Contrarreloj

140 23 4
                                    


Tres eran las presas que ya se habían escapado de mis garras aquella noche. Mi cuerpo funcionaba a la perfección, pero era mi mente la que parecía estar en otro lugar. Ámarok pudo darse cuenta enseguida.

Creí que este problema ya lo teníamos superado.

Su cuerpo se encontraba tendido sobre una piedra recubierta de musgo. Era una noche fría, síntoma de que el otoño se cernía sobre nosotros esperando el relevo del invierno. Las hojas ya habían comenzado a cambiar su color, abandonando el verde brillante para abrir paso a las tonalidades anaranjadas que más tarde se oscurecerían para formar el marrón. El clima estaba cambiando y la naturaleza se preparaba para una nueva etapa. Durante el invierno, las probabilidades de cazar menguarían de forma drástica.

Sin hacer caso al comentario del lobo, me preparé una vez más para cazar una nueva presa. Siguiendo los pasos que Asmord me había enseñado, avancé con mucho sigilo hasta casi poder notar el pulso bajo el pelaje del animal. Estaba sedienta y necesitaba sangre. De modo que aparté cualquier otro pensamiento de mi cabeza y me centré en la necesidad que hacía arder mi garganta. Apenas unos segundos después, mis colmillos traspasaban la delicada piel de mi cena y su sangre inundó mi boca. Por un momento, la idea de beber hasta la última gota de aquel preciado líquido y después cocinar al animal me tentó. No era una mala idea. Y eso me asustó tanto que la solté antes de haberme saciado por completo. El animal huyó sin perder un solo segundo de su tiempo hasta desaparecer de mi vista.

Ámarok no tardó en aparecer detrás de mí. Me limpié la boca con la mano y suspiré, echando hacia atrás la cabeza y permitiendo que el aire fresco chocara contra mi rostro. Había pasado una semana desde la última vez que vi a Hesper, desde que él me hizo aquella extraña proposición. Casi me entraban ganas de echarme a reír cuando recordaba que había intentado fingir que no sabía a qué me refería. El rey no había encontrado ningún problema en explicármelo.

—Los rumores corren como el viento aunque intentemos impedirlo —me había dicho—. Seguro que alguien de por aquí ya te ha contado la asombrosa historia de la bruja Danira. No espero que comprendas mis actos, Kaiserin, porque ni siquiera yo puedo hacerlo ahora mismo. Pero mi especie no se merece pagar por mis errores. Temo que si no encuentro pronto un heredero haya una guerra por el trono que ahora mismo me pertenece. No quiero volver a la barbarie de antes, créeme. Por eso necesito tu ayuda. No te lo pediría si no fuera cuestión de vida o muerte.

Sus palabras me habían parecido sinceras, pero eso no cambiaba el hecho de que me había pedido demasiado. Y ahora sus palabras me estaban pasando factura a la hora de mis entrenamientos y de cazar. No podía dejar de pensar en otra cosa.

¿Sigues dándole vueltas?

El lobo tocó mi cadera con su hocico y ambos pusimos rumbo hacia la Academia. Puede que hubiera alguien que hubiera cazado una pieza de carne lo suficientemente grande para compartir un poco conmigo. No es que a los vampiros nos hiciera falta, pero a mí me costaba acostumbrarme a no comer nada.

—Tarde o temprano tendré que afrontar el tema —suspiré.

Había abandonado la sala del trono casi temblando tras decirle a Hesper que su proposición me había cogido por sorpresa. Por suerte para mí, él lo había entendido, concediéndome algo de tiempo para poder pensar en ello con claridad. Pero ese tiempo se acabaría más temprano que tarde...

No puedes estar siquiera planteándote la idea de aceptar su oferta —Ámarok parecía descontento—. ¿De verdad es lo que quieres?

—Lo que quiero es tener una vida lo más normal que me sea posible —respondí mientras nos acercábamos al edificio que se había convertido en mi nueva casa—. No sé si es mi destino estar con Hesper o no, pero te aseguro que no es lo que quiero, no ahora mismo. ¿Pero qué puedo hacer? Kinn tenía razón: tengo responsabilidades aquí. Ahora soy un vampiro y tengo que acostumbrarme a que habrá cosas que no me gusten.

El mundo oculto del Espejo [SILENE #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora