassian y la chica escalofriante de ojos grises era Amren, entonces, por descarte, él debía ser el tal Azriel. Vestía de cueros negros al igual que su amigo Thor, pero lucía más intimidante. Su silencio y su expresión seria le daban un aire de peligro similar al de Batman.

Tenía cara de que bailaba muy bien... De que bailaba muy bien el tango horizontal (7u7).

—Azriel, mi jefe de espías—La voz de Rhys le hizo darse cuenta de que se había quedado admirando a ese suculento regalo de los dioses demasiado tiempo.

—Bienvenida—Fue lo único que dijo Azriel, la voz baja casi monótona, mientras le tendía una mano con cicatrices brutales.

La forma de la mano era normal pero la piel… Parecía que alguien la hubiera doblado y arremolinado y fabricado ondas con ella como si fuera arcilla. Ella se había quemado un par de veces algún que otro dedito prendiendo la candela cuando estaba aprendiendo a cocinar y eso le había dolido un chingón. No quería ni imaginar cuán horrendo debió ser ese momento para Azriel si hasta su sangre inmortal había sido incapaz de curar las heridas.

No se quedó mucho tiempo mirándola. Regresó su vista a los ojos castaños de Azriel y le estrechó la mano. Le dio un fuerte apretón por unos momentos. Después lo soltó y regresó su atención a Rhys, mirándolo con las cejas alzadas.

—No sabía que tenías hermanos.

Los tres eran altos, tenían alas, cabello negro, piel bronceada, la ropa toda negra y la apariencia de unos Adonis oscuros y más tentadores que el pecado. No sería extraño que estuvieran emparentados. En lo único que se diferenciaban eran los ojos, como si se le hubiera acabado la tinta violeta a la impresora o alguna otra wea.

—Hermanos en el sentido en que, en cierto modo, son hermanos todos los bastardos—Le respondió Rhys dejándola más confundida.

Miró a Cassian en búsqueda de alguna aclaración, pero él no entendió bien su mirada inquisitiva.

—Yo comando los ejércitos de Rhys—Se encogió de hombros y ella asintió, archivando ese dato en su cabeza.

Entonces era muy probable que interactuara más con Cassian que con cualquier otro en su trabajo... Fuera cual fuera este exactamente.

—Cassian también es especialista en enojar a todo el mundo. Sobre todo a nuestros amigos. Así que… como amiga de Rhysand, os deseo buena suerte—Advirtió Azriel.

"Amiga de Rhysand"... Sonaba raro. Desde Bajo la Montaña, la llamaban la "cuñada del Alto Lord", o la "pariente del Alto Lord", o la "hermana de Feyre Rompemaldiciones", o la "Milagrosa", o la "Hacedora de Milagros". Quizá (si era demasiado ilusa para creerlo) ellos no sabían quién era ella y por eso...

A COURT OF SILENT AND STARS (UNA CORTE DE SILENCIO Y ESTRELLAS)Where stories live. Discover now