A COURT OF SILENT AND STARS (UNA CORTE DE SILENCIO Y ESTRELLAS)

CAPÍTULO 14

EL ALTO LORD DE LA CORTE VERANO Y ASOCIADOS

 

 

—Prometo ser agradable... en un 60%... si no me despiertan temprano... también si me dan cinco chocolates diarios... y si no me fastidian mucho—Dijo una voz femenina.

—No deberías cumplir con sus caprichos solo porque es tu familia—Habló una voz masculina con severidad.

—No es un capricho mío. Sería de mala educación ocultarme ante nuestros invitados si incluso los príncipes sí pueden presentarse ante ellos. Soy la segunda figura con mayor autoridad de la corte. Es mi deber estar ahí—Le rebatió aquella mujer.

—Está bien, chicos. Tranquilos—Intercedió otra voz masculina, una con más calma y soberbia—Ella tiene razón. Debe estar presente para recibirlos—Recibió un gruñido inconforme de parte de aquella voz masculina—Aunque por el bien de este intercambio te pido que no sueltes de tus comentarios... mordaces delante de nuestros invitados.

—No prometo nada, pero lo intentaré. Por cierto... ¿Me repites quiénes son los que vienen?

—Rhysand, Alto Lord de la Corte Noche. Amren, la mano derecha de Rhysand. No te dejes engañar por su apariencia. Debajo de esa piel se esconde un poder... muy antiguo y cruento.

—¿Y quién más? ¿Feyre?—Insistió la fémina.

—No, Feyre se encuentra en la Corte Primavera. Quien vendrá es su hermana: Faye.

—¿Faye? ¿Quién es Faye?—Espetó torpemente, confundida.

—Un hada—Fue todo lo que le dijo él.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 
 
 
 
 

 
 
 
 
 
 
 
 
 

 
 
 
 
 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

Faye, como una persona bien conocedora del clima veraniego, se puso un bikini debajo de un vestido blanco sin tirantes ni mangas, cuya falda ancha descendía hasta cubrir sus pies pegándose a sus piernas cuando caminaba o soplaba el viento. Este era adornado con dibujos a juego con el tatuaje de su mano. No iba a desaprovechar que iría a una ciudad a la costa del mar. Pensaba aunque sea darse un chapuzón en la playa.

Agarró un sombrero de ala ancha blanco y lo guardó en su bolso antes de bajar hacia el vestíbulo. Al ver a Rhys aún con su outfit todo negro pensó que el pobre iba a terminar más achicharrado que chicharrón de puerco. Pero no pudo decirle nada cuando él la barrió con esos ojos estrellados capaces de arrebatarle el aliento.

Por unos momentos se sintió nerviosa. Se preguntaba si había hecho bien en recogerse el pelo en una cebolla trenzada en la nuca sin ningún adorno. Se preguntaba si había escogido bien el vestido. Se preguntaba si estaba bien el no cargar con alguna joya más allá de las argollas plateadas en sus orejas. Se había enfocado más en que iba a ir a la playa que en su visita a un Alto Lord de Prythian.

—Bien. Vámonos—Espetó él bruscamente sin su característica sonrisa burlesca.

Faye miró a Amren en búsqueda de explicaciones y esta simplemente le dijo: