[Adelanto]

138 13 0
                                    


Él no sabía con quién se estaba metiendo, pero no tardaría en descubrirlo. Sintiendo toda la rabia en mi interior, y con una rapidez que ni yo sabía que poseía, utilicé su fuerza en su contra. El vampiro terminó empotrado contra el tronco del árbol, lo que me brindó otra de sus miradas asesinas, esta vez con colmillos incluidos. Pero para colmillos los que yo tenía. Antes de que pudiera hacer nada, apreté con una mano su garganta y con la otra sostuve su brazo. Un segundo más tarde estaba clavando mis colmillos justo en el punto en que el brazo se unía al hombro.

Su sangre entró en contacto con mi lengua y mi cuerpo entero reaccionó a ello como una bendición. Anhelaba la sangre y teniéndola allí no podía negársela. Mi objetivo de hacerle daño se transformó en otro mucho más simple, más instintivo: alimentarme. Mis colmillos se hundieron más profundamente en su carne y no pude evitar cerrar los ojos al disfrute de aquel festín. Era el éxtasis. Lo escuché gruñir, probablemente en señal de desacuerdo, pero yo no pensaba parar. Tampoco era como si él se estuviera resistiendo demasiado. Al menos hasta que me agarró por los brazos y volví de nuevo a estar contra el árbol. Emití un siseo de disconformidad, puesto que ya no podía continuar bebiendo. Sus ojos continuaban rojos, pero aquella vez era diferente...

Lo que menos esperaba era que el vampiro se acercara mucho más a mí y lamiera mi labio inferior, probando su propia sangre. Acto seguido, sus colmillos se cerraron sobre mi cuello. Mi primer pensamiento fue para el dolor, pero este no intervino en ningún momento. Al primer contacto de sus dientes contra mi carne, mi cuerpo entero se encendió. Ardía completamente, casi como si quisiera autoconsumirse. Sin duda alguna, estaba enferma.

Me cogió por la cintura y yo, instintivamente, rodeé su cuerpo con mis piernas. A pesar de estar bebiendo de mí, no me sentía cansada, más bien llena de energía. Sentí su mano colarse por debajo de mi camiseta y abrasar toda mi piel hasta mi espalda, donde se detuvo. No entendía por qué, pero una parte de mí quería que continuase con lo que estaba haciendo. La otra parte de mí, se impuso.

Con un fuerte empujón, separé al vampiro de mí lo suficiente como para que me dejara en el suelo. Reavivando las llamas (del enfado) que se habían quedado rezagadas, lo empujé contra el árbol. El fuego de mi interior comenzaba a impacientarse por salir. Casi lo podía notar prendiendo las hojas de mi alrededor.

—Dime lo que ocultas —siseé.

El mundo oculto del Espejo [SILENE #1]Where stories live. Discover now