CAPÍTULO 21

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ESTOY EN MI HOGAR

 
 

Bueno, ahora Rhys se sentía realmente nervioso. Faye se había quedado inexpresiva, mirando sin ningún disimulo hacia... "allí abajo". No había pronunciado palabra alguna en todo aquel largo rato y eso lo estaba poniendo cada vez más ansioso.

—Deberías cerrar la boca si no quieres que te entren bichos—Se las arregló para decir y Faye cerró la boca al instante. Pero ella siguió en silencio sin apartar la vista de entre sus piernas, así que añadió:—¿Vas a seguir así...?

—Tú fuiste el que dijo que te mire y TE ESTOY MIRANDO, así que te aguantas, Ruíz—Espetó ella sin desviar su mirada en ningún momento.

Debía de ser el karma cobrándole factura por todas las veces que había hecho avergonzar a Faye. Ahora él era quien se sentía nervioso y avergonzado. Aunque, por supuesto, por fuera se mostraba relajado e impasible.

Por otra parte, Faye se preguntaba porqué tenía el presentimiento de que esto se lo debía decir a su ginecólogo. Pero, dejando sus alocados pensamientos a un lado, había dos buenos motivos por los cuales no quitaba su vista de abajo. 1) Porque realmente aún no creía lo que veía. 2) Porque estaba segurísima de que se pondría toda nerviosa y ruborizada si veía a Rhys a los ojos después de verle los atributos.

Por supuesto, no solo observaba el arma mortal entre las piernas de Rhys. También le impresionaba la de músculos que tenía en esa área. Había visto y tocado sus abdominales previamente. Pero no había visto esas piernas fuertes y...

¿Una montaña?—se preguntó al reparar en la tinta que había en las rodillas de Rhys.

—Faye-...—Se atragantó con sus palabras al sentir su tacto.

Ella estaba trazando con el pulgar el contorno del tatuaje de su rodilla izquierda. Su corazón latió tortuosamente rápido mientras los nervios aumentaban cada vez más. Rhys se quedó sin aire cuando Faye se inclinó hacia abajo y depositó un cálido beso sobre la tinta.

—Puedo dormir contigo o no. Es tu decisión—Dijo ella con voz suave después de incorporarse.

Parpadeó ligeramente confundido por unos momentos. ¿Fue una alucinación auditiva?  ¿Acaso era un delirio? ¿O se trataba de uno de sus sueños eróticos? Podía jurar que el tacto de Faye se sintió muy real...

—Aunque quiero que sepas que estaré aquí si tienes otra pesadilla—Añadió, ignorando que el Alto Lord más poderoso de todo Prythian estaba hecho un amasijo de nervios por y solo por ella.

Ah. Verdad. La pesadilla. Solo está pidiendo dormir, nada más—se aclaró a sí mismo al reaccionar.

Incapaz de hablar, Rhys asintió lentamente y se cubrió con la sábana mientras se echaba a un lado. Ella se escurrió debajo de la manta y se acomodó en el otro extremo de la cama para darle espacio a esas majestuosas y gigantescas alas. Tal vez no estuvieran espalda con espalda, pero podía sentir la calidez del cuerpo de Faye, su olor a chocolate y cítrico, y el latir de su corazón... El corazón de una artista.

 
 
 
 
 
 
 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

A COURT OF SILENT AND STARS (UNA CORTE DE SILENCIO Y ESTRELLAS)Where stories live. Discover now