CAPÍTULO 25

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Les traigo otro capítulo con sinrespeto
😏😏😏
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EVOLUCIÓN DEL ESTATUS DE RELACIÓN DESBLOQUEADO

 

En algún punto en medio de la noche se habían tamizado de regreso a la habitación de Rhys. Faye no podría decir cuándo exactamente. Pero sí recordaba que cayeron rendidos ante el agotamiento y el sueño mientras se abrazaban, incapaces de dejar ir al otro.

Incluso antes de abrir los ojos sintió el calor de Rhys rodeándole como una manta calentita y sonrió. Inspiró hondo su esencia a cítrico y se acomodó más cerca suya de ser posible. Apoyó una oreja en su pecho escuchando los calmados latidos de su corazón.

Era real.

Abrió los ojos y lo observó atentamente ahora que no había peligro de inflar su ego. Tenía el pelo negro alborotado, culpa de sus manos cuando lo sostuvo de la cabeza anoche. Su rostro estaba tan relajado que le daba ganas de no despertarlo para que conservara esa calma para siempre y no tuviera que preocuparse por el horrible mundo exterior. Bajó la vista hacia los labios entreabiertos, ligeramente hinchados por la infinidad de veces que se habían besado.

Es... Tan hermoso como una pinshi princesa Disney dormida.

(Que no se note la envidia, ¿eh?)

No pudo evitar llevar su mano a la mejilla de Rhys y acariciarla suavemente con su pulgar. Quería pasar sus dedos por cada parte de su piel. Quería darle mimos. Quería hacerle cosquillas solo para escuchar su risa y la mirara sonriendo de esa forma que lograba cautivar su corazón.

Sus dedos acariciaron suavemente la piel bronceada del rostro dormido. Después bajaron hasta su cuello, sintiendo el ritmo de su pulso. Y se detuvieron siguiendo el recorrido de los tatuajes ilyrios.

Vio las marcas de uñas en los hombros de Rhys y un recuerdo amargo emergió en su mente. Aquellos sueños que había tenido en la Corte Primavera y en su prisión Bajo la Montaña... Era cómo Amarantha lo follaba mientras prácticamente lo despellejada con sus garras.

No podía creer que alguien sería capaz de dañar tanto a ese macho. Pero lo sabía... Sabía perfectamente lo que Amarantha le hizo pasar Bajo la Montaña. Y la odiaba aún más por ello.

Un macho como Rhys merecía que lo trataran como si estuviera hecho de cristal. Debía de ser apreciado con cariño. La idea de que esa vieja pajúa le había hecho daño... Tanto físico como mental...

Depositó un pequeño beso en los labios de Rhys. Después besó suavemente su mandíbula, su cuello, sus clavículas... Trazó la tinta negra con su lengua y chupó la piel. Las alas ilyrias temblaron levemente y lo escuchó soltar un suspiro en medio de sueños. Sin embargo, no se detuvo.

Mordió levemente la piel y después pasó la lengua para aliviar el dolor. Una de sus manos iba palpando cada músculo del torso, especialmente la tabla de lavar que tenía por abdomen. Su otra mano acariciaba la espalda de Rhys, cada vez más cerca del nacimiento de las potentes alas ilyrias, hasta que finalmente sus dedos trazaban círculos sobre la zona sensible.

Rhys gruñó con placer y se movió más cerca de ella inconscientemente. Faye siguió besando el recorrido de los tatuajes. También dejando alguna mordida o chupetón por el camino.

Disfrutaba del sabor de su piel... De la melodía de sus gemidos y gruñidos en sueños... De su aroma almizclado de cítrico... Del calor que emitía su piel tersa... Del poder mágico durmiente en su interior y que vibraba en sincronía con el pedazo que residía en ella...

A COURT OF SILENT AND STARS (UNA CORTE DE SILENCIO Y ESTRELLAS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora