Capítulo 17

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Después de estar dos semanas bajo la jodida presión de los exámenes, al fin hoy sentía que podía respirar libremente. Bueno, al menos por unas cuatro semanas más.

La primera etapa de exámenes había finalizado, y con ello las apuestas con mis amigos y el estrés de estudiar cosas que nunca entiendo o que son muy aburridas. A la mayoría nos fue bastante bien, ninguno ha reprobado nada y eso nos motiva a que al menos, el último año no nos va a hacer mierda. Por lo menos, no al principio.

Ahora nos encontrábamos en una de las mesas que hay en uno de los patios del colegio; era viernes y todos estábamos ansiosos por la obra que Crystal presentaría por la noche, ansiosos y tratando de relajar a Crys, quien no dejaba de hiperventilarse.

–Es en serio –murmuró, mirándonos con expresión de pánico. –Tengo miedo de que algo salga mal, o de que alguien se enferme y no pueda presentarse, o de que alguno de los deportistas la cague y arruine todo –al decir lo último, todos la miramos mal y ella sonrió forzosamente. –Sin ofender, chicos, pero les hablo en serio. De que los deportistas tienen dos pies izquierdos para las artes, pues, los tienen –Ariana frunció el ceño.

–Bueno, no eches a todos en el mismo saco –dijo. –Hay quienes son muy buenos en algún deporte y también lo son pintando, o cantando, o actuando –Crystal alzó una ceja.

–Dime solo un ejemplo –Ariana sonrió.

–Dereck Peterson –dijo Ari. –Es tu protagonista, ¿no? –Crystal asintió y Ariana le guiñó un ojo. –Ahí lo tienes, protagoniza tu obra y además, es un excelente delantero –Paul me miró y luego sonrió.

–Alguien le ha prestado atención a Peterson –bromeó y a pesar de ver que Ariana rodó sus ojos con fastidio, no pude evitar sentir una molestia ante la broma casual de mi mejor amigo.

Y yo sabía que él lo estaba haciendo a propósito. Lo miré mal y él me lanzó un beso, antes de que Ari contestara.

–No me jodas, Paul –dijo Ariana. –Además de que casi me quiebra la pierna el día que jugamos contra ustedes, comparto con el tipo la clase de francés –Leslie hizo una mueca.

–Demonios, sí, casi te mata ese día –Crystal negó con su cabeza, suspirando.

–Bueno, lo acepto –dijo ella. –Fue el único que no me dio problemas en los ensayos. ¡Pero eso no quita que los otros cuatro que se anotaron sean un desastre!

Paul, quien estaba al lado de Crystal, pasó su brazo por los hombros de ella, sonriendo ligeramente al notar el nuevo nerviosismo de Crys.

–Crys, relájate, ¿si? –dijo. –Todo va a salir genial. Además, piensa en esto; mañana tenemos nuestra cita, ¿qué mejor consuelo que saber que pasarás la noche de tu sábado conmigo? –Crystal miró a Paul con los ojos entrecerrados, Ariana y Leslie lo miraron mal y yo sólo me eché a reír, ocasionando que todos me miraran.

–Aún no puedo creer que hayas ganado la jodida apuesta –dije sonriendo. Paul, sin alejar su brazo de Crystal, se encogió de hombros.

–Les dije que había estado estudiando –dijo. –Yo estaba seguro de mi respuesta, idiotas –Crystal golpeó su estómago al oír que la última palabra también iba dirigida hacia ella, y él hizo una mueca pero se rió. –Lo siento –dijo y ella sonrió.

Alcé una ceja y compartí una mirada con Leslie y con Ariana, quienes sonreían divertidas. Aprovechando que Paul y Crys se fundieron en una conversación donde solo ellos dos participaban, las chicas se acercaron un poco más a mi.

–Tengo una nueva apuesta –dijo Leslie. Sin poder evitarlo, Ariana y yo sonreímos.

–Estoy hasta la madre de las apuestas –dije, luego me encogí de hombros. –Pero acepto –Ariana se rió y Leslie asintió.

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