CAPÍTULO 13

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DIEZ DÓLARES POR NESTA

 

 

Había descubierto demasiado tarde que la comida humana le sabía como cenizas en la boca. Se sintió muy avergonzada al recordar cómo les había ofrecido los panquecitos a los chicos y ellos los aceptaron sin decirle nada. Los pobres debieron de pasar un mal rato comiéndolos delante suya para que ella viera que no despreciaban su buen gesto. Les compró unos muffins fae en Velaris a Cassian y Azriel en compensación. (Aún seguía enojada con Rhys)

Fueron otro par de veces más hacia la cazucha en el bosque para verificar que se mantuviera el glamour y que ningún humano o espía del rey de Hybern estuviera rondando por el lugar. En esas dos ocasiones, Faye se había reunido con Elain. Se encontraban de improvisto en el pueblo y de inmediato saltaban a abrazarse a la otra. Se contaban de todo hasta que Rhys se impacientaba y la llamaba por el bendito vínculo rompeovarios.

Al regresar con los ilyrios, Rhys la ponía a practicar sus poderes un poco lejos de la cazucha para no causar graves daños. Su primer entrenamiento mágico con el Alto Lord había sido un tanto divertido, aunque nunca lo admitiría en voz alta sin agarrar una botella de whisky y fingir demencia. Él había hecho aparecer una vela y la apoyó sobre el suelo cubierto de nieve.

—Enciéndela, después tírale agua y seca la mecha. Sin las manos.

—¿Agua? ¿Y de dónde la saco, genio?—Lo miró con las cejas alzadas en incredulidad.

—En la Corte Verano, la capital se encuentra a las orillas del mar. Su Alto Lord tiene el poder de manipular el agua del mismo para proteger a sus súbditos. Y ese poder lo exuda cada célula de tu ser—Y añadió con una sonrisa burlesca, arruinando su gran explicación:—Creo que ya sabes de dónde sacarla.

Gruñó mortificada y se volteó hacia la vela. Solo podía hacer una de las tres cosas que le había pedido. ¿Cómo le tiraría agua y después secaría la vela sin quemarla? Necesitaba concentración y la presencia de Rhys la desconcentraba demasiado.

—¿No tienes que desgraciarle la vida a alguna otra pobre alma en pena?—Le preguntó sin tan siquiera dignarse a mirarlo. Aún estaba enojada con él.

—No. Disfruto mucho desgraciando la tuya, Faye, querida—Dijo el muy mamón con su sonrisa usual y sus manos en los bolsillos de su pantalón.

Realmente debí de haber hecho algo muy malo en mi vida pasada... Solo que no me acuerdo.

—¿Por qué no te escondes por un rato en uno de esos reinos que llevas en el bolsillo, wey?

—No es así como funciona. Ahí no hay aire—Faye lo miró con cara de "¿A qué esperas, we? ¡Vete pa'llá ahora mismo!" y él se rió—De acuerdo. Practica en privado—Señaló el tatuaje con el mentón—Y grita por el lazo si consigues algo antes de la cena.

—¿Quieres que le grite al tatuaje como en un solar?—Preguntó frunciendo el ceño, completamente confundida.

—Podrías frotarte ciertas partes del cuerpo y yo vendría más rápido...—Sugirió haciendo un recorrido del cuerpo de Faye con esos ojos que parecían desnudarla.

Ella abrió la boca, empezando a sonrojarse como un tomate. Antes de que pudiera responderle con alguna frase de su mundo o enterrarle la vela por el culo, Rhys desapareció en el aire. Miró con el ceño fruncido las huellas que había dejado en la nieve y después el ojo del tatuaje.

—¡¡Vete a la chingada!!—Le gritó a su mano.

Después se rió por lo ridícula que debería verse sola en medio de la nieve, gritándole a su mano como una posesa.

A COURT OF SILENT AND STARS (UNA CORTE DE SILENCIO Y ESTRELLAS)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt