CAPÍTULO 26

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EXPLÍCALO TODO

 

Fue un completo caos cuando regresaron a Velaris. Azriel y Cassian, junto a otros, fueron de inmediato a la zona del bosque congelada. Habían encontrado a cuatro criaturas congeladas completamente y dos parcialmente. El cantor de sombras estuvo muy ocupado en las mazmorras de la Corte de Pesadillas.

Faye se aseguró de que las gemelas y Madja se encargaran de Rhys. Después se dio un merecido baño en el que mayormente estuvo mirando fijamente el techo. Su mente iba a mil, tratando de procesar lo que había descubierto y tratando de calmarse.

Bueno... Ahora ya entiendo la cara de Mor al descubrir que somos novios... Y también esas sonrisas sucias que nos suele mandar como si supiera algo que nosotros no sabíamos... Mejor dicho: que yo no sabía...

Sacudió su cabeza bruscamente y la metió debajo del agua para quitarse el champú y, con suerte, también ese tren de pensamiento. Terminó de asearse y, en lugar de ir al cuarto de Rhys, se desplomó en su propia cama. Tal vez si dormía una noche, mañana por la mañana tuviera la mente más clara y se le calmaran las ganas de castrar a Rhys.

   
 
 

   
 
 
 
 
 
 

 
 
 
 

   
 
 
 
 
 
 

 
 
 
 
 

   

   
 
 

   
 
 
 
 
 
 

 
 
 
 

   
 
 
 
 
 
 

 
 
 
 
 

   

Rhys se despertó adolorido, siendo saludado por una preocupada Madja. Escuchaba distraídamente la explicación de lo que había sucedido ayer y las precauciones que debía tener en cuenta con sus alas. Su mente enfocada en contactar con sus hermanos para saber cómo iba el interrogatorio y con Faye para saber si estaba bien.

Le parecía casi que antinatural despertar sin ella a su lado. Ya se había acostumbrado a dormir abrazado a su cuerpo como si solo fuera una almohada extra... A sus besos de buenos días... A las veces que trazaba el recorrido de sus tatuajes con los dedos... A su aroma enlazado a la esencia de lavanda y a especias...

Cuando Madja lo dejó a solas, decidió levantarse de la cama. Primero estiró los músculos y después probó mover sus alas. Y justo cuando iba a salir de su habitación Azriel apareció en el rellano de su puerta con expresión adusta.

—Faye tiene un humor...—Vaciló por unos momentos como si no supiera las palabras correctas para describirlo—... inusual.

Tomen nota: cuando eres incapaz de determinar el estado de ánimo de una mujer, esa es de las red flag más grandes que encontrarás. Y Rhys había vivido los siglos suficientes para conocer dicha red flag. Pero no los suficientes para entender al género femenino lamentablemente.

Por eso ignoró la advertencia de su hermano y maestro de espías. Lastimosamente, no sería la primera vez que lidiaba con una Faye que lo quería matar. Además, disfrutaba poner a prueba el temperamento de su compañera.

Al llegar al comedor de la casa, ahí estaba ella sentada en la mesa. En sus manos sostenía un chocolate caliente pese a que las temperaturas estaban ascendiendo últimamente. Sus ojos azules lo observaron fijamente como un predador atento a su presa.

A COURT OF SILENT AND STARS (UNA CORTE DE SILENCIO Y ESTRELLAS)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz