CAPÍTULO 6

500 71 31
                                    

LA CASA DE LA CIUDAD

 
 

Agua... ¡Fiusssss! ¡Splash! Tierra... ¡Pram! ¡Crack! Fuego... ¡Fiu! ¡Fiu! Aire... ¡Shuaaaaaa! ¡Barabam! Hace mucho tiempo atrás las cuatro naciones vivían en armonía, pero todo cambió cuando la nación del Fuego atacó...

Oh, por el martillo que le cuelga a Thor... ¿Qué changos estás haciendo ahora, pendeja?

¡Sh! No vengas a joder tan temprano, wey. Necesito absoluta concentrancia para entrar en estado Avatar.

¿Qué estado Avatar ni qué ocho y cuarto? Ni siquiera te salen bien los efectos de sonido. Pareces foca epiléptica ahogándose.

Estúpida, mis sentimientos, idiota >:"v

Me valen madres tus sensibles sentimientos. Ahora dime qué pinche ritual satánico estás haciendo ahora, wey.

Puff... ¿Ritual satánico? ¿Yo? ¿Te parece que estoy tratando de invocar al señor de abajo?

La neta, no suenas para nada inocente con ese cuchillo de cocina en la mano.

Faye miró el cuchillo que sostenía en sus manos como si reparara por primera vez en él.

Juro que no sé cómo llegó eso allí.

Sí, claro, pendeja.

¡Ya deja de insultarme! Pol dio... ¡Madura!

Porque tú eres la más madura entre las dos... Sí, claro. Ajá...

Ignoraré tu sarcasmo y volveré a intentar invocar al Lucifer.

¿No que no estabas haciendo un ritual satánico, pendeja?

Invocar a mi tercer esposo secreto no es ningún ritual satánico, pendeja.

¿Hablas de Lucifer o de Tom Elis?

Mismo papucho rikolino. Ahora vete a la verga y déjame concentrarme, wey.

¿Con esa boquita sucia fue que conquistaste a Lucien?

Cállate. Ahora suenas a Rhysand, pero con un acento latinoamericano falso.

Yo no soy Rhysand, Faye, querida, soy tu consciencia, y como tu consciencia te digo que te dejes de mamadas y no hagas ese ritual satánico.

Chinga tu madre, Rhysand latinoamericano falso. ¡Voy a invocar un pinche demonio chingón y no habrá nadie que me detenga!

—¡¡FAYE ARCHERON, ESTÁS EN SERIOS PROBLEMAS!!—El grito de Rhysand reverberó por toda la casa llegando a los oídos de nuestra pendeja favorita.

... ¡Y no habrá nadie que me detenga... Excepto él! ¡Azopota madre! ¡Corre, perra, corre!

Faye salió corriendo de la sala donde se encontraba, dejando el cuchillo olvidado. ¿Recuerdan que había dicho que ni bien piripi se iba a acercar a la pieza de Rhysand? Bueno... Nunca deberían confiar en las palabras de una pendeja como ella.

Al cabo de quince minutos un Alto Lord bien cabreado y con un bonito conjunto amarillo chillón con lunares verde neón le pisaba los talones. Faye le había gastado una broma, metiéndose en su vestidor y poniendo un sencillo glamour en toda su ropa para que, después de media hora de ponérsela, se volviera de un color fosforescente irritante a la vista. Le hubiera encantado ver su cara cuando eso pasó. Se preguntaba si el cambio de look surgió delante de testigos que capturaron esa humillación o estando solo.

—¡Ábrete a la verga, hijo de puta! ¡Ahí les voy!—Gritó al ver que las gemelas estaban en medio de su camino.

Afortunadamente, ellas se apartaron a tiempo para que un cometa azul rey con una larga trenza negra pasara. Desafortunadamente, ella se partió la madre contra una columna que jura y perjura que salió de la nada. Se llevó las manos a su pobre naricita, que había recibido la peor parte del impacto.

A COURT OF SILENT AND STARS (UNA CORTE DE SILENCIO Y ESTRELLAS)Where stories live. Discover now